Ráfagas de viento que superan los 110 kilómetros por hora rápidamente alimentaron un monstruoso incendio que se extendió rápidamente la madrugada del jueves en una sección rural de Sonoma, al norte de San Francisco.
Las autoridades ordenaron la evacuación obligatoria de más de 900 residentes de Geyersville, prácticamente el pueblo entero.
Mientras tanto, el incendio en la zona Pacific Palisades que amenazó casas multi-millonarias al noroeste de Los Ángeles, arde desde el lunes con apenas 50% de contención.
Varias zonas de California están bajo alerta de bandera roja por peligro de incendios debido a altas temperaturas y fuertes vientos. Esto ha hecho que varias compañías eléctricas en el estado inicien cortes de electricidad preventivos.
“Entendemos el impacto de no tener servicio eléctrico y lo perjudicial de las interrupciones”, dijo Mark Quinlan, director de salud y seguridad ambiental de PG&E. “Trabajaremos lo más rápido posible para hacer nuestras inspecciones y asegurarnos que las líneas estén en condiciones seguras antes de restaurar la energía.»
La compañía eléctrica PG&E inició apagones de energía para seguridad publica en 15 condados en el norte de California afectando a más de 170.000 clientes. Se estima que los apagones durarán aproximadamente 48 horas.
En el sur de California, la compañía Southern California Edison alertó que podría interrumpir el servicio a más de 300.000 clientes y San Diego Gas & Electric advirtió de posibles apagones a 24.000 usuarios.
Las compañías están preocupadas de que los vientos puedan lanzar ramas y otros objetos a líneas eléctricas o pudieran derribarlas, provocando incendios forestales.
En el área de Los Ángeles, donde se anticipan fuertes vientos de Santa Ana en los próximos días, Southern California Edison está monitoreando las condiciones meteorológicas y dice que tiene equipos revisando circuitos y líneas eléctricas para implementar apagones a medida que sea necesario en zonas de mayor riesgo de incendios.