Decenas de personas murieron este jueves en un ataque suicida con explosivos en las afueras del aeropuerto Hamid Karzai de Kabul.
También se reportaron tiroteos y otra explosión en un hotel cercano al aeropuerto.
Un funcionario de Salud le confirmó que el balance de muertos es de al menos 60 personas y que hay 140 heridos.
«El Emirato Islámico condena de forma contundente los ataques que tienen como objetivo a civiles en el aeropuerto de Kabul», dijo en un tuit Zabihullah Mujahid, portavoz del Talibán, que ya controla el país pero no el aeropuerto que sigue bajo el mando de Estados Unidos durante la desesperada misión de evacuación de los últimos días.
Las explosiones «tuvieron lugar en un área en la que las fuerzas de Estados Unidos son responsables de la seguridad», precisó Mujahid.
El Pentágono estadounidense confirmó los ataques y los definió como una operación «compleja» y un ataque «atroz».
El general estadounidense Kenneth McKenzie dijo que Estados Unidos estaba coordinando con el Talibán y «haciendo todo lo posible para estar preparados para estos ataques».
El alto mando militar atribuyó el atentado a un grupo de Estado Islámico (EI), grupo islamista radical que es rival también del Talibán.
«La amenaza de Estado Islámico es completamente real. Sabemos que estos ataques van a continuar», agregó.
El propio EI reivindicó el ataque en un mensaje publicado en su canal de la red de mensajería Telegram.
Biden: «Haremos que paguen»
El presidente estadounidense, Joe Biden, reveló que ha pedido a los jefes de las Fuerzas Armadas de su país que preparen diferentes planes para atacar al grupo de EI en Afganistán para usarlos cuando considere necesario.
«He instruido a los militares que, si necesitan fuerzas adicionales, lo aprobaré», declaró.
«No lo olvidaremos, no lo perdonaremos, los perseguiremos y haremos que paguen», dijo el mandatario visiblemente emocionado a la vez que sostuvo la decisión de retirar las tropas estadounidenses de Afganistán.
«No seremos intimidados por terroristas (…). No detendremos la misión, continuaremos la evacuación», agregó.
El grupo de Estado Islámico aseguró que un atacante suicida detonó un chaleco explosivo cuando se encontraba entre los civiles afganos y las fuerzas estadounidenses.
Según la versión del general McKenzie, «dos atacantes suicidas que dijeron ser combatientes de Estado Islámico» cometieron el atentado en el aeropuerto y en el cercano hotel Baron.
«Al ataque en la puerta Abbey le siguieron un número de hombres armados que abrieron fuego sobre civiles y fuerzas militares», dijo el general, que confirmó que entre los fallecidos hay 12 militares. Otros 15 están heridos. Son las primeras víctimas estadounidenses desde febrero de 2020.
Alerta en el aeropuerto
Miles de personas se han agolpado en los últimos días cerca del aeropuerto buscando salir del país antes del 31 de agosto, fecha en la que vence el plazo de retirada definitiva de tropas de Estados Unidos tras 20 años de presencia en el país.
Esa salida coincide con la recuperación de poder por parte del Talibán, el enemigo al que derrotó hace dos décadas.
Aunque el aeropuerto aún es controlado por fuerzas estadounidenses, el perímetro opera bajo la autoridad de los talibanes.
«Seguiremos con la misión de evacuación a pesar del ataque», dijo el general estadounidense McKenzie.
Horas antes, tanto Estados Unidos como Reino Unido habían elevado el nivel de alerta en el lugar tras asegurar que habían recibido informes sobre un posible ataque asociado a Estado Islámico, otro grupo islamista radical pero rival del Talibán.
«Videos compartidos en internet muestran pilas de cuerpos, por lo que podemos anticipar que la cifra de víctimas sea alta», dijo el corresponsal en Kabul, Secunder Kermani.
Demasiado desesperados como para acatar los avisos
Por Secunder Kermani, corresponsal en Kabul
A pesar de los avisos de un inminente ataque, había muchas personas en el lugar del ataque, a las afueras del aeropuerto.
La gente está en tal situación de desesperación que no va a prestar atención a este tipo de alertas. Escucha muchos rumores y solo se enfoca en salir el país.
Y ya han sufrido mucho para llegar a este punto. Muchos han acampado durante días en condiciones precarias. Lo que para ellos parecía una amenaza vaga o hipotética al inicio del día no fue suficiente para alejarlos del aeropuerto.
«Cuerpos arrojados a un canal»
Un testigo en el lugar de la explosión le dijo a un periodista que la detonación fue «realmente potente».
«Donde estábamos hubo de repente una explosión», contó el hombre en un video compartido por la agencia Reuters.
Dijo que vio «al menos de 400 a 500 personas» en el área y que observó «fuerzas extranjeras» entre las víctimas.
«Llevamos a los heridos en camillas. Mis ropas están completamente cubiertas de sangre».
«Hay cuerpos que han sido arrojados a un canal cercano», dijo por su parte Milad, también presente en el lugar del ataque, a la agencia AFP.
«Cuando la gente escuchó la explosión hubo un pánico total. El Talibán entonces empezó a disparar al aire para dispersar a la gente presente en la puerta (del aeropuerto)», añadió.
«Vi a un hombre correr con un bebé herido en sus brazos».
Un intérprete afgano que ha trabajado con fuerzas estadounidenses también fue testigo de la explosiones. «Vi a una niña y fui a ayudarla», dijo el hombre identificado como Carl en la cadena estadounidense CBS.
«La llevé al hospital, pero murió en mis brazos», agregó sobre una niña que dijo que tenía aproximadamente cinco años.
«Se te rompe el corazón. Lo que está ocurriendo te rompe el corazón, el país entero se ha desmoronado», añadió.
Un ataque previsto
Por Frank Gardner, corresponsal de Seguridad
El ataque fue una combinación de tiroteos y de explosivos, lo que es una clásica táctica de insurgencia.
Así han sido muchos de los ataques en zonas urbanas que han ocurrido en Afganistán en los meses y años recientes, generalmente con un atacante suicida detonando la explosión.
Esto es exactamente lo que los servicios de inteligencia estaban avisando que iba a suceder.
La sorprendente cooperación en materia de seguridad entre EE.UU y el Talibán
Por Barbara Plett Usher, corresponsal en Washington
El reconocimiento del general McKenzie de la cooperación con el Talibán para tratar de detener ataques subraya cómo han cambiado las cosas.
Por un lado, muestra que los estadounidenses han sido pragmáticos, porque en esencia han perdido la guerra y el Talibán la ha ganado.
También muestra que los talibanes han cambiado porque están dispuestos a este tipo de acuerdos con sus rivales.
El interés común del que habló el general McKenzie es que los estadounidenses quieren sacar del país a toda su gente a final de mes, y el Talibán desea que así sea para tomar control del aeropuerto.
Y también espera a que los estadounidenses se vayan para anunciar su nuevo gobierno.
fuente.bbcmundo