El doctor Hung Chi-ting, jefe del departamento de Oftalmología del Hospital Universitario Fooyin, de Taiwán dijo que gracias a que la mujer consultó a tiempo no perdió el ojo. Al momento de ser examinada su visión ya estaba siendo afectada.
Una mujer de origen taiwanesa fue al doctor para consultar por una inflamación en su parpado izquierdo, lo que el especialista descubrió fue realmente sorprendente: cuatro abejas diminutas habitaban en su ojo y se alimentaban de sus lagrimas.
La mujer, de 20 años, identificada con el apellido He, dijo que estaba en el cementerio con su familia cuando sintió una molestia en el ojo que le provocó la inflamación y mucho dolor. Se lavó la parte afectada pero seguía sintiendo mucho dolor por lo que horas después acudió al médico.
“Vi algo que parecían patas de insecto, así que las puse bajo el microscopio lentamente, una a la vez sin dañar las cosas en el interior”, dijo el doctor Hung Chi-ting, jefe del departamento de Oftalmología del Hospital Universitario Fooyin, de Taiwán.
Estos insectos son conocidos como abejas sudoríparas, miden entre 3 y 4 milímetro y habitan cerca de tumbas y árboles caídos, explicó el profesional a periodistas. Estas abejas se alimentan de miel y polen, pero también se siente atraídas por la transpiración humana.
“Fue muy doloroso. Las lágrimas no paraban de salir de mi ojo, estaba muerta de miedo”, dijo He.
Los especialistas agregaron que gracias a que la mujer fue al hospital a tiempo no perdió el ojo. Al momento de ser examinada su visión ya estaba siendo afectada. “Por suerte no presentaba fiebre alta ni había afectado su sistema nervioso central”, añadió el doctor Hung.
El profesional confirmó además que las abejas fueron enviadas vivas a una institución para ser estudiadas.
He sufrió una erosión corneal y una infección bacteriana de la piel, ya fue dada de alta y se espera que pronto se recupere por completo.