La tumba de Jesucristo fue abierta después de al menos dos siglos por científicos en el años 2016.
En octubre del año 2016 un grupo de científicos abrieron por primera vez en al menos dos siglos el lugar considerado por los cristianos como la tumba de Jesús, en la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén.
En aquel entonces era la primera vez que esta piedra sepulcral se desplazada desde el año 1810, cuando se llevaron a cabo otras obras de rehabilitación, después de un incendio, señaló el padre Samuel Aghovan, el superior de la iglesia armenia.
La placa de mármol que recubre la tumba fue desplazada durante tres días para las obras de restauración en esta iglesia, situadas en la ciudad vieja.
«Es emocionante porque es una cosa de la que hablamos desde hace siglos», dijo Aghovan.
Según la tradición cristiana, el cuerpo de Jesús fue colocado en un lecho funerario tallado en la roca después de su crucifixión por los romanos en el año 30 o 33. Los cristianos creen que Cristo resucitó y que las mujeres que fueron a ungir su cuerpo tres días después de su entierro afirmaron que no encontraron nada.
El hecho fue registrado por la revista National Geographic, que dedicó un artículo a las obras de restauración, donde señaló que la rehabilitación «del lecho funerario supondrá para los investigadores una ocasión sin precedentes para estudiar la superficie original de lo que se considera como el lugar más sagrado del cristianismo».
El sepulcro está situado en el edículo, una pequeña estructura, ubicada bajo la cúpula de la iglesia, que fue reconstruida en mármol después de un incendio.
Está mantenido desde hace décadas por una estructura metálica, que sustenta el conjunto de los bloques de mármol. Pero éstos se estaban separando a causa de las condiciones meteorológicas y, sobre todo por el flujo cotidiano de miles de peregrinos y turistas.
El edículo fue entonces desmontado en 2016 y reconstruido de forma idéntica. Sólo las piezas más frágiles o rotas fueron substituidas y las placas de mármol que se podían conservar se limpiaron. Asimismo se consolidó la estructura que las mantiene.
Hallazgos en la tumba de Jesucristo
Entre algunos de los descubrimientos hechos por los científicos de National Geographic dentro de la tumba se encontró una segunda lápida grisácea con una cruz grabada sobre una superficie algo más blanquecina.
Tras remover esa lápida el techo mortuorio fue encontrado en perfecto estado. De acuerdo con la información entregada en su momento por los científicos dentro del santuario se encontraron también las paredes originales de la cueva en piedra caliza.
Es importante señalar que en este espacio, de acuerdo con la tradición, solo yació durante tres días el cuerpo de Jesucristo, pues este resucitó al tercer día de su muerte.
Y aunque según los científicos es imposible comprobar que allí haya estado el cuerpo de Jesús de Nazaret, lo cierto es que seis órdenes cristianas que la custodian concuerdan en una única cosa: allí estuvo el cuerpo del hijo de Dios.
Estas órdenes son la Iglesia Ortodoxa Griega, la Iglesia Católica Romana, la Iglesia Apostólica Armenia, la Iglesia Ortodoxa Siria de Antioquía, la Iglesia Ortodoxa Copta y la Iglesia Ortodoxa Etíope.