El Monte Herzl, el parlamento y la residencia presidencial fueron sedes de actos en memoria del fallecido primer ministro.
Con actos en la residencia presidencial, la Knéset y en el Monte Herzl, el gobierno israelí recordó un nuevo aniversario de la muerte del exmandatario Itzjak Rabin.
En la residencia del Presidente, el nieto de Rabin, Jonatan Benartzi, habló sobre el exlíder laborista. En su discurso se refirió al cambio de gobierno reciente, criticando en duros términos al gabinete anterior.
«Después de años oscuros de miedo y parálisis [política, Israel ha ganado. Frente a una cultura de tiranía, el pueblo ganó. Esta mañana, 26 años después de la terrible noche, puedo decir que se acabó el período de duelo«, relato Benartzi.
Por su lado, Naftalí Bennett dirigió la ceremonia de recordación en el Monte Herzl. El ex primer ministro Benjamín Netanyahu y actual líder de la oposición decidió no participar.
«La lección que aprendí del asesinato de Rabin: bajo ninguna circunstancia, sin importar la situación, la nación debe ser destrozada. No podemos incendiar la casa. Somos hermanos. El único consuelo de este terrible asesinato es el hecho de que logramos prosperar, corregir«, reflexionó el actual mandatario.
En el parlamento, el ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, atacó a los diputados de extrema derecha. «Los herederos ideológicos de Yigal Amir (el asesino de Rabin) sirven hoy en la Knéset de Israel. Si no hubiéramos realizado el milagro del ‘cambio de gobierno’, serían ministros», aseguró.
Rabin fue asesinado el 4 de noviembre de 1995 luego de participar en un acto por la paz en Tel Aviv. Amir, un joven estudiante le disparó por la espalda mientras se retiraba del encuentro.
Poco tiempo antes, Rabin había liderado como primer ministro el proceso de paz de los acuerdos de Oslo, por los que fue recipiente del premio Nobel de la Paz, compartido con Shimon Peres y el líder palestino Yasser Arafat.