Con la invasión de Rusia a Ucrania han surgido preguntas inevitables: ¿qué supone esto para Europa? ¿Cuáles son las intenciones del presidente ruso Vladimir Putin? ¿Hay riesgo de ir hacia otra guerra mundial?
«Es un momento similar a 1938 o 1939», advierte el reconocido historiador estadounidense Timothy Snyder, especializado en Europa central y oriental, durante una entrevista en la que respondió a esas y otras interrogantes.
Lo que sigue es una síntesis del diálogo telefónico con Snyder, profesor de historia en la Universidad de Yale y autor de libros sobre Rusia, Ucrania y la Segunda Guerra Mundial como «Tierras de sangre»:
¿Cómo definiría este momento para Europa en términos históricos?
Es un momento similar a 1938 o 1939. Es un momento de ser o no ser. ¿Tienes un sistema o no tienes un sistema? ¿Tienes reglas o no tienes reglas? ¿Es todo posible o no es todo posible?
La forma en que los europeos han pensado en sí mismos ha sido en oposición a la Segunda Guerra Mundial. Creo que, en cierto modo, eso se terminó.
Los europeos, si quieren cooperar y tener una especie de sistema exitoso, creo que pensarán en este momento en las próximas décadas.
¿Está de acuerdo con la idea de que ésta es «la hora más oscura de Europa» desde la Segunda Guerra Mundial, como ha dicho el primer ministro de Bélgica?
Ciertamente hay muchas cosas terribles que han sucedido a muchos pueblos de Europa desde 1945. Y muchas de esas cosas terribles ocurrieron dentro de la Unión Soviética: deportaciones masivas al Gulag, por ejemplo, o deportaciones de grupos nacionales enteros. Todas esas cosas ocurrieron en la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial.
Y por supuesto la invasión de Hungría en 1956 y la invasión de Checoslovaquia en 1968, también por parte de la Unión Soviética, son bastante oscuras. Quiero recordar que todo eso también es Europa.
Dicho esto, creo que este es el mayor desafío para Europa en su conjunto desde la Segunda Guerra Mundial.
¿Por qué?
Primero, no ha habido un intento tan cínico de abusar del lenguaje de la ética europea y del pasado europeo, creo que nunca.
La noción de invadir un país con un presidente judío elegido democráticamente y llamarlo «desnazificación» es un ataque directo al modo en que intentamos usar el pasado para guiarnos en nuestra ética política.
Segundo, aunque ha habido conflictos en Europa desde 1945, no hubo un caso de una gran potencia que invadiera un país pequeño sin provocación alguna, con una agresión pura, como hemos visto aquí.
Y tercero, sabemos que Rusia, bajo el liderazgo actual de Putin, no tiene como único objetivo Ucrania. Sabemos que Ucrania es su punto más sensible, pero que tiene en mente precisamente socavar la democracia y el Estado de derecho por todos lados.
En ese sentido, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló de «una contienda entre democracia y autocracia». ¿Está de acuerdo?
Creo que es una muy buena forma de decirlo, concretamente porque la preocupación declarada y explícita de Putin es derrocar a un gobierno elegido democráticamente e instalar un gobierno autoritario bajo su dominio.
Biden lo dijo de forma diferente, Putin lo dijo desde el ángulo opuesto.
Entonces, ¿podría este conflicto definir nuevas líneas para la democracia en Europa?
Creo que sí, de forma positiva.
Los ucranianos son los únicos que han muerto por Europa en el sentido de la Unión Europea: eso fue en 2014, las únicas personas que murieron llevando la bandera de la Unión Europea, durante las protestas de Maidán en Ucrania.
Ahora están muriendo ucranianos, soldados y civiles, en una guerra que apunta directamente a Europa.
El peso moral de eso es algo que espero que otras personas aprecien y asimilen con el tiempo.
También me gustaría pensar que este momento en que se han superado, al menos temporalmente, algunos viejos desacuerdos entre los países de Occidente e incluso dentro de los países, es un momento que la gente recordará como de cooperación y solidaridad.
Un momento en el que recordamos el valor de la democracia en sí misma, que es mejor vivir en un país libre y que los países libres pueden realmente tomar conciencia de lo importante que es vivir en un país libre y hacer algo al respecto.
Creo que esa es una forma justa de caracterizar la cooperación de las democracias occidentales actualmente.
Muchos se preguntan sobre las motivaciones de Putin. ¿La historia ofrece alguna pista para responderlo?
El problema es que cuanto más te acercas a un régimen tiránico perfecto, más imprevisible será, ya que depende más de una sola persona. Platón escribe sobre esto en La República y también fue un tema para Shakespeare.
Aquí tenemos a un hombre que envejece, se aferra al poder y ha estado aislado por dos años debido al covid. Y mirando sus escritos parece que está mucho menos preocupado por los intereses de Rusia, la estrategia o algo por el estilo, y mucho más interesado en su reputación histórica, en el tipo de huella que dejará y en ser recordado como un gran líder ruso.
Ese tipo de consideraciones son esencialmente imponderables para el resto de nosotros.
¿Diría, como hizo Biden, que Putin quiere «restablecer la antigua Unión Soviética»?
Creo que todas estas comparaciones son a la vez verdaderas y falsas.
Lo que pasa con Putin es que hace una especie de mezcla de los momentos del pasado, toma lo que le gusta del período medieval, del Imperio Ruso y la Unión Soviética, lo junta todo y lo llama Rusia.
Creo que le gustaría controlar el mismo territorio que controlaba la Unión Soviética. Pero también le gustaría imaginar que es el jefe de un imperio. Y al mismo tiempo, le gustaría imaginar que la Rusia que él gobierna se remonta a 1.000 años atrás, lo que por supuesto es bastante tonto.
Así que no estoy en desacuerdo con lo que dijo el presidente Biden. Sólo que no creo que la mente de Putin esté limitada sólo por la Unión Soviética. Creo que también tiene otro tipo de fantasías y modelos históricos.
¿Ve a Occidente reaccionar lo suficientemente unido, según las circunstancias?
Creo que, hagamos lo que hagamos, tenemos que pensar primero en los ucranianos. Independientemente de las sanciones que anunciemos, también deberíamos anunciar lo que estamos haciendo por los ucranianos: los refugiados, los desplazados internos, el Estado ucraniano, su Ejército.
Creo que es impresionante lo unido que ha estado Occidente. Si tenemos una debilidad es que tendemos a centrar la conversación sólo en lo que estamos haciendo sobre el régimen de Putin y no pensamos de modo suficientemente creativo en las formas en que podríamos ayudar a los ucranianos.
Porque ahora están sufriendo, pero también es muy importante cómo recordarán esto.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo que están «solos» y que «las fuerzas más poderosas del mundo están mirando desde lejos». ¿Cómo toma esto?
En primer lugar, quiero destacar el valor personal de Volodymyr Zelensky.
En mi opinión, puede decir lo que quiera sobre los líderes lejanos, porque él está allí mismo, en Kiev, y sabe que es el objetivo de esta guerra. Es muy posible que lo capturen y lo maten. Y sin embargo, está allí. Así que se ha ganado el derecho a hacer esas críticas.
Creo que lo que dice es natural. Siempre que te encuentres en esta situación, te vas a sentir solo. Si eres un país pequeño invadido por un país grande, si eres un país con un ejército pequeño invadido por un país con un ejército enorme y no tienes aliados militares que vengan a ayudarte, por supuesto que te sentirás solo. Creo que eso es normal.
Ya ha respondido a la forma en que Putin justificó sus acciones diciendo que es necesario «desnazificar» Ucrania. Pero él también negó la condición de Estado de Ucrania y afirmó que los residentes de habla rusa en la región del Donbás, en el este de Ucrania, están siendo sometidos a un genocidio, sin aportar ninguna prueba de ello. ¿Cómo toma estas palabras, que recuerdan también a la retórica de la Segunda Guerra Mundial?
Esos son los temas de 1938 y 1939.
Cuando recordamos a Hitler, tendemos a recordar la propia guerra y el Holocausto, que es muy importante. Y Putin ha profanado ese vocabulario.
Pero en 1938 y 1939, en la también muy importante preparación de la guerra, Hitler hizo el siguiente argumento: un Estado democrático vecino es una creación artificial, no tiene derecho a existir. Lo mismo que dice Putin sobre Ucrania, Hitler lo dijo sobre Checoslovaquia.
Hitler esgrimió el argumento, de nuevo totalmente ficticio, de que sus compatriotas en el extranjero estaban sufriendo terriblemente y tenían que ser rescatados. De manera muy similar, Putin habla de sufrimientos ficticios de los rusoparlantes en el Donbás.
Ambos hacen un falso gesto hacia la diplomacia y luego invaden.
Así que es sorprendente cómo se repite el patrón, hasta el punto de que casi parece un plagio.
Mucho antes de esta crisis, Putin dijo que Rusia y Ucrania son «un solo pueblo». ¿Hay algo de verdad sobre esto en términos históricos?
Puedo hablar de la historia, pero lo principal es preguntarle a los ucranianos. Se han hecho encuestas y la gran mayoría de los ucranianos dicen que Ucrania es una nación separada de Rusia.
Lo más importante es lo que piensa la propia gente. Porque incluso si Putin tiene una interpretación histórica terrible y yo una decente, ni siquiera esto es más importante que lo que la gente piensa de sí misma.
Como historiador puedo decir que las naciones se forman de forma compleja, conectadas con otras naciones, eso es normal. El surgimiento de la nación austríaca, la belga o incluso la italiana es complicado, como la historia de las naciones escandinavas, todas vinculadas entre sí pero que al final resultan sociedades distintas.
Ucrania y Rusia están conectadas, al igual que Ucrania y Polonia, o Ucrania y Lituania y Bielorrusia están conectadas históricamente.
Hay todo tipo de vínculos desde la Edad Media hasta el presente, pero también hay todo tipo de diferencias entre Ucrania y Rusia.
Territorialmente Rusia es un país enorme, mayoritariamente asiático, algo que Ucrania no es. Ucrania tuvo una conexión con todas las grandes tendencias europeas, como el Renacimiento y la Reforma, algo que Rusia no tuvo.
En el siglo XVII ya se hablaba de una especie de nación ucraniana, cosa que no ocurre en Rusia. Hubo un movimiento nacional ucraniano en el siglo XIX; no hubo nada similar en Rusia.
Pero lo más importante es cómo la gente imagina su futuro. Una nación parece tratarse del pasado, pero se trata realmente del futuro: de cómo un colectivo de personas ve lo que harán juntos. Y en ese sentido, está absolutamente claro que Ucrania es una nación separada.
¿Ve aquí un riesgo de escalada hacia el borde de una nueva Guerra Mundial?
Por supuesto, quiero decir, históricamente hablando todos se sienten más cómodos con la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, pero esto se parece un poco más al comienzo de la Primera Guerra Mundial. Se puede pensar que Rusia es como Serbia, haciendo una toma de tierras que afecta el orden circundante. O se puede cambiar la analogía y pensar que Rusia es como Austria y China como Alemania, y que Rusia está atrayendo a una potencia mayor a un conflicto mundial.
Creo que existe un riesgo así de escalada. Tiene que haber ese riesgo: cada vez que se inicia un gran guerra en medio de Europa, se arriesga algo. Y la responsabilidad de ese riesgo recae sobre los hombros de un hombre: Vladimir Putin.
Pero, al mismo tiempo, me ha impresionado la forma en que los estadounidenses han sido tan moderados en su respuesta.
Creo que el gobierno de Biden, de manera única entre las presidencias estadounidenses de los últimos 30 años, ha reconocido que podemos hacer algunas cosas, pero no podemos hacerlo todo. Y han pensado de antemano en las cosas que no van a hacer porque son demasiado arriesgadas.
Esa reflexión de la administración Biden es algo que me hace sentir mejor sobre los riesgos de escalada.
Claro que una gran diferencia, en especial con la Primera Guerra Mundial, son las armas nucleares, por lo que el riesgo es aún mayor para todo el planeta, ¿cierto?
No quisiera minimizar las decenas de millones de muertos de las dos guerras mundiales, pero por supuesto que eso es cierto.
Al mismo tiempo, no significa que cada país que tenga armas nucleares pueda decir a todos los demás lo que tienen que hacer sólo porque se refieran a sus armas nucleares. Eso tampoco sería un mundo tolerable.
fuente:bbcmundo