El flagelo de la delincuencia empuja a una policía salvadoreña a la migración irregular

El movimiento que aglutina a miembros del cuerpo policial en El Salvador asegura que los agentes no están exentos de las amenazas y ataques de grupos criminales. De acuerdo con la asociación en los últimos siete años unos 1.600 efectivos abandonaron el cuerpo por dichas razones.

“Soy de la Policía Nacional de El Salvador, pero también nosotros allá corremos peligro”, fueron las contundentes palabras que Sandra Carolina Alfaro Portillo, policía y migrante salvadoreña, dijo a la Voz de América desde la Joya en Texas, donde junto a sus dos hijos busca cruzar a Estados Unidos

Con lagrimas en los ojos y con desesperación en su voz, la salvadoreña clama una oportunidad para poder vivir el «sueño americano», o el concepto que para ella tiene este sueño y que se traduce en una simple palabra: seguridad.

“Los policías de El Salvador están bajo fuego y amenazas, literalmente”, aseguró la agente a la VOA. Portillo explicó que decidió emigrar de manera irregular con sus dos hijos a los Estados Unidos para proteger sus vidas.

El Movimiento de los Trabajadores de la Policía en El Salvador confirmó que, al igual que el resto de la población, los agentes policiales en el país como no están exentos de amenazas, y algunos toman la arriesgada decisión de emigrar con su familia de manera irregular a otro país.

Marvin Reyes, secretario general del movimiento, confirmó que “las razones son principalmente las amenazas de grupos criminales o grupos de pandillas, y en segundo lugar, las condiciones internas, que no son favorables”.

Solo en los últimos 7 años, Reyes afirma que alrededor de 1.600 miembros de la policía abandonaron la institución por tales motivos. “Un 95% ha emigrado ilegalmente para Estados Unidos, y el resto ha pedido asilo en otros países de Europa”, aseguró el representante del movimiento.

Portillo confirma que dentro del cuerpo policial están desprotegidos. Es por tal motivo que algunos “aún estando en la corporación se afilian a las pandillas” buscando protegerse y proteger a sus familias.

“Nosotros estamos en primera línea luchando por la vida y la seguridad de las personas […] pero duele el alma en ver cómo dejas a tu familia sin saber si las vas a volver a ver”, puntualizó la agente, quien recalcó que escapó por el bien de sus hijos.

Sobre el tema la Voz de América solicitó un comentario al despacho del presidente salvadoreño Nayib Bukele sin recibir respuesta.

Una sangría en las Fuerzas del Orden

De acuerdo con cifras oficiales, reveladas por la PNC a finales del año pasado, unos 507 policías fueron asesinados entre los años 2000 y 2020.

El Salvador, considerado por diversos organismos internacionales como uno de los países más violentos del mundo, ha tenido etapas, especialmente en el lapso entre 2015 y 2019, donde sus autoridades reportaban más de 16 homicidios por día.

Desde la llegada de Nayib Bukele a la presidencia uno de sus principales logros fue disminuir la tasa de asesinatos, algo que la oposición e investigaciones periodísticas achacan a una negociación con las pandillas, hecho que el mandatario ha negado.

* Con información de Víctor Castillo.

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