Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv ha identificado un patrón específico de cambios en el tejido pulmonar sano que tienden a aparecer antes del cáncer de mama metástico, lo que podría permitir un diagnóstico preventivo y un tratamiento profiláctico antes de que la metástasis se vuelva letal, informó Ynet.
Los cambios se identificaron en la zona conocida como “el microambiente” del tumor, y concretamente en el tejido conectivo conocido como fibroblastos.
Según los investigadores, estos cambios en los tejidos son una señal temprana para el posible desarrollo de células cancerosas diseminadas, o metástasis.
Afirman que la comprensión del proceso metastásico y su diagnóstico en una fase tan temprana puede conducir a un tratamiento profiláctico que salve vidas.
El estudio fue dirigido por la profesora Neta Erez, directora del Departamento de Patología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv, en colaboración con el Dr. Ofir Shaní y la Dra. Yael Raz.
En muchos tipos de cáncer, entre ellos el de mama, los pacientes no mueren necesariamente por el tumor primario. La principal causa de mortalidad son las metástasis que se extienden a órganos vitales y se multiplican en ellos, explican los investigadores.
Las metástasis pueden aparecer al cabo de varios años incluso en pacientes que se han sometido a todos los tratamientos ofrecidos, incluida la extirpación quirúrgica del tumor primario, quimioterapia o radiación destinada a destruir cualquier tumor residual.
Los métodos de seguimiento disponibles actualmente solo pueden detectar las metástasis en niveles más avanzados que no siempre pueden tratarse.
Los científicos investigaron el período entre la recuperación y la aparición de metástasis, denominado “caja negra”, con el fin de comprender el proceso metastásico y detectarlo en sus primeras fases.
En los últimos años, sus investigaciones han revelado que los tejidos se transforman para proporcionar un entorno más hospitalario para las metástasis mucho antes de que las células cancerosas aparezcan por primera vez en el órgano.
El nuevo estudio se enfoca en las células del tejido conectivo conocidas como fibroblastos, que se encuentran en los pulmones.
“En una situación normal, los fibroblastos desempeñan un papel central en la curación de lesiones en los pulmones, pero estudios recientes revelaron que el cáncer puede aprovecharlos y hacer que produzcan un entorno de apoyo”, explica Erez.
“En el marco del estudio, realizamos la secuenciación de todos los genes que se expresan en fibroblastos tomados de los pulmones de ratones en un modelo de metástasis de cáncer de mama”.
Los investigadores compararon los resultados de la secuenciación tomados de pulmones sanos, de pulmones con micrometástasis y de pulmones con metástasis grandes y lograron caracterizar los procesos que ocurren en el tejido pulmonar en preparación para la recepción de metástasis.
Además, identificaron específicamente las proteínas que inician los procesos de “reconexión” en los fibroblastos y descubrieron que la proteína MYC, conocida como un motor central en la aceleración de la división de las células cancerosas, es una de las proteínas presentes en estos procesos.
El estudio reveló que esta proteína también desempeña un papel importante en los cambios que se producen en los fibroblastos hacia la recepción de metástasis.
“Creemos que, en el futuro, nuestros hallazgos pueden ayudar a detectar el proceso metastásico incluso antes de que las células cancerosas diseminadas prosperen y colonicen el órgano afectado, con el fin de proporcionar un tratamiento profiláctico”, concluyó Erez.