Pierre, un joven francés que vive en Nueva York, no tuvo dudas a la hora de elegir dónde viajar para pasar unos días de vacaciones el pasado noviembre.
«Decidí ir a México porque no pedían tests de covid-19 para entrar. Queríamos ir a las islas Turcas y Caicos, pero había muchas restricciones. Así que, aunque México no era nuestra primera opción, decidimos ir a lo fácil», cuenta.
Como él, miles de turistas internacionales -especialmente desde Estados Unidos- han visto en México una especie de oasis para viajar en pandemia gracias a sus casi inexistentes restricciones por coronavirus para ingresar vía aérea.
El gobierno mexicano, que ha recibido no pocos cuestionamientos por esta postura casi inédita en el mundo, insiste en que restringir la entrada de turistas no tiene un efecto claro para la reducción del número de contagios en un país que supera los 170.000 muertos por covid-19.
En lo que sí ha ayudado esta estrategia, sin embargo, es a que una de las principales fuentes de ingresos en México haya podido sobrevivir a la pandemia algo mejor que en otros países donde el turismo quedó, casi literalmente, aplastado por el virus.
Tercer país más visitado
La Organización Mundial del Turismo calificó 2020 como «el peor año de la historia del turismo» en el mundo, con mil millones menos de llegadas internacionales y un descenso del 74% respecto a 2019.
Pero en México, a falta de los datos del final del año, las últimas estimaciones de su Secretaría de Turismo (Sectur) y del Consejo Nacional Empresarial Turístico cifran esa caída en el país en «solo» un 44% o 45%.
Según la Sectur, de hecho, este menor impacto supondría que México ascendería del séptimo al tercer lugar en la lista de países que reciben más turistas internacionales.
El secretario de Turismo mexicano, Miguel Torruco, dejó claro que esta mejoría es algo «coyuntural» y posiblemente «temporal», hasta que las afectaciones por el covid-19 en el turismo se ajusten a la nueva normalidad en el futuro.
Pero sobre cuál ha sido la principal causa de que México haya podido salvar el desastre turístico mejor que otros competidores parece no haber duda.
«Es obvio que uno de los principales factores por el que México avanzó en este ranking es porque las autoridades mantuvieron espacios aéreos abiertos, al margen de que obviamente tenga atractivos turísticos que nos hacen estar entre los más visitados del mundo», dice Gustavo Armenta, director de comunicación de la Sectur.
«Si a eso le sumas que otros países competidores como los del Caribe sí que cerraron sus cielos y pusieron restricciones, claramente son factores que hicieron que ese turismo se canalizara a México», agrega.
«Por supuesto que las pocas restricciones para viajar relacionadas con el covid influyeron en el turismo internacional hacia México», coincide Stephen McGillivray, jefe de marketing de Travel Leaders Group, una de las mayores compañías de agencias de viaje en EE.UU. y Canadá.
La mayoría de entradas de extranjeros por avión en México durante 2020 siguió llegando precisamente de estos dos países: 65% del total fueron estadounidenses y 12,3% canadienses, según la Sectur.
«Muchos de los destinos más buscados por viajeros estadounidenses y canadienses fueron ciudades de México como Cancún, Riviera Maya / Playa del Carmen / Tulum, Los Cabos y Puerto Vallarta», confirmó por escrito la agencia de viajes online Expedia en México.
Zach Rabinor, presidente de la empresa de turismo de lujo Journey Mexico, destaca que aunque su actividad cayó un 51% respecto a 2019, la situación en el país podría haber sido peor.
«Las visitas a México se vieron beneficiadas por restricciones en otras latitudes. Aquí, el negocio nunca se paró por completo y durante todo el año 2020 hubo servicio aéreo disponible desde las principales ciudades de Norteamérica».
En contraste con la situación de México, las agencias citan populares destinos en Europa como Italia, España o Reino Unido como algunos de los que vieron mayor caída entre sus clientes por las restricciones de viaje y el cierre de sus fronteras.
En América Latina, lugares con grandes pérdidas de turismo fueron «Puerto Rico, Perú y principalmente Brasil, muy afectado por la cepa brasileña del virus que hizo que grandes emisores de su turismo cortaran sus vínculos», le dice el presidente de la Confederación de Organizaciones Turísticas de América Latina (Cotal), Guillermo Schneider.
Debate por la postura de México
La estrategia de México de mantener sus cielos abiertos durante toda la pandemia ha sido cuestionada desde el inicio de la crisis.
Aunque su frontera terrestre con EE.UU. sí que está cerrada a viajes no esenciales como turismo, sus aeropuertos nunca cerraron. A los viajeros que llegan al país solo se les pide que rellenen un formulario de salud y se les toma la temperatura.
Y aunque la inmensa mayoría de países que fueron reabriendo sus fronteras exigen tests de covid-19 negativos o cuarentenas obligatorias para permitir la entrada de todos los viajeros o de determinadas nacionalidades, la política de México se ha mantenido igual.
Según el mapa de regulaciones de viaje por covid-19 de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), México es uno de los pocos países del mundo calificados como «no restrictivos» junto a otros como Afganistán o Macedonia del Norte.
En América, México es el único país con restricciones tan laxas. Costa Rica, que vive principalmente del turismo, tampoco exige prueba de covid-19 pero sí un seguro médico a extranjeros que cubra los costos de tratamiento si se contrajera la enfermedad y de alojamiento en caso de cuarentena.
Pero Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud de México y cara visible del gobierno frente a la pandemia, volvió a descartar que el país vaya a endurecer los requisitos de ingreso para viajeros.
«Quiero reiterar que la posición de la Organización Mundial de la Salud, consistente con las recomendaciones del Reglamento Sanitario Internacional, no es favorable a estas medidas», insistió el pasado 1 de febrero.
Además, aseguró que la contribución que viajeros internacionales podrían tener en el aumento de casos de un país como México que ya tiene una transmisión activa del virus en su territorio «es francamente pequeña», ni aunque llegasen de lugares con un alto número de contagios.
«Entre otras cosas, porque está muy documentado que las personas viajeras generalmente son personas de bajo riesgo o de baja probabilidad de tener enfermedad activa, precisamente porque en general, las personas no viajan estando enfermas», declaró.
La Organización Panamericana de la Salud, sin embargo, alertó el pasado 3 de febrero de que los contagios y muertes por covid-19 en México estaban aumentando especialmente «en los estados que trajeron un turismo significativo en la temporada navideña» como Guerrero, Quintana Roo, Nayarit y Baja California Sur.
La singular estrategia seguida por México es debatida por muchos en el propio sector médico de México.
«Todos los países están tomando estas medidas para vigilar y controlas las entradas de viajeros porque funcionan y hay que impedir que entren los contagios. Pero México no quiere el agravio que representaría para el turismo, para las importaciones, para la economía del país», dice Laurie Ann Ximénez-Fyvie, doctora mexicana en Ciencias Médicas.
«Pero si un científico [López-Gatell] está diciendo que una medida muy lógica y comprobada no funciona, pues no está hablando como epidemiólogo, ¿verdad? Está hablando como un político, defendiendo la postura del presidente que prefiere no hacer estos cercos sanitarios porque no quiere asumir ese costo», asegura la autora del libro «Un daño irreparable. La criminal gestión de la pandemia en México».
Pierre, el joven francés que aprovechó esa facilidad para entrar a México para disfrutar de unas vacaciones en la isla de Cozumel, no tiene clara pese a ello su opinión sobre esta ausencia de medidas.
«No te puedo decir si me parecen correctas o insuficientes. Supongo que será porque en México necesitan turistas, así que no ponen las restricciones como otros países, ¿no?», se pregunta.
Solución para cuarentenas
Pero además de un oasis para turistas, México también se ha convertido en una solución para quienes quieren viajar a otro lugar pero no pueden hacerlo directamente desde su país por las prohibiciones sanitarias vigentes.
Así, México es una de las opciones elegidas por muchos viajeros para hacer una «escala larga» de dos semanas antes de poder seguir a su destino, especialmente a EE.UU.
Washington sigue prohibiendo la entrada a personas que hayan estado en los últimos 14 días en Europa, Brasil, Sudáfrica, China e Irán. Pero los viajeros desde México son bienvenidos.
Daniel, un español que tenía que viajar a Miami desde su país en julio, pasó esta cuarentena obligada en Ciudad de México. Su cercanía con EE.UU., tener un amigo en la capital mexicana y que le resultara «relativamente barato» pasar allí dos semanas hicieron que esta le pareciera la mejor opción.
El joven considera que esta prohibición para viajeros desde la zona Schengen en Europa «nunca ha tenido sentido desde el punto de vista científico tras los dos primeros meses de pandemia».
«Cuando viajé en julio a México, apenas se daban casos de covid-19 en España. EE.UU. me prohibía viajar desde un país donde virtualmente no había casos, pero no ponía ningún tipo de restricción a volar desde México, donde entonces había más de 600 muertos al día», critica.
Pero las organizaciones turísticas destacan que hay también otros motivos por los que los viajeros eligen México para viajar, como todas las medidas tomadas en hoteles u otros negocios del sector en el país para salvaguardar la salud del turista.
Según Armenta, de la Sectur, «la percepción de la gente que quiere viajar cuenta muchísimo, y si está pensando ir a un lugar y cree que no hay medidas sanitarias, se lo va a pensar dos veces».
Desde Travel Leaders Group, McGillivray dice que «México tiene algunos de los mejores resorts del mundo que pronto adoptaron protocolos de salud y seguridad. Estos ‘todo incluidos’ se hicieron aún más atractivos en pandemia porque no tienes que salir del resort ni exponerte a gente que sale y entra de la propiedad».
El francés Pierre confirma que se sintió «muy seguro» en el hotel de México en el que se alojó, donde los empleados llevaban cubrebocas, había gel antibacterial por todos lados y a los huéspedes se les tomaba la temperatura.
«Claro que cuando salías de fiesta, en los bares sí que veías a la gente bailar, abrazarse y sin distancia. Era todo como muy 2019″, recuerda.
Daniel dice que durante su estancia en julio en Ciudad de México le «sorprendió gratamente» el grado de concientización de la población en cuanto a respetar las medidas de seguridad si lo comparaba con España o EE.UU.
«Las medidas eran entonces ligeramente más laxas que en España, que salía de un estricto confinamiento domiciliario. Pese a ello, me sentía más seguro en México ya que, pese a tener unas medidas menos restrictivas, me pareció que se respetaban mucho más», opina.
¿Qué pasará en 2021?
El futuro de la pandemia es incierto y también el impacto que seguirá teniendo este año en el turismo.
El consejo Nacional Empresarial Turístico de México pronosticó en un informe de enero que las llegadas de turistas internacionales podrían aumentar un 10% este año, aunque aún estarían un 40% por debajo de las de 2019 y prevé un «muy largo» camino para la recuperación del sector.
También está por ver cómo afectará a México algunas medidas que recientemente tomaron los principales países de procedencia de su turismo extranjero.
Canadá suspendió sus vuelos a México y el Caribe hasta el 30 de abril por la pandemia, mientras que EE.UU. exige un test negativo de covid-19 desde el 26 de enero para ingresar vía aérea al país, incluidos sus ciudadanos que regresan a casa.
«Sí, veremos por este requisito una caída (en los viajes desde EE.UU.) pero esperamos que no sea enorme, dada la infraestructura para realizar tests que se está construyendo en México, especialmente en las áreas turísticas más populares», dice Erika Richter, directora de comunicación de la Sociedad Estadounidense de Asesores de Viaje (ASTA).
Desde la empresa Journey Mexico, su presidente confirma que tras la entrada en vigor de esta medida «se presentó una ola corta de cancelaciones y viajes pospuestos» desde EE.UU., pero que la actividad ya se ha regularizado.
Pese a las nuevas medidas, tanto Pierre como Daniel piensan regresar a México en las próximas semanas. El primero nuevamente de vacaciones desde Nueva York, y el segundo para pasar otra cuarentena rumbo a Miami desde Europa.
Al francés le preocupa el que ahora se exija un test negativo para volver a EE.UU. por el riesgo de que pudiera dar positivo en México y«quedar bloqueado allí».
Pero al español le parece bien que se pida una prueba de coronavirus antes de embarcar en el país de origen para viajar «de forma segura» y, de hecho, considera que México también debería hacerlo.
Sin embargo, no cree que sea un factor diferencial a la hora de explicar los contagios. «EE.UU. y la mayoría de países europeos restringen enormemente los viajes internacionales y los casos están igualmente disparados», opina.
Lo que está claro es que el turismo seguirá sumido en una incertidumbre a la espera de ver cómo evoluciona la pandemia.
Schneider, de la Cotal, cree que quizá esto contribuya a una «profesionalización del sector» y a que los viajeros recurran más al turismo organizado y de agencias por la idea de que sus protocolos de salud y seguridad puedan reducir su posibilidad de contagiarse en vacaciones.
«Ojalá sea antes, pero nosotros calculamos que 2022 será el año de la actividad turística. La gente va a empezar a viajar como nunca porque esa es una actividad que no se puede cambiar en el carácter de la gente» concluye.
fuente,bbcmundo