Aunque varios países han propuesto contar con un certificado que permita a las personas inmunizadas viajar sin cuarentenas, la OMS aún no da luz verde a la idea.
BOGOTÁ – La pandemia ha traído consigo nuevos significados a conceptos como restricciones, aislamiento o vacuna. Ahora se debate uno que algunos países defienden, pues daría movilidad a millones de pasajeros en el mundo que ya han sido vacunados: el pasaporte de inmunidad.
La Voz de América le explica cuáles son las ventajas, pero también los inconvenientes de esta iniciativa.
¿Qué es el pasaporte de inmunidad?
En principio, el pasaporte de inmunidad» o «certificado sin riesgo» se planteó como un documento que permitiría a las personas viajar o regresar al trabajo, asumiendo que están protegidas contra la reinfección, porque certifica que alguien ya ha sido contagiado por el SARS-Cov-2. De esta manera, no tendrían que cumplir con algunas de las restricciones impuestas por la pandemia.
Actualmente, con la aparición de la vacuna, algunos países del mundo proponen un pasaporte para certificar que la persona ya ha sido vacunada contra el COVID-19, con el fin de facilitar su movilidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el año pasado que estaba trabajando en un certificado de vacunación electrónico. Se trataría de una «tarjeta amarilla inteligente» o, lo que es lo mismo, una versión digital de los folletos de vacunas amarillas que se utilizan en muchos países.
¿Cuáles son las ventajas?
Permitiría que los viajeros puedan moverse entre diferentes países, mejorando su calidad de vida, libre de contagios. Para los Estados que dependen del turismo, sería un aliciente que impulsaría sus economías. Las aerolíneas, por supuesto, serían uno de los sectores más beneficiados.
¿Cuáles son las desventajas?
Aún no está claro si la persona que se vacuna deja de contagiar a los demás, pues hasta el momento, se afirma que la inmunización protege al paciente del desarrollo de la enfermedad, pero no de infectar a los otros.
Dicen algunos que el certificado, además, podría generar discriminación, puesto que otorgaría derechos que otros estarían lejos de obtener, ya que es evidente que la escasez de vacunas, hasta el momento, no permite que todas las personas sean inmunizadas. O hay países donde la mayoría de la población será inmunizada antes que la de otras que no tenga las mismas opciones.
Y no hay que olvidar a aquellos que, por razones clínicas o médicas, no podrán vacunarse. Es más, hay millones de personas que aún no creen en la vacuna y podrían verse rezagados con esta decisión.
¿Qué dice la OMS?
El Comité de Emergencia de la OMS rechazó, a mediados de enero, un pasaporte de vacunados de COVID-19 para poder viajar.
«En estos momentos, pedimos que no se introduzcan requisitos de prueba de vacunación o inmunidad para los viajes internacionales como condición de entrada, ya que todavía existen importantes incógnitas en cuanto a la eficacia de la vacunación para reducir la transmisión y respecto a la limitada disponibilidad de vacunas.
Estar vacunado no debería eximir a los viajeros internacionales de cumplir otras medidas de reducción del riesgo de los viajes», estableció el comité.
¿Qué países apoyan la iniciativa?
Aunque ningún país cuenta con un documento oficial, varios han confirmado estar en proceso de implementar el pasaporte, como Dinamarca o Estonia.
Dinamarca informó, a comienzo de este año, que trabaja en un «pasaporte de vacunas» digital para las personas que recibieron la vacunación, dando la posibilidad a los viajeros de trasladarse a países donde se exigen tales documentos durante la pandemia.
«Se espera que haya requisitos de otros países para presentar la documentación de la vacuna al ingresar. Aquí se puede usar un pasaporte danés de la vacuna», dijo el Ministerio de Salud en un comunicado.
Estonia señaló, en 2019, que estaba probando un «pasaporte de inmunidad digital» para dar seguimiento a los pacientes recuperados, con algo de inmunidad. No obstante, existían dudas sobre cuánto tiempo dura la protección.
Rusia también ha propuesto la creación de pasaportes de vacunación o inmunidad «verdes» para entregar a los vacunados. Incluso, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, solicitó al gobierno estudiar la posibilidad de que el documento sea válido internacionalmente.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, envió una carta a mediados de este mes a sus colegas en Europa para solicitar el documento. «Aunque nosotros no vamos a hacer que la vacunación sea obligatoria ni un prerrequisito para viajar, las personas que se han vacunado deberían tener libertad para viajar».
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó la iniciativa de «buena idea», pero señaló que es un tema que debe ser discutido. Por su parte, la ministra de Industria, Comercio y Turismo de España, Reyes Maroto, a medidos de enero, expresó su apoyo al certificado de vacunación a nivel europeo para reactivar el turismo.
No obstante, la semana pasada, la Unión Europea rechazó por ahora un certificado de vacunación que permitiera viajar sin guardar cuarentena o sin tener que aportar una prueba negativa.
En Latinoamérica, aunque no es un documento como el pasaporte de inmunidad, Chile diseñó un pasaporte sanitario COVID. «Es un documento —reza el portal ChileAtiende, una red multicanal del Gobierno chileno— que se entrega a todas las personas provenientes del extranjero y aquellas que circulan por el territorio nacional, e ingresan a alguna zona con Aduana Sanitaria por vía terrestre, aérea o marítima» y que les permitirá trasladarse por el país.
¿Qué dicen las aerolíneas?
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) apoya el hecho de que las personas puedan viajar, tras haber recibido la vacuna, sin necesidad de ponerse en cuarentena.
«La semana pasada, el gobierno griego propuso que las personas vacunadas estén inmediatamente exentas de las restricciones de viaje, incluida la cuarentena. La IATA apoya las iniciativas de los gobiernos, incluidos Polonia, Letonia, Líbano y Seychelles, para implementar esta exención», señaló la asociación el miércoles, en un comunicado.
Por ejemplo, British Airways dijo el viernes que probaría el uso de un pasaporte médico de viaje móvil, VeriFLY, el cual usa American Airlines desde el 23 de noviembre.
VeriFLY registra los documentos que necesita el viajero para movilizarse y los resultados de la prueba COVID-19, a través de una aplicación.