Unos 20 militantes del partido de oposición Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) fueron atacados a balazos en El Salvador, luego de presenciar un mitin electoral. Un hecho que el dirigente del partido ha calificado como “terrorismo” y que no se vive desde la pasada guerra civil y la posterior firma de la paz en 1992.
SAN SALVADOR – A las puertas de una elección donde El Salvador decidirá sus próximos representantes en el Congreso y en las municipalidades, la violencia electoral salió de las redes sociales a las calles: Gloria Rogel del Cid y Juan de Dios Tejada regresaban el domingo por la tarde de un mitin electoral en la capital salvadoreña, cuando fueron atacados a balazos. Ambos murieron y dos personas más están ingresadas en el Hospital Rosales, en San Salvador.
Desde el domingo por la noche, el país centroamericano, de al menos siete millones de habitantes y el más pequeño en territorio en la región, busca una respuesta. ¿Qué provocó este hecho? ¿Ha entrado el país en un camino similar al que lo llevó a una guerra hace 40 años? La respuesta que los dirigentes de al menos cuatro partidos políticos manejan es que el ataque está directamente relacionado con el discurso del gobierno en contra de sus opositores.
En varias oportunidades, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha catalogado a sus adversarios políticos con fuertes epítetos, entre ellos “basuras”. Incluso ha insinuado que “si fuera un dictador ya hubiera fusilado” a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en un afán de salvar vidas a cambio.
Ese discurso se multiplicó en las redes sociales, donde cuentas anónimas y páginas de noticias afines al presidente han utilizado la misma retórica en contra de la ciudadanía crítica, la prensa independiente y los partidos políticos no alineados al Gobierno. Hoy, la burbuja parece haber explotado y su furia acabó con la vida de dos personas.
Sin embargo, el presidente ha insinuado desde el domingo por la noche que el ataque pudo haber sido un plan del partido opositor “en su desesperación” por no perder las elecciones. “Parece que los partidos moribundos han puesto en marcha su último plan. Qué desesperación por no perder sus privilegios y su corrupción. Pensé que no podían caer más bajo, pero cayeron”, dijo.
El FMLN, un partido que gobernó por 10 años y que entregó el poder al ahora presidente en junio de 2019, es el adversario menos peligroso en la contienda electoral salvadoreña. Las encuestas lo ubican en el tercer lugar, muy por debajo de ARENA, un partido de derecha que gobernó durante 20 años. Ni siquiera ARENA se acerca a los números que saca el partido Nuevas Ideas, promovido por el presidente Bukele.
La encuesta publicada en diciembre por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP), de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) indica que en la intención de voto por bandera, Nuevas Ideas tiene un 64 % de ventaja, frente al 6,3 % de ARENA y el 5,4 % del FMLN.
Un implicado es PPI del Ministerio de Salud
Los primeros hallazgos de la Policía indican que dos de los implicados en el ataque son miembros de la unidad de Protección a Personalidades Importantes (PPI) asignados al Ministerio de Salud de ese país. Ellos y uno más y habrían sido las personas que cruzaron su vehículo frente al camión que transportaba a los militantes de oposición y abrieron fuego contra ellos, entre quienes había niños.
Aunque el dirigente y secretario general del FMLN, Óscar Ortiz, dijo que ninguno de los militantes andaba armado, el presidente Bukele publicó en su cuenta de Twitter que dos de los cinco capturados son militantes del FMLN, que al parecer respondieron al ataque armado de igual forma. Un hecho que el fiscal general de El Salvador, Raúl Melara, no se atreve a corroborar sin que haya una investigación de por medio.
Tanto la embajada de Estados Unidos en El Salvador, por medio del encargado de negocios, Brendan O’Brien, como la coordinadora residente de las Naciones Unidas en El Salvador y Belice, Birgit Gerstenberg, y el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se pronunciaron ante el hecho.
O’Brien ofreció su apoyo a la Fiscalía y a la policía para lanzar una investigación “transparente e independiente”.
“Como embajada de Estados Unidos, expresamos nuestras sinceras condolencias a las víctimas de los ataques de esta noche. Cualquier violencia es inaceptable y los responsables deben ser llevados ante la justicia”, dijo. Almagro pidió que se juzgue a los responsables.
“No somos sus enemigos, somos adversarios políticos”
Si en algo concuerdan los dirigentes del resto de partidos políticos ajenos al gobierno salvadoreño es que el ataque está directamente relacionado con el “discurso de odio” emitido por el presidente Bukele en contra de sus adversarios.
“El discurso de odio del presidente genera violencia y muerte”, dijo la exdiputada y actual dirigente del FMLN, Lorena Peña. “ARENA condena enérgicamente esta violencia política que atenta contra la seguridad, la vida, la democracia y los derechos humanos”, agregó el presidente del partido de derecha, Erick Salguero.
A una reunión de urgencia convocó el fiscal general a los partidos políticos. Todos asistieron, menos el partido del presidente: Nuevas Ideas.