Los investigadores están estudiando la efectividad de las vacunas existentes para las nuevas variedades del coronavirus.
MIAMI, FLORIDA – En medio de los esfuerzos del nuevo presidente de EE.UU., Joe Biden, para hacer frente a la pandemia de COVID-19, los científicos se preocupan de que las nuevas variantes potencialmente más contagiosas del coronavirus eventualmente compliquen los esfuerzos para derrotar con rapidez a la enfermedad.
El surgimiento de nuevas variantes no es una sorpresa para los investigadores, pero algunos señalan que hay que comprender mejor su proceso de transmisión y la efectividad de las vacunas contra ellas.
Por el momento, las hospitalizaciones por COVID-19 han disminuido en Estados Unidos después de alcanzar niveles sin precedentes este mes, lo que podría indicar que la curva de repunte en el invierno está comenzando a aplanarse.
Estados Unidos ya suma más de 24,5 millones de infecciones y más de 410.000 muertes por coronavirus.
En otra noticia alentadora, el Reino Unido reportó que el nivel de nuevas infecciones está disminuyendo en el país.
El jueves, Biden firmó una serie de órdenes ejecutivas dirigidas a combatir la pandemia, que incluyen una nueva estrategia nacional cuyo objetivo es acelerar la vacunación, reforzar las medidas de prevención y ofrecer alivio económico.
Uno de los decretos establece la obligación de usar mascarillas en instalaciones federales y en viajes interestatales, ambos bajo jurisdicción de la Casa Blanca, durante los próximos 100 días.
El presidente también ordenó que se incremente la producción de una jeringuilla que los farmacéuticos han descubierto que les permite extraer una dosis adicional de los frascos de vacunas.
Alrededor de 15,1 millones de personas han recibido al menos la primera dosis de una vacuna contra COVID-19 en el país, una cifra muy baja en relación con los planes de la administración Trump de vacunar a 20 millones en diciembre.
Los esfuerzos de vacunación han chocado con numerosas dificultades, entre ellas problemas logísticos, fallas burocráticas y escasez de vacunas, lo que ha provocado en EE.UU. que muchas personas sufrieran la cancelación de sus citas para vacunarse.
Vacunas para los países pobres
Por otro lado, Estados Unidos informó el jueves a la Organización Mundial de la Salud que se unirá a la iniciativa COVAX para suministrar vacunas de COVID-19 a los países pobres.
Muchos de estos países, algunos en América Latina, carecen de los recursos para adquirir las vacunas a los laboratorios multinacionales y están sufriendo con fuerza el rigor de la pandemia.
En Perú, por ejemplo, un grupo de médicos se declaró en huelga de hambre esta semana para protestar por la falta de preparación del gobierno para una segunda ola de casos de COVID-19.
La agencia Reuters reportó el jueves que la iniciativa COVAX anunció una meta de enviar 1.800 millones de vacunas a los países pobres en 2021 y espera cumplir acuerdos de suministro para países ricos en el segundo semestre del año.