El candidato a secretario de Estado del presidente electo Joe Biden, Antony Blinken, aseguró el martes que la administración entrante no moverá la embajada de EE.UU. de Jerusalén y que consultará con Israel y los aliados árabes en Oriente Medio antes de tomar decisiones sobre el reingreso al acuerdo nuclear con Irán, informó Haaretz.
“Es de vital importancia que participemos en el despegue, no en el aterrizaje, con nuestros aliados y socios en la región, para incluir a Israel y a los países del Golfo”, dijo Blinken en referencia al acuerdo con Irán.
“Un nuevo acuerdo podría abordar las “actividades desestabilizadoras” de Irán en la región, así como sus misiles”, aseveró durante su audiencia de confirmación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
“El desafío que enfrentamos ahora es que nos retiramos del acuerdo. Irán está tomando medidas para deshacer las diversas limitaciones que se le impusieron, por lo que ha aumentado la cantidad de uranio poco enriquecido. Ahora se está enriqueciendo a un nivel más alto. Está desplegando centrifugadoras en violación del acuerdo”, dijo Blinken.
“El tiempo que le tomaría a Irán producir suficiente material para un arma nuclear se ha reducido a unos tres o cuatro meses, basado por lo menos en la información pública”, agregó.
“Esto nos lleva de vuelta al punto de crisis antes de negociar el acuerdo. El presidente electo cree que si Irán vuelve a cumplir, nosotros también lo haríamos. Utilizaríamos esto como plataforma con nuestros aliados y socios, que una vez más estarían del mismo lado que nosotros, para buscar un acuerdo más prolongado y más fuerte”.
“Creo que estamos muy lejos de ello, tendríamos que ver una vez que el presidente electo asuma el cargo. Qué medidas adopta realmente Irán, tendríamos que evaluar entonces si realmente están cumpliendo con sus obligaciones”.
El nuevo jefe de la diplomacia estadounidense aseguró al comité que la nueva administración cooperará con el Congreso para crear un consenso antes de cualquier posible reingreso al acuerdo nuclear.
Blinken desempeñó un papel fundamental en la aprobación del acuerdo en el Congreso, y durante toda la campaña electoral sostuvo que la decisión de Trump de retirarse del pacto puso en peligro la seguridad de Israel.
El año pasado dijo a Jewish Insider que incluso si el acuerdo se renueva de alguna forma y se suspenden las sanciones relacionadas con la energía nuclear de Irán, Estados Unidos “continuará con las sanciones no nucleares como una forma de presionar contra el mal comportamiento de la República Islámica en otras áreas”.
Durante su audiencia ante el Senado, Blinken aplaudió los acuerdos de normalización negociados por Estados Unidos entre Israel y varios países árabes, diciendo que hacen del Oriente Medio una región más segura, Sin embargo, subrayó que el gobierno de Biden “examinará detenidamente” algunos compromisos que se hicieron en esos acuerdos.
Al parecer, se refería al acuerdo sobre la venta de aviones de combate F-35 a los Emiratos Árabes Unidos y la necesidad de preservar la ventaja militar cualitativa de Israel, como lo requiere la actual ley estadounidense.
Expresó su esperanza de que los Acuerdos de Abraham proporcionen a Israel una nueva sensación de “confianza y seguridad” para llegar a un acuerdo con los palestinos y aseguró que la nueva administración no anulará el reconocimiento de Jerusalén como la capital del Estado judío.
Señaló que el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel es sacrosanto y destacó que el primer viaje de Biden como senador fue a Israel, donde se reunió con Golda Meir e Yitzhak Rabin, y que desde entonces ha trabajado con todos los primeros ministros israelíes.
“La mejor manera, y tal vez la única manera, de asegurar el futuro de Israel como un Estado judío y democrático – y dar a los palestinos el Estado al que tienen derecho – es a través de la llamada solución de dos Estados”, enfatizó.
Su mensaje a los votantes judíos durante la campaña electoral fue que Donald Trump no era bueno para Israel, porque el daño que ha hecho a Estados Unidos en el ámbito internacional afecta negativamente a su aliado.
Asimismo, destacó el apoyo de Biden a Israel, declarando explícitamente que “no vinculará la asistencia militar a ninguna decisión política tomada en el país”.