El primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu y el ministro de Salud, Yuli Edelstein, visitaron un centro de vacunación del servicio de salud Maccabi en la ciudad de Ramla para acompañar en su inoculación de la primera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech a la persona número dos millones en ser vacunada: Margaret El Soso, de 22 años, asistente en un jardín de niños en dicha ciudad.
“Ya se ha convertido en una rutina… Es algo a lo que estamos felices de acostumbrarnos, pero sobre todo queremos terminar esto”, dijo Netanyahu. “Continuaremos hasta el próximo millón”.
Netanyahu dijo que “si todos nos aseguramos de seguir las reglas y nos inscribimos para la vacunación, seremos el primer país en dejar atrás esta situación. Acortaremos el confinamiento tanto como sea posible, pero necesitaremos cooperación”, de acuerdo con el portal Walla! News.
Israel transita por el momento por un duro confinamiento debido al rebrote de COVID-19 que afecta a su población. Desde inicios de semana, más de 9,000 contagios diarios de coronavirus se han confirmado, mientras que los pacientes graves llegaron a 1,117, de los que 249 están en condición crítica y 280 están intubados.
Netanyahu también se refirió al llamado “pasaporte verde” que se entregará a los que estén vacunados. “He tenido varias conversaciones con el ministro de Salud para que este plan entre en vigencia lo antes posible, lo que nos permitirá comenzar a volver a la rutina normal”, dijo.
Sostuvo que mientras que en algunos países a nivel mundial hablan de un confinamiento que se podría extender hasta abril, eso será algo que en Israel no ocurrirá.
El mandatario afirmó que recibe constantemente comunicaciones de líderes de países extranjeros que han solicitado ayuda y asistencia de Israel. “Les dije que intentaremos ayudarlos en la medida de lo posible, luego de que terminemos de vacunar a nuestros ciudadanos, incluidos a nuestros vecinos”, indicó, en referencia a la Autoridad Palestina.
No obstante, instó a los ciudadanos israelíes a continuar cumpliendo con las normas sanitarias, pues dijo que “el virus sigue aquí y estará entre la población joven que no ha sido vacunada”.
Durante su intervención, Edelstein se refirió a la discutida a nivel gubernamental y apenas hoy aprobada autorización para vacunar contra COVID-19 a los presos de cárceles israelíes, incluidos aquellos de origen palestino que purgan una condena por delitos de seguridad.
“Mantenemos todos los lineamientos del Comité de Priorización, independientemente de nuestros sentimientos personales al respecto. Todos deben estar vacunados. Un prisionero no vacunado le costará al Estado su cuarentena, su equipo médico y eventualmente también su respirador”.
Hasta el momento, además de los 2 millones de personas que han recibido la primera dosis de la vacuna, poco más de 150 mil han recibido ya desde esta semana la segunda dosis de Pfizer-BioNTech.