Al ser un nombramiento político, y no un diplomático de carrera, dejará el país cuando tome posesión el demócrata Joe Biden y salga del poder quien lo nombró, Donald Trump.
Con la salida de Donald Trump del poder el 20 de enero próximo, el embajador estadounidense en El Salvador, Ronald Douglas Johnson, también dejará el país.
Así fue confirmado a El Diario de Hoy por diversas fuentes dentro y fuera de la Embajada Americana, quienes recibieron la información de la partida del diplomático.
Por ser un nombramiento político, y no un diplomático de carrera, el cargo de Ronald Johnson respondía más a una línea del gobierno de Donald Trump que al Departamento de Estado.
Matt Boland, Consejero para Asuntos Públicos de la Embajada de los EE.UU. en San Salvador, explicó a El Diario de Hoy que “los embajadores son nombrados por el presidente y deben ser confirmados por el Senado de los Estados Unidos. Después de una elección, si el Presidente no es reelegido, se acostumbra que todos los embajadores de los Estados Unidos presenten una carta de renuncia al Presidente”.
El funcionario de la delegación diplomática añadió que “siguiendo esta tradición y el Memorando de la Casa Blanca para los nombramientos presidenciales, el Embajador y la Sra. Johnson saldrán de la Embajada de los Estados Unidos en El Salvador el 20 de enero de 2021” y aseguró que “Estados Unidos quiere ayudar a mejorar la seguridad, crear crecimiento económico y promover el buen gobierno en El Salvador. Esos objetivos no han cambiado sustancialmente durante una década y lo importante es que si El Salvador es seguro y próspero es bueno para los Estados Unidos también”.
Boland afirmó que “hemos tenido estas metas principales bajo presidentes republicanos y presidentes demócratas y creo que los Estados Unidos y El Salvador se mantendrán enfocados en estas metas compartidas”.
Directiva general
En esa misma línea, la administración Trump pidió el jueves a todo su personal de servicio exterior nombrado de forma política que renunciara, algo que habían rehusado hacer desde hace algunas semanas.
Esta es una formalidad que, como muchas otras en el proceso de transición de poder, el gobierno estadounidense había retrasado, mientras seguía enfrascado en encontrar formas de dar vuelta a los resultados de las elecciones que dieron el triunfo a Joe Biden.
Un reportaje del Washington Post da cuenta de una directiva recibida por correo electrónico a los jefes de las diferentes agencias del gobierno pidiéndoles presentar su renuncia efectiva a partir del momento en que Biden tome posesión. Esto incluye a embajadores y personal de nombramiento político, es decir, también a Ronald Johnson.
Este llamado a la renuncia generalmente lo hacen las administraciones salientes entre el día de las elecciones, a inicios de noviembre, y la mitad de diciembre.
En el caso de Trump, no fue sino hasta que él dijo, el jueves 7 de enero, que reconocía la derrota y aseguraba una transición pacífica. Horas después, sin embargo, dijo que no estará en la toma de posesión a Biden.
Según el Washington Post, lejos de seguir la tradición de pedir las renuncias temprano, la Casa Blanca incluso amenazó con despido al staff que fuera descubierto buscando nuevos trabajos.