Janucá llega a su fin. Los judíos de todo el mundo pasan esta festividad con sus familias. Pero no todos tienen esa oportunidad. Una de las mujeres en la foto es Izabella Piekh. Esta es la tercera Janucá consecutiva que no puede pasar con su amada madre.
Olena, su madre, está detenida ilegalmente en una prisión de separatistas prorrusos desde el 9 de agosto de 2018. Su único delito es que cuando comenzó la ocupación rusa de su ciudad, no renunció a su amor por su patria, Ucrania. Un tribunal ilegal de la llamada república popular, no reconocido por el mundo, la condenó a 13 años de prisión en una colonia penal por “traición a la patria”. Olena se negó a admitir que la región del este de Ucrania ocupada por Rusia era una nueva república ya que todavía consideraba a Ucrania como su patria y al este de Ucrania como parte de ella.
Inmediatamente después de su arresto, los torturadores rusos cortaron y tiraron su collar con la Estrella de David. Con el tiempo, comenzaron a usar formas despectivas de la palabra “judío” hacia ella. Todas estas cosas pueden calificarse sin duda de persecución por antisemitismo, otro crimen cometido por la llamada República Popular de Donetsk. Desde el comienzo de la ocupación, la propaganda rusa ha estado difundiendo desinformación sobre los «fascistas y nazis» ucranianos, una supuesta amenaza para el pueblo de Donbas. Pero mi pregunta es: ¿quiénes son, de hecho, los fascistas aquí? Creo que pueden encontrar la respuesta por ustedes mismos.
En cautiverio, Olena fue severamente torturada de múltiples formas diferentes que la llevaron a un intento de suicidio. Sus rodillas fueron perforadas con clavos de hierro. Ésta es una de las razones por las que ahora apenas puede caminar. Actualmente se encuentra en la 127ª Colonia Correccional de la ciudad de Snizhne.
Janucá es una festividad alegre, pero no lo ha sido para Olena e Izabella. Dediquemos un momento para desear que Olena y su hija puedan volver a reunirse y pasar estos días felices juntas una vez más. Será muy difícil liberar a Olena, pero la luz de las velas de Janucá demuestra que los milagros son posibles.
Me gustaría agradecer al Sr. Pavel Feldblyum su cálida bienvenida en la sinagoga gallega. Esperamos que la comunidad judía mundial se interese por la historia de Olena Piekh y su hija Izabella Piekh.
Fuente: forum zydowpolskich online