Francia ha sufrido más de 50.000 muertes por el coronavirus. Pero aún así, una encuesta afirma que el 59% de los galos no piensan ponerse la vacuna. Le temen a posibles efectos secundarios y simplemente no confían en las autoridades.
PARIS – Al prepararse las autoridades francesas para implementar su estrategia de vacunación contra el covid, el gobierno se enfrenta al escepticismo de un país en el que las encuestas indican que muchas personas no confían en estos medicamentos recién desarrollados.
Francia está entre las naciones europeas más afectadas por el brote del COVID-19, con más de 50.000 franceses muertos por la enfermedad.
Como el resto del mundo, las esperanzas son altas de que las vacunas derroten al virus y le permitan a la gente a regresar a su vida normal. La campaña de inmunización francesa está prevista que comience a finales de diciembre para ancianos, personas viviendo en hogares con asistencia y trabajadores de la salud.
En un mensaje a la nación, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que un comité científico supervisaría la campaña de inmunización y se crearía un grupo de ciudadanos para asegurar que la población sea parte del proceso. La inmunización contra el COVID-19 debe ser clara y transparente y la información sobre lo que se sabe y lo que se desconoce debe ser compartida, insistió Macron, quien enfatizó que la vacunación no será obligatoria en Francia.
El gobierno está preocupado por que millones de franceses rechacen la vacuna del coronavirus debido a un creciente escepticismo en el país. El 59% de los franceses encuestados dijeron que no se vacunarán, según una encuesta de IFO publicada el domingo.
El primer ministro Jean Castex dijo recientemente que su miedo es que no se vacunen suficientes franceses.
Jean Paul Stahl, un médico francés especializado en enfermedades infecciosas, dijo que los números también le preocupan.
Stahl explicó que hay un temor común de efectos colaterales de esta vacuna.
Agregó que también hay escepticismo pues muchas personas ven esta vacuna como una herramienta del gobierno. Stahl dijo que ahora en nuestras sociedades, más y más personas no confían en las autoridades, ya sean políticas o científicas.
Francia tiene presupuestados más de 1.700 millones de dólares para comprar vacunas el próximo año.