Israel firmó hoy un acuerdo con la estadounidense Pfizer para comprar ocho millones de dosis de la vacuna contra la COVID-19, confirmó hoy el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
La cantidad adquirida, que llegará en enero, permitirá vacunar a cuatro millones de ciudadanos, ya que cada persona requiere dos dosis, explicaron las autoridades.
«Este es un gran día para el Estado de Israel y para nuestra victoria sobre el coronavirus», celebró Netanyahu en una rueda de prensa conjunta con el titular de Salud, Yuli Edelstein, en la que también anunciaron negociaciones para comprar más vacunas que se están desarrollando.
La farmacéutica estadounidense Pfizer anunció este lunes que su vacuna contra la COVID-19 es eficaz en un 90 %, por encima de lo requerido por los reguladores estadounidenses, lo que permite augurar una rápida autorización de emergencia para su puesta a disposición del público, algo que podría suceder antes de final de este año.
El jefe del Gobierno encabezó personalmente los esfuerzos para lograr un pacto con la farmacéutica, después de haber negociado hace meses opciones para la compra de vacunas con otras dos empresas más pequeñas, Moderna y Arcturus, que parecen ir menos avanzadas en el desarrollo.
Salud recordó hoy que los avances en las vacunas no deben llevar a relajar las precauciones y que la desescalada en el país debe proseguir gradualmente y con cautela. El próximo domingo el Gabinete del Coronavirus se reunirá para decidir los pasos a seguir, tras la falta de acuerdo en su encuentro de ayer.
Esta semana Netanyahu propuso que se estudie imponer un toque de queda desde las diez de la noche hasta la madrugada a partir del próximo martes, una iniciativa a la que se opusieron los ministros de su socio en el Gobierno, Azul y Blanco.
Estaba prevista la vuelta al colegio de los alumnos de entre diez y doce años (los menores de primaria ya han vuelto, en clases de 20 alumnos y cuatro días a la semana) a partir del próximo domingo, pero Salud ha pedido retrasarla una semana más, a la vista de los datos de morbilidad, que van acusando la desescalada, aunque siguen en cifras moderadas de entre 500 y 800 casos nuevos diarios.
Israel vivió en agosto y septiembre una fuerte segunda ola del virus, que le convirtió en uno de los países con mayor morbilidad del mundo y le llevó a imponer un nuevo confinamiento nacional, de más de mes y medio, del que va saliendo poco a poco para no caer en una tercera. EFE