Según el Ministerio de Salud de Israel, al menos 990 nuevos casos de coronavirus se confirmaron a lo largo de este martes en el país.
Con ello, suman 193,374 casos acumulados de coronavirus hasta el momento en Israel. Un total de 3,858 casos fueron confirmados a lo largo del lunes.
La cifra de muertes se ha elevado a 1,285, en tanto que la de personas que se han recuperado llegó a 140,751.
Los casos activos de coronavirus son actualmente 51,338, de los que 46,684 están aislados en su domicilio particular, 3,302 están aislados en hoteles y 1,352 están hospitalizados.
La mayoría de los pacientes con enfermedad activa se encuentran estables, en tanto que 263 están en estado moderado y 668 están graves, de los que 159 están intubados a ventilación mecánica.
Al menos 34,400 pruebas de coronavirus se realizaron a lo largo del lunes.
A lo largo de este martes, por varias horas, el gabinete del gobierno de Israel enfocado en la lucha contra el coronavirus sostuvo una reunión para analizar un posible endurecimiento del confinamiento nacional por COVID-19, sin llegar a una decisión.
La sesión del gabinete de coronavirus continuará mañana, el cual podría aprobar restricciones en contra de las manifestaciones masivas y en cuanto a rezos en lugares de culto, así como limitaciones de actividad para el sector privado.
Durante la larga sesión desarrollada hoy, indicaron reportes, los ministros de los partidos religiosos dejaron en claro su oposición al cierre de sinagogas, mientras que miembros de Kajol Lavan hicieron lo propio en cuanto a una posible prohibición de las protestas en contra del primer ministro Benjamín Netanyahu, que han tomado lugar a lo largo del país por más de 10 semanas.
El ministro del Interior, Arye Deri afirmó que, si las sinagogas serían cerradas como parte de las nuevas medidas, también las manifestaciones deberían de ser canceladas de forma absoluta.
Según reportó el Canal 12 israelí, durante la junta, Netanyahu calificó de una “farsa” que debe ser detenida al hecho de que las manifestaciones han podido desarrollarse sin restricciones mayores, pese a la intensidad de la pandemia.
“Durante mucho tiempo me abstuve de comentar sobre el tema, pero después de escuchar a los expertos decir que las reuniones son un gran riesgo para la salud pública, es mi obligación abordarlo”, dijo presuntamente Netanyahu durante la reunión. “El público debe cumplir con las reglas y solo un grupo de manifestantes está exento”.
“Puedes ir al Muro de los Lamentos solo si vives a menos de 1000 metros, pero a Balfour [la calle donde se ubica su residencia oficial], puedes venir de todo el país”, dijo Netanyahu. “Esta farsa debe terminar. Esta es una emergencia y debemos tener una norma tanto para los rezos y las protestas como para todas las demás reuniones. De lo contrario, el público no escuchará las reglas y veremos que la tasa de contagios alcanzara niveles terribles”.