Un estudio realizado por la Universidad de Oxford y dado a conocer esa semana señaló que el fármaco mejora las posibilidades de sobrevivencia de pacientes en estado crítico en hospitales.
En los hospitales de El Salvador en donde manejan pacientes con COVID-19 ya se incorporó el uso de la dexametasona, un antiguo medicamento esteroide antiinflamatorio, para tratar a personas que están en estado tan delicado que requieren oxígeno y ventilación asistida.
“Ha salido un estudio sobre dexametasona que puede mejorar la sobrevida. Ese (fármaco) ya está incluido en el protocolo del Ministerio de Salud”, confirmó el doctor Víctor Segura, un prestigioso intensivista.
El ensayo clínico Recovery, sobre la dexametasona, que fue realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, Reino Unido, y que salió a luz esta semana, señaló en sus resultados preliminares que este medicamento reduce la mortalidad entre los pacientes que están en esas condiciones graves.
Según los reportes del estudio, que han tenido eco en periódicos europeos como El País, entre otros, la dexametasona por ejemplo puede evitar una de cada ocho muertes entre los pacientes más graves.
El doctor Víctor Segura, quien labora en el Hospital San Rafael, de Santa Tecla, La Libertad, dijo que el uso de ese fármaco ha sido descrito en el protocolo de salud, para tratar a estos pacientes hace unos dos o tres días.
Sin embargo, el galeno aclaró que la dexametasona es un medicamento que desde hace mucho se puede encontrar en los arsenales de los hospitales públicos del país, porque es de uso frecuente para tratar neumonías, meningitis, tuberculosis y otras infecciones, incluso se ha probado con el lupus eritematoso.
El especialista apuntó que como acá el uso de esa medicina con los pacientes graves es muy reciente todavía no puede hablar sobre su efectividad, pero sí advirtió que otra, el tocilizumab, que se viene empleando desde que la pandemia impactó el país, ha mostrado buenos resultados, como ocurrió en Europa.
El doctor Segura indicó que, a diferencia de la Dexametasona, el tocilizumab no es un esteroide y anteriormente se usaba para tratar la artritis reumatoidea.
¿Cómo ayuda la Dexametasona a los pacientes graves de COVID?
En cuanto a los pacientes que precisan de una abordaje de la enfermedad con oxígeno, el citado fármaco reduce las muertes en una quinta parte, de acuerdo con estos hallazgos.
Esta medicina es una de las que se están empleando en el considerado mayor ensayo clínico del mundo, donde se experimenta con tratamientos existentes para otros males con el objetivo de ver si también funcionan para combatir el coronavirus.
Ese fármaco se emplea ya para reducir inflamaciones en el caso de otras condiciones médicas y ayuda, al parecer, a detener parte del daño que se origina cuando el sistema inmunológico se sobreactiva mientras intenta luchar contra el coronavirus.
Para Martin Landray, otro de los científicos involucrados, los hallazgos sugieren que de cada ocho pacientes tratados que precisan de respiración asistida por ventiladores mecánicos, se podría salvar una vida.
Según el experimento, la Dexametasona no parece ayudar a personas que presentan síntomas leves de coronavirus -aquellos que no necesitan asistencia para respirar-.
El ensayo clínico lleva funcionando desde el pasado marzo y en esas pruebas se ha incluido también el producto empleado para tratar la Malaria, la hidroxicloroquina, que ahora ha sido desechado ante el temor de que incremente el número de muertes y de problemas coronarios. El Gobierno salvadoreño adquirió grandes cantidades de hidroxicloroquina dese el inicio de la pandemia.edh