El gobernador Andrew Cuomo y el alcalde Bill de Blasio anunciaron hoy la imposición de un toque de queda en la ciudad de Nueva York, el cual entrará en efecto a partir de las 23:00 horas y expirará a las 5 de la mañana.
El gobernador y el alcalde también anunciaron que el Departamento de Policía de Nueva York duplicará su presencia con el objetivo de prevenir los brotes de violencia y el daño a la propiedad. Los oficiales se desplegarán en áreas donde se registró violencia durante el fin de semana, en especial en el Bajo Manhattan y en el centro de Brooklyn.
La limitación al movimiento de los 8.6 millones de habitantes de la ciudad más grande del país se suma a las restricciones impuestas por el coronavirus, y luego de que tanto el alcalde como el gobernador deploraran los hechos de violencia, pero también criticaran algunas acciones de la policía.
Hasta hoy seis noches de manifestaciones violentas contra la brutalidad policial y el racismo han sacudido a EE.UU. El detonante fue la muerte de un hombre afroamericano no armado, George Floyd, a manos de un policía blanco el lunes pasado en Minneapolis.
Floyd murió luego de que el agente Derek Chauvin le clavara la rodilla en el cuello durante casi nueve minutos, tras arrestarlo por una presunta compra de cigarrillos con un billete falso.
Su muerte, filmada con un teléfono celular, volvió a encender la ira por la muerte de afroestadounidenses a manos de la policía norteamericana.
Al menos 40 ciudades, incluidas Los Ángeles, Chicago y la capital, Washington DC, han impuesto un toque de queda pero han hecho poco para desalentar las protestas o para poner fin a los disturbios.
Los gobernadores de estos estados también han movilizado a miles de miembros de la Guardia Nacional, una decisión inusual que evoca los disturbios de fines de los años 60 en ciudades estadounidenses tras el asesinato del líder de los derechos civiles Martin Luther King.
Las medidas policíacas no han detenido los extensos saqueos y el vandalismo, incluyendo tiendas lujosas en Manhattan como Coach o Chanel, ni el bloqueo de calles y el incendio de vehículos policiales.