Científicos de Hong Kong comprobaron que la combinación de tres medicamentos antivirales para pacientes con COVID-19 que sufren síntomas leves frena la agresividad del virus.
El coctel de tres medicamentos antivirales está compuesto por lopinavir-ritonavir, utilizado para tratar el VIH, ribavirin contra la hepatitis e interferón-beta utilizado en el tratamiento de la esclerosis múltiple, de acuerdo al periódico The Jerusalem Post.
Los investigadores aseguran que “el tratamiento temprano con una triple terapia antiviral de lopinavir-ritonavir, interferón beta-1b y ribavirin es segura, acorta la duración de la excreción viral y la hospitalización de pacientes con COVID-19 que sufren síntomas leves a moderados y recomiendan “realizar un estudio clínico de una terapia antiviral con interferón beta-1b” para obtener una visión general completa.
Los resultados del estudio dirigido por el Dr. Kwok-Yung Yuen en la Universidad de Hong Kong se publicaron en la revista The Lancet.
En el estudio participaron 127 pacientes de seis hospitales públicos de Hong Kong. Los 86 pacientes que integraron el grupo experimental recibieron la combinación de tres medicamentos antivirales en tanto que los 41 pacientes asignados al grupo de control obtuvieron lopinavir-ritonavir, conocido como Kaletra.
Los pacientes que recibieron los tres medicamentos dieron negativo para COVID-19 siete días después del tratamiento, a comparación del grupo de control que presentó una mejoría después de 12 días.
“A pesar de la preocupación por importantes efectos secundarios que surgen de la combinación de tres medicamentos, no se observaron diferencias significativas en la incidencia de eventos adversos entre los grupos”, escribieron los autores.
“No se produjo ninguna hemólisis debido a la baja dosis de ribavirina. Los pacientes que comenzaron el tratamiento 7 días o más después del inicio de los síntomas no recibieron la combinación de los tres fármacos debido a posibles efectos secundarios proinflamatorios del interferón beta-1b, a pesar de que como máximo se utilizaron tres dosis para cada paciente”, añadieron.
“Se observó una leve y limitada disfunción hepática en cerca del 14 por ciento de estos pacientes. Sin embargo, el tratamiento con lopinavir-ritonavir fue interrumpido en un paciente del grupo de control debido a hepatitis bioquímica”.
El estudio fue revisado independientemente por expertos, que coincidieron en que los resultados son positivos, pero en su opinión se justifican ensayos clínicos más amplios para tener mayor certeza de la eficacia de la combinación de los fármacos.