El subgobernador del Banco de México, Jonathan Heat, dice que una de las cosas que más debería preocupar por la pandemia es el desempleo, cuya tasa, estimó, podría superar el 10,7%.
“Estamos con el peligro de que pudiera superar el pico de 7,9 que vimos en 2009 o incluso alcanzar y sobrepasar el pico de 10,7% que vimos en la crisis tequilera del 95”, advirtió.
En el sector privado y académico los pronósticos son desalentadores. Citibanamex calcula que la tasa de desocupación podría alcanzar el 7%, es decir, unos 4,2 millones de empleos formales. En tanto que BBVA pronosticó la pérdida de entre 893.000 y 1,1 millones de fuentes de empleo, cifra que podría incrementarse si se amplía el periodo de distanciamiento social o si la reactivación económica es más lenta. Estimó que la tasa de desempleo se ubicaría entre 4,6 a 6,0%.
Según los más recientes pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el ‘Gran Confinamiento’ va a dejar sin empleo a más de tres millones de mexicanos este año en los sectores formal e informal, lo que será “el mayor volumen de desocupados en la historia del país”.
El organismo internacional anticipa que esta situación puede causar mayor inestabilidad social en México, pues la población que saldrá a buscar empleo y no tendrá éxito va a representar 5,3% de la fuerza laboral del país durante 2020.
De acuerdo con cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, entre el 13 de marzo y el 6 de abril se perdieron de entrada 346.000 empleos formales, período que incluyó las dos semanas iniciales de la cuarentena decretada por las autoridades para mitigar el contagio.
Un millón de trabajos formales perdidos en México
Para Javier López, docente de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle con 25 años de experiencia en el sector público, el panorama en materia de desempleo es aún más serio, pues estima que a la fecha ya se han perdido al menos cinco millones de empleos, tanto en el sector formal como informal. Se trata de fuentes de trabajo que no necesariamente se van a recuperar porque la economía no se recuperará de la noche a la mañana.
“Tenemos un estimado de un millón de trabajos perdidos en carácter formal, asimismo le debemos sumar dos millones de trabajadores informales, y debemos agregar otros dos millones de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes). Una vez que se termine la contingencia puede ser que (el empleo) se recupere en forma paulatina, pero hoy ya se perdió”, indicó López.
En febrero, la tasa de desocupación representaba un 3,7% de la población económicamente activa, o sea, poco más de dos millones de trabajadores sin ocupación. En marzo, ya con el desarrollo inicial de la pandemia, el desempleo registraba paradójicamente una de las menores tasas desde 2016 al disminuir a 3,3%, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Expertos explicaron que esa baja en el desempleo se debió a que la medición en cuestión comprendía solo a aquellos que no tenían empleo y salieron a buscarlo, lo que no ocurrió después debido al aislamiento social.
El académico Javier López pronosticó a la Voz de América que una vez que concluya la pandemia y se retomen las actividades productivas habrá largas las filas para solicitar esos cinco millones de empleos perdidos. “Todo mundo vamos a buscar trabajo a dónde sea, las empresas van a decir ‘no tengo vacantes porque de aquí a que me recupero, tardo cuando menos 10 meses’”.
Señaló que los créditos que ya otorga el gobierno federal por 25.000 pesos, unos 1.040 dólares, son completamente insuficientes para que las pequeñas empresas puedan mantenerse abiertas tras la crisis sanitaria y conservar su planta laboral. “Obviamente 25.000 pesos para una empresa es nada”, subrayó.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las microempresas están conformadas por máximo 10 empleados y aportan cerca del 42% de todo el empleo en el país.
David Kaplan, especialista senior de Mercados Laborales y Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estimó que el impacto en el empleo que puede tener la pandemia podría prolongarse por años, pues tan solo en abril se calcula la pérdida de al menos 700.000 empleos, dato sin precedente en México.
Agregó que: “Una crisis ‘transitoria’ puede tener efectos de mediano plazo. Viendo la crisis en México en 2009, la tasa de desempleo no volvió a su nivel pre-crisis sino hasta 2017. Además del problema inmediato, que todo parece indicar que es severo, mi preocupación es que sea algo que se vea reflejado en el mercado laboral por muchos años”.
Kaplan vaticinó que este impacto en el empleo tendrá mayores repercusiones sobre la población más joven, además de que puede provocar un aumento en la informalidad del país. “Es muy posible -expuso- que la tasa de informalidad suba. Y lo que destacaría como riesgo, es que tarde muchos años en recuperarse la tasa de desempleo. Y hay un gran riesgo especialmente para los jóvenes. Hay muchos estudios que encuentran que un joven que entra al mercado laboral en un mal momento, su experiencia en los primeros años son difíciles. Los investigadores lo llaman el efecto cicatriz: un mal comienzo en el mercado laboral puede tener efectos de décadas”.
Seis de cada 10 mexicanos con empleo laboran en el sector informal, se trata aproximadamente de 31,3 millones de personas, que sin duda se verán afectadas.