La restrición inicial para la emisión de visas de residentes permanentes será de dos meses.
“Sería muy equivocado e injusto” que los que perdieron sus empleos por la COVID-19 “fueran reemplazados por nueva fuerza de trabajo de inmigrantes llegados desde afuera”, explicó el presidente.
«Esta pausa entrará en efecto por 60 días, tras lo cual, cualquier modificación o prórroga será evaluada por mí mismo y por un grupo de personas, en función de las condiciones económicas», agregó.
La medida «solo afectará a quienes aspiren a obtener la residencia permanente», pero no a los que entren al país de manera «temporal».
Trump señaló que el decreto está siendo redactado y que «posiblemente» sea publicado este miércoles.
Además informó que el Ejecutivo está trabajando en una segunda orden ejecutiva que podría restringir aún más la entrada de inmigrantes en el país, pero rechazó hacer comentarios al respecto el martes.
Los críticos acusaron al presiente de aprovechar la crisis de salud creada por el coronavirus como una excusa para implantar una política migratoria que contentará a sus partidarios conservadores en un año de elecciones.