Según expertos de salud, el estado de Nueva York está a una semana de alcanzar el peor punto en la crisis de salud que ha colocado a Estados Unidos como el país con el mayor número de casos a nivel mundial, con mas de 290.000 infectados.
El coronavirus acabó con la vida de 630 personas en el último día en el estado de Nueva York, convirtiéndose en las peores 24 horas hasta el momento en el estado más afectado por la pandemia en Estados Unidos.
El número de fallecidos en el estado de Nueva York ya llega a los 3,565, dijo el gobernador Andrew Cuomo el sábado y añadió que la situación es particularmente preocupante en Long Island, al este de la ciudad de Nueva York, donde el número de casos es como «un fuego propagándose».
Según expertos de salud, el estado de Nueva York está a una semana de alcanzar el peor punto en la crisis de salud que ha colocado a Estados Unidos como el país con el mayor número de casos a nivel mundial, con mas de 290.000 infectados.
Cuomo también anunció el sábado que el estado recibirá más de 1,100 ventiladores, esenciales para el tratamiento de los pacientes con dificultades para respirar por el coronavirus, de China y el estado de Oregon.
El gobernador había dicho el jueves que las reservas de ventiladores del estado se acabarían en seis días si el número de pacientes críticos del coronavirus siguen aumentando al ritmo actual.
Entre 100,000 y 240,000 personas perderán la vida por la COVID-19, según pronosticaron expertos médicos de la Casa Blanca esta semana, aún si los estados implementan y siguen medidas de permanecer en casa.
Morgues abrumadas
A medida que avanza la propagación del virus en EE.UU., se multiplican las muertes y cada vez hay más cadáveres que aguardan sepultura en morgues congestionadas.
Las ciudades tratan de satisfacer la demanda mientras las familias bregan con las normas de distanciamiento social que impiden realizar los ritos fúnebres habituales.
Med Alliance Group, una distribuidora médica en Illinois, está asediada por llamadas y correos electrónicos de todo el país que piden camiones refrigerados para manejar una situación como jamás pudieron imaginar.
“Vienen de todas partes: hospitales, servicios de salud, oficinas forenses, instalaciones de la Administración de Veteranos de Guerra, departamentos de salud estatales y funerarias”, dijo Christie Penzol, vocera de Med Alliance. “Es desgarrador”.
La empresa dijo que ha alquilado todos sus camiones y que hay una espera de 18 semanas para recibir materiales y construir nuevos remolques, añadió.
En Nueva York, las autoridades depositaban los cuerpos envueltos en plástico en camiones refrigerados. El gobierno federal ya ha empezado a prepararse: la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés) pidió al Departamento de Defensa 100.000 bolsas para cadáveres.
Órdenes de quedarse en casa
Casi todos los estadounidenses están bajo las órdenes de los funcionarios estatales y locales de quedarse en casa, excepto para salidas esenciales, como ir de compras o ver a un médico.
Áreas del país como Florida y Texas que habían sido lentas para cerrar han comenzado a practicar el distanciamiento social y órdenes de quedarse en casa.
«Vemos lo que está sucediendo en Nueva York ahora, vemos que la gente está muriendo», dijo Rick Scott, un senador estadounidense de Florida, a Fox News Channel.
«La gente está empezando a comprender que la mejor manera de reducir la propagación y evitar la muerte es a través de este estándar de quedarse en casa, saliendo solo por servicios esenciales», dijo al canal el gobernador de Texas Greg Abbott.
Abbott fue uno de los últimos gobernadores en emitir una orden estatal que les decía a los residentes que evitaran salir de sus hogares.
Sin embargo, todavía hay lugares que tienen reservas a implementar las medida. El pastor de Louisiana, Tony Spell, dijo que planea celebrar tres servicios en su mega iglesia Life Tabernacle de 1,000 miembros en un suburbio de Baton Rouge, Louisiana, el Domingo de Ramos este fin de semana, desafiando las órdenes estatales de no reunirse en grupos grandes.
«Estamos desafiando las reglas porque el mandamiento de Dios es difundir el Evangelio», dijo a Reuters. Louisiana se ha convertido en un punto caliente de Estados Unidos para el virus, informando el sábado un aumento en las muertes a 409.
La ciudad más grande del estado del Golfo, Nueva Orleans, donde se cree que las celebraciones de Mardi Gras a fines de febrero ayudaron a propagar el virus antes de que se impusieran las órdenes de distancia social, se ha convertido en un punto focal de la crisis de salud.
Los pacientes en Nueva Orleans mueren al doble de la tasa per cápita que en Nueva York. El gobernador de Louisiana, John Edwards, dijo que habló con el vicepresidente Mike Pence el sábado, y que le habían prometido 200 ventiladores adicionales de la reserva nacional.