Bolsonaro está bajo grandes presiones por su manejo ligero de la pandemia, e incluso algunos de sus exaliados políticos han reaccionado con horror a su postura a favor de las empresas.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, insistió este miércoles en que los cierres por el coronavirus perjudicarán a la economía y elevarán el desempleo, e instó a dar marcha atrás a las medidas de cuarentena tomadas en varias partes del país.
En un mensaje de Twitter, Bolsonaro dijo que “si las empresas no producen, no pagarán salarios. Si la economía colapsa, tampoco los empleados públicos los recibirán. Debemos abrir el comercio y hacer todo lo posible para preservar la salud de los ancianos”.
38 milhões de autônomos já foram atingidos. Se as empresas não produzirem não pagarão salários. Se a economia colapsar os servidores também não receberão. Devemos abrir o comércio e tudo fazer para preservar a saúde dos idosos e portadores de comorbidades. https://t.co/m2Bk28LunH
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) March 25, 2020
Bolsonaro reiteró el martes en un discurso televisado a nivel nacional su afirmación de que la preocupación por el nuevo coronavirus es exagerada y acusó a los medios brasileños de tratar de avivar una histeria en el país.
También señaló que algunos estados deberían abandonar su política de prohibir el transporte público, cerrar los negocios y escuelas, y de pedir un confinamiento en casa a sus residentes.
“Nuestras vidas tienen que continuar, los trabajos deben mantenerse” dijo el mandatario, quien volvió a comparar la pandemia causada por el COVID-19 con una “gripecita” o “resfriadito”.
“El virus llegó, lo estamos enfrentando, y pasará en poco tiempo”, añadió.
Opinó, además, que si Italia está sufriendo mucho es por su población de edad avanzada y por tener un clima más frío.
Mientras hablaba, algunos brasileños que se encuentran en cuarentena voluntaria protestaron contra lo que consideran una actitud indiferente a la pandemia golpeando ollas y sartenes desde sus ventanas.
Bolsonaro está bajo grandes presiones por su manejo ligero de la pandemia, e incluso algunos de sus exaliados políticos han reaccionado con horror a su postura a favor de las empresas.
Ya ha sido criticado por referirse inicialmente al virus como una “fantasía” y por estrechar las manos de sus simpatizantes, pese a que las autoridades, incluido su propio ministerio de Salud, han instado a la gente a evitar las reuniones.
Brasil ha registrado 2.271 casos de coronavirus, con 47 muertos, según los últimos datos divulgados por la universidad John Hopkins, en EE.UU.