MIAMI, FLORIDA — El canciller ruso Sergei Lavrov ha iniciado una gira internacional por América Latina con una visita express a Cuba, México y Venezuela.
En los países latinoamericanos se ha visto esta presencia como una oportunidad para seguir reforzando los apoyos del gobierno ruso y consolidar las inversiones en la región. Pero ¿qué intenciones tiene el ministro de exteriores del Kremlin con estos encuentros?
El futuro de Cuba tras la salida de Maduro
Monolo González-Moscote, analista político internacional, considera que la reunión con el canciller cubano Bruno Rodríguez se debe a que la isla caribeña juega un papel muy importante en la crisis venezolana.
“Cuba no va a soltar a Venezuela hasta que alguien le ayuda a paliar el déficit de combustible”, avisa González-Moscote explicando que el gobierno cubano necesita buscar un nuevo aliado para cuando Nicolás Maduro salga del poder en Venezuela.
“Cuando todo esto ase, Cuba va quedar prácticamente suelta porque la gran ayuda, la gran respiración de los Castro, fue la aparición en el mercado de un hombre llamado Hugo Chávez”, relataba.
México: clave para su expansión en la región
Luego está el caso de México. El país norteamericano siempre ha sido “un socio entrañable de la Unión Soviética”, recuerda González-Moscote. De hecho, cuando Leon Trotsky salió de la Unión Soviética huyendo del Joseph Stalin, pidió asilo político en ese país.
Según el experto internacional, que durante casi dos décadas ha trabajado como corresponsal en Moscú para la cadena CNN, México puede ofrecer un buen mercado a Rusia para expandirse por América Latina.
“Ya existe -comenta- una gran cooperación con México, es un mercado buenísimo de gran expansión, a pesar de que ha tenido algunas contracciones económicas en los últimos años”, sostiene.
El déficit de Venezuela: la preocupación rusa
Venezuela el país con mayor inversión rusa de toda América Latina y lo ha logrado mediante la compra de petróleo a un precio muy bajo. Ahora el nivel de deuda supera cotas jamás registradas y eso acaba preocupando al Kremlin. “Imagínate que un barril que puede costar 10 dólares, Rusia se lo compra a 2 y se lo paga por adelantado, y así se endeuda Venezuela”, explica el analista.
Rusia, según el periodista, se ha aprovechado de “la debilidad económica del régimen venezolano para sacar provecho”.
A su juicio, las constantes visitas de altos funcionarios del gobierno en disputa, como Delcy Rodríguez, Jorge Arreaza o el propio Nicolás Maduro, no se debe a una cuestión de fortalecimiento de relaciones, sino al incumplimiento de los pagos.
“Venezuela no está cumpliendo con los pagos pactados de la gigantesca deuda que tiene con Rusia, a eso viene el señor Lavrov. Y porque sabe que los teléfonos están intervenidos y que hay muchos problemas de comunicación”, argumenta.
Por tanto, el mayor interés del funcionario ruso “es garantizar la estadía de sus inversiones” en el caso que Nicolás Maduro salga del Palacio de Miraflores y, además, “continuar explotando petróleo en Venezuela”.
En su opinión, Rusia se está aprovechando del “descuido” de Estados Unidos, que no ve a América Latina como una próspera y rica potencia futura. “Rusia tiene la visión de una expansión comercial, cultural y de dominio territorial en América Latina y, si EE.UU. sigue descuidándola, Rusia se va a ir metiendo más y más”, avisa.
En ese sentido, el periodista e historiador Álvaro Alba subrayó que “esta Rusia no es la Unión Soviética y que el pragmatismo y los intereses económicos predominan sobre cualquier ideología y la deuda de Venezuela con Rusia, a pesar de que sea un excelente socio en temas de equipamiento militar, y está interesada en que le devuelvan la deuda y tener una mayor presencia en las inversiones de petróleo y gas”.
Además, considera que Lavrov ha hecho esta gira latinoamericana como “contravisita” al viaje del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, por algunas “repúblicas soviéticas como Ucrania, Bielorrusia, Uzbekistán y Kazajistán”.
Muchos creen que no se debe hablar de triángulo entre Cuba, Venezuela y México. Básicamente, son puntales estratégicos que los mercados internacionales quieren utilizar para su expansión por América Latina. Si se superan las graves crisis económicas y políticas, esas naciones serían estratégicas para el desarrollo de una prosperidad económica. Pero aún falta tiempo para que algo así sea una realidad.