Auschwitz es el símbolo de lo que puede pasar cuando el pueblo judío no tiene protección, algo que no se repetirá porque el pueblo judío tiene hoy «una voz, una tierra y un escudo», afirmó el primer ministro, Benjamín Netanyahu, en el Foro Mundial del Holocausto.
«Hoy nuestra voz se escucha en la Casa Blanca y en el Kremlin, en los pasillos de la ONU, en el Congreso estadounidense y en múltiples capitales del mundo», declaró ante cerca de medio centenar de líderes mundiales en el V Foro Mundial del Holocausto.
«Auschwitz es la destrucción y Jerusalén es la redención. Auschwitz es la esclavitud y Jerusalén la libertad. Auschwitz es la muerte y Jerusalén es la vida», ilustró en referencia al 75 aniversario de la liberación del mayor campo de refugiados nazi.
«No habrá otra Shoá, no habrá otro Holocausto», zanjó el mandatario con la promesa de su «compromiso supremo».
El presidente de Israel, Reuvél Rivlin, abrió la ceremonia de conmemoración y defendió que el Estado de Israel «no es una víctima».
Israel «no es una recompensa de la Shoá (Holocausto) sino que es la patria del pueblo judío. De allí vinimos y a ella regresamos después de 2000 años de exilio», aseguró sobre el Estado judío creado en 1948.
El discurso de Netanayahu tuvo un marcado tinte político cuando agradeció al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y al vicepresidente, Mike Pence, presente en el auditorio, «confrontar a los tiranos de Teherán que amenazan la estabilidad de Medio Oriente y el mundo entero».
«Hago un llamado a todos los gobiernos para que hagan cualquier esfuerzo para enfrentarse a Irán», insistió.
«El pueblo judío ha aprendido las lecciones del Holocausto para siempre tomar con seriedad las amenazas de quienes aspiran a destruirnos», aseguró.
La histórica ceremonia comenzó con un vídeo en el que se alertó del aumento del antisemitismo y la necesidad de «recordar el pasado» y, tras la intervención de los mandatarios israelíes, tomaron la palabra los líderes internacionales, el primero de ellos el presidente ruso, Vladimir Putin. EFE y Aurora