La canciller de Bolivia, Karen Longaric, expresó este viernes su confianza en mejorar las relaciones con España y México, después de una disputa diplomática surgida por un confuso incidente ocurrido el 27 de diciembre en la residencia de la embajadora mexicana en La Paz.
En este lugar se encuentran unos nueve exfuncionarios del anterior gobierno del expresidente Evo Morales, algunos de ellos requeridos por la justicia de la nueva administración interina de Bolivia.
El gobierno boliviano denunció que varios enmascarados “presumiblemente armados” que conducían vehículos diplomáticos de España trataron de entrar a la fuerza a la sede diplomática mexicana y presumió que trataban de sacar de la embajada a los colaboradores de Morales y proporcionarles algún tipo de salida del país por medios diplomáticos.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ratificó la posición de su Gobierno de mantener la protección para estos exfuncionarios a quienes considera “perseguidos políticos”.
En declaraciones a la prensa, Longaric expresó optimismo en llegar a un entendimiento con México.
“Yo confío en que vamos a llegar a una solución sobre ese tema y para este efecto hay la intención de una reunión entre cancilleres de ambos países”, dijo la canciller.
Agregó que no se quería anticipar “a la posibilidad de impartir criterios cuando hay la posibilidad de una solución razonable”.
Por otro lado, los eurodiputados del partido Vox de España llegaron a Bolivia para sostener una reunión con autoridades del gobierno y pidieron que se esclarezcan los hechos que derivaron en la expulsión de diplomáticos españoles y la embajadora de México.
«Necesitamos claridad y necesitamos verdad. Necesitamos claridad sobre lo que pasó el día 27 con la extraña irrupción de unos encapuchados que iban a la embajada mexicana. Después hemos tenido unas explicaciones para nada convincentes», declaró a los medios el diputado Hermann Tertsch.
En opinión del abogado constitucionalista y experto en temas internacionales Williams Bascopé, “lo menos que se pudo hacer fue (…) expulsar a algunos diplomáticos que fueron con los encapuchados que fueron de manera sospechosa del lugar diciendo que estaban en una vista de cordialidad”.
En otro Estado sería la expulsión del cuerpo diplomático en pleno y romper relaciones. La Cancillería ha hecho una correcta lectura porque esto es un agravio al pueblo boliviano”, dijo Bascopé en una entrevista con la VOA.
El analista criticó a México por permitir desde un principio “de manera muy irresponsable” a Evo Morales hacer declaraciones políticas dentro de su condición de asilado.
Bascopé sugirió también que algunos de los españoles que estuvieron involucrados en el incidente de la embajada pudieron haber entrado a Bolivia con pasaportes falsos con conocimiento de algunas esferas del gobierno español.
Por su parte, Longaric aseguró que tiene la intención de profundizar las relaciones diplomáticas con España y que solicitará a Madrid una investigación conjunta del incidente.
Mientras tanto, el gobierno de Bolivia defiende la decisión asumida sobre la declaración de personas non gratas a los diplomáticos porque se sujeta a la ley y normas de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.