El papa Francisco teme el regreso de los años negros a América Latina y llama a la paz

El papa Francisco teme que la situación actual en América Latina se parezca a la difícil década de los años 1970, bajo las dictaduras militares, por lo que llamó este martes a la paz, en su viaje de regreso de Japón a Roma.

Interrogado sobre la situación de numerosos países, desde Chile pasando por Bolivia, Nicaragua, con disturbios, violencia en las calles, muertos y heridos, el papa reconoció que «en este momento no soy capaz de hacer un análisis sobre ello».

«La situación actual en América Latina se parece a la del 1974-1980, en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay con (Alfredo) Stroesner, y creo también Bolivia (…). Una situación en llamas, pero no sé si es un problema que se le parece o es otro», admitió.

«Realmente no puedo hacer el análisis de eso en este momento», afirmó.

El primer papa latinoamericano de la historia, que vivió en carne propio los horrores de la dictadura militar en Argentina, considera que «algunas declaraciones no son precisamente de paz».

«Lo que está sucediendo en Chile me asusta, porque Chile está saliendo de un problema de abusos (sexuales de menores) que ha causado tanto sufrimiento y ahora este problema, que no entendemos bien…», admitió.

«Pero está en llamas y debemos buscar el diálogo y también el análisis», agregó.

Francisco criticó a gobiernos en la región, que tildó de «débiles» sin especificar cuáles.

«También hay gobiernos débiles, muy débiles, que no han logrado poner orden y paz, y por eso llegamos a esta situación», afirmó.

El papa argentino evitó pronunciarse sobre Colombia, país que visitó en 2017 y que ha registrado manifestaciones históricas masivas contra el gobierno del derechista Iván Duque.

Sobre una eventual mediación de la Santa Sede en esos conflictos, el pontífice recordó que lo ha sido en Venezuela.

«Estamos dispuestos a ayudar cuando sea necesario» dijo.

En su charla con los cerca de 70 periodistas de todo el mundo que lo acompañaron en su visita a Tailandia y Japón, el papa comparó las protestas en Hong Kong con las registradas en el resto del mundo.

«No se trata sólo de Hong Kong. Piense en Chile, piense en Francia, la democrática Francia: un año de chalecos amarillos. Piense en Nicaragua, piense en otros países latinoamericanos que tienen problemas de ese tipo y también en algunos países europeos. Es algo general. ¿Qué hace la Santa Sede con esto? Llama al diálogo, a la paz», dijo.

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