El rechazo de AMLO al «golpe de Estado» y otras reacciones en América Latina y el mundo

La renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, sugerida poco antes por el Ejército este domingo, se convirtió en un foco de atención mundial este lunes.

Mientras las instituciones locales deciden quién ejercerá el poder hasta que se celebren nuevas elecciones, los gobiernos de América Latina fueron reaccionando según su propia interpretación de una crisis política y social que ya cumple tres semanas.

Las elecciones presidenciales del 20 de octubre en Bolivia, cuyo conteo preliminar (o rápido) fue interrumpido abruptamente por la autoridad electoral durante unas 24 horas, dejaron un complejo escenario que desató protestas tanto de oficialistas como de opositores.

En su renuncia, Morales denunció lo que calificó de golpe de Estado planeado por sectores de la oposición, la policía y grupos cívicos.

La oposición, por su parte, asegura que desde la polémica candidatura a la reelección de Morales -rechazada en un referendo pero permitida por el Tribunal Electoral-, el gobierno ya venía cometiendo irregularidades electorales.

Y que la interrupción del conteo el día 20, cuando los resultados vaticinaban una segunda vuelta, terminó de materializar lo que llamaron un «fraude».

Pero ¿cuál es la visión al respecto de los líderes de la región y el mundo?

México

López obradorAMLO ha mantenido una política exterior cautelosa hasta ahora.

El gobierno de México consideró lo ocurrido el domingo un golpe de Estado.

«Es un golpe —dijo el canciller, Marcelo Ebrard—, porque el Ejército pidió la renuncia del presidente y eso violenta el orden constitucional en ese país».

Con el presidente Andrés Manuel López Obrador detrás de él, Ebrard aseguró en conferencia de prensa que harían valer «el derecho de asilo» y coincidió con prácticamente todos los demás gobiernos de la región en la necesidad de convocar una reunión urgente de la Organización de Estados Americanos.

«Se entró en un terreno no previsto en la constitución», indicó el canciller.

Venezuela

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, también habló de golpe de Estado, añadiendo que fue supuestamente financiado por Estados Unidos.

«Si creen que van a replicar el fascismo que aplicó la derecha en Bolivia, están muy equivocados, acá sí vamos a aplicar la ley con mano dura», señaló, en una versión que fue respaldada por los altos mandos políticos y militares del chavismo.

Una postura similar fue manifestada por los gobiernos de Nicaragua y Cuba.

Por su parte, el líder opositor venezolano y proclamado presidente encargado del país, Juan Guaidó, celebró lo que consideró «brisas» de un «huracán democrático» que estaría esparciéndose por la región.

Argentina

El encuentro de Alberto Fernández y Mauricio Macri en la Casa Rosada el día después de las elecciones.El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, le pidió a Mauricio Macri que condenara lo que considera un golpe de Estado en Bolivia.

En Argentina también se dio esta duplicidad de versiones aunque por razones distintas: el país está en transición gubernamental.

El gobierno en funciones de Mauricio Macri no ve «elementos para definir como un golpe de Estado», según palabras del canciller, Jorge Faurie, ya que «las Fuerzas Armadas no han asumido el poder».

El funcionario desmintió que Morales y otros funcionarios bolivianos hubiesen pedido asilo en ese país.

Sin embargo, el presidente electo, Alberto Fernández, pidió a Macri que condenara lo que considera un golpe de Estado, además de que espera resguardo para quienes son «perseguidos por el golpismo».

Estados Unidos

El gobierno de Donald Trump calificó la renuncia de Morales como un «momento significativo para la democracia del hemisferio occidental».

«Estados Unidos aplaude al pueblo de Bolivia por demandar libertad y a los militares bolivianos por cumplir su juramento de cumplir no solo a una persona, sino a la Constitución».

«Estos eventos son una fuerte señal para los regímenes ilegítimos de Venezuela y Nicaragua que la democracias y la voluntad del pueblo prevalecerán», añadió Trump en un comunicado.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, también vio con buenos ojos los acontecimientos en Bolivia.

«Las denuncias de fraude electoral resultaron en la renuncia del presidente Evo Morales. La lección para nosotros es la necesidad, en nombre de la democracia y la transparencia, de contar los votos que se pueden auditar. ¡El VOTO es un signo de claridad para Brasil!», tuiteó el mandatario brasileño.

Rusia

Rusia, por su parte, llamó este lunes a «hallar una salida constitucional» a la crisis en Bolivia tras lo que también calificó de «golpe de Estado».

«Preocupa profundamente (…) que la disposición del Gobierno (boliviano) a buscar soluciones constructivas a base del diálogo haya sido arrollada por el desarrollo de los acontecimientos, que siguieron un patrón de golpe de Estado», señaló el Misterio de Asuntos Exteriores ruso en un comunicado.

Este lunes también se supo que la cadena de televisión estatal rusa RT le ofreció a Morales un puesto como presentador en su canal en español, en el que el expresidente de Ecuador Rafael Correa también tiene un espacio desde hace dos años.

 

fuente.bbcmundo

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