El futuro de la humanidad depende de las abejas

Las pérdidas de abejas en el mundo son alarmantes. Por ello, científicos hicieron énfasis en la frase de Albert Einstein: «si las abejas desaparecen, los humanos tendrían 4 años de vida».

Esta semana, el Eartwatch Institute, una organización benéfica ambiental internacional que trabaja por el bien del planeta, concluyó que las abejas son el ser vivo más importante del planeta en el último debate de la Sociedad Geográfica Real de Londres. Pero, ¿por qué razón las abejas tienen tanta relevancia en nuestro ecosistema? Te lo comentamos:

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 70% de la agricultura mundial depende exclusivamente de las abejas, esto equivale, aproximadamente, a dos terceras partes de la plantas cultivadas que se utilizan en la alimentación de los seres humanos.

Los científicos afirman que las abejas son el animal más importante del planeta, y el futuro de la humanidad corre peligro si las poblaciones de abejas continúan disminuyendo.

Según un informe de Greenpeace, aproximadamente del 60 al 90% de los alimentos que consumimos necesitan la ayuda de polinizadores como las abejas para reproducirse, y si las poblaciones de abejas disminuyen, la biodiversidad de la Tierra disminuye, lo que puede ocasionar catástrofes en la vida del planeta.

Aunque todas las especies son invaluables para el ecosistema, las consecuencias de que las abejas se extingan serían dramáticas. 250 mil especies de plantas con flores dependen de ellas por su polinización. Además, varios medicamentos y productos, como el algodón, son polinizados por las abejas.

También, aves, pequeños mamíferos, insectos no podrían alimentarse de semillas que dependen de la polinización que produce la abeja, y morirían de hambre. Aunque hay otros insectos o animales que polinizan como los murciélagos, las mariposas, las avispas, ninguno posee el mecanismo con el que la abeja realiza esta tarea.

Un estudio llevado a cabo por el Apiculture Entrepreneurship Center de la Universidad Mayor (CeapiMayor) y la Apiculture Corporation of Chile (Cach) con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) concluyó que las abejas son el único ser vivo que no transporta ningún tipo de patógeno, a diferencia, por ejemplo, de los mosquitos.

En dicha reunión, también se hizo énfasis a una frase atribuida al gran científico Albert Einstein: “si las abejas desaparecen, los humanos tendrían 4 años de vida”. Una conclusión relevante, ya que estudios recientes mostraron que casi el 90% de la población de abejas ha desaparecido en los últimos años. Según especificaron, esto se debe al abuso de pesticidas, a la deforestación y a la falta de flores, entre otros factores.

Por esta razón, muchas ONG´s en apoyo al medioambiente y ciudades enteras han comenzado a solidarizarse con las abejas. Por ejemplo, este año, en la ciudad de Londres, se está creando un pasillo de más de 11 de kilómetros destinado a ayudar a las abejas, que comienzan a tener serios problemas para encontrar flores en el ámbito urbano. Y es que en esa ciudad, en los últimos 20 años, el número de estos polinizadores ha disminuido un tercio.

Este proyecto de Londres, consiste en la siembra de 22 praderas en parques y espacios urbanos que juntas forman un “pasillo de abejas” que recorrerá todo el barrio de Brent.

Sin embargo, esta iniciativa londinense ya tiene un exitoso precedente en Oslo, según detalla “El País”. La ciudad noruega, elegida como “Capital Verde Europea 2019”, hace cuatro años que cuenta con una “autopista” para abejas. Bajo el impulso de la Sociedad de Jardinería de Oslo, se diseñó un recorrido que cruza de este a oeste la ciudad y ocupa un total de 15 kilómetros.

Panorama en El Salvador

La polinización es uno de los principales procesos de cultivo, en ella participan las abejas.

En el país, el panorama tampoco el panorama es favorable. La producción de miel en El Salvador ha bajado un 30 % en los últimos tres años debido a las afectaciones que está causando el cambio climático, informó Claudia Ávalos, presidenta de la asociación Cadena de La Miel de Apicultores de El Salvador.

Ávalos, quien también es gerente comercial de la empresa Mieles Joyas de Cerén, aseguró que esa afectación del cambio climático se debe principalmente a la deforestación y a que el invierno y el verano que vive El Salvador ya no son constantes.

Humberto Ávalos, fundador y gerente general de Mieles Joyas de Cerén, inició en la apicultura hace 50 años, en ese entonces asegura que cada colmena producía 100 libras de miel de abeja.

“Pero todo ha ido mermando, desde hace unos 30 años se empezó a ver la reducción, ahora una colmena puede estar produciendo unas 40 libras”, señala el apicultor, mientras revisa las colmenas de uno de los 2,000 apiarios que supervisa a nivel nacional.edh

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