La policía incrementó su presencia en las estaciones y reprimió en muchos casos con chorros de agua y gases lacrimógenos
Escolares chilenos evadieron el viernes en masa el pago de tarifarias en estaciones del tren subterráneo de Santiago al continuar sus protestas contra el alza de pasajes y la empresa respondió con el cierre de tres de sus seis líneas, desencadenando un caos en el regreso a casa de miles de personas.
El gobierno, por su parte, amenazó con usar una ley de seguridad que establece penas de cárcel a los infractores.
Los santiaguinos están divididos entre los que apoyan las manifestaciones y los que se quejan porque se les dificultó el regreso desde sus trabajos a casa.
Chile carece de combustibles fósiles y debe importar todo el petróleo y gas natural que necesita para funcionar, lo que se traduce en pasajes del transporte público caros, elevados precios de gasolinas, diésel y energía eléctrica, entre otros.
Las revueltas de los escolares empezaron masivamente el lunes con centenares de jóvenes que irrumpieron en diversas estaciones saltando o metiéndose por debajo de los validadores de pasajes. El jueves por la tarde, muchos manifestantes incrementaron las acciones violentas, rompieron controladores de ingreso, vidrios, y el viernes lanzaron escombros a las líneas electrificadas e hirieron a un conductor al lanzar vidrios sobre el ventanal del vagón guía.
La policía incrementó su presencia en las estaciones y reprimió en muchos casos con chorros de agua y gases lacrimógenos a los manifestantes en las afueras de las estaciones.
Daniel Fuentealba, trabajador bancario, dijo a The Associated Press que “es inaceptable que por culpa de los escolares no podamos volver a nuestra casa”.
Metro anunció en un comunicado que debido a “desmanes” que impiden cumplir con los niveles de seguridad requeridos para funcionar se suspendieron los servicios en las líneas 1 y 2, las principales, y más tarde sumó la 3. En las restantes líneas se cierran estaciones cuando las protestas se tornan más violentas, aunque después de un rato se vuelven a abrir.
El presidente Sebastián Piñera advirtió que su gobierno estudia la posibilidad de aplicar duras medidas de seguridad ante las protestas, en tanto que la ministra de Transportes, Gloria Hutt, declaró que una rebaja tarifaria “no es una discusión que tenga que surgir del nivel de violencia que hemos visto”.
El presidente del directorio de Metro, Louis De Grange, indicó que los manifestantes han ocasionado daños en el subterráneo por 400 a 500 millones de pesos, entre 558,000 y 698,000 dólares.
El Metro sube el valor de los pasajes cuando se suman factores como el alza del dólar, del petróleo y el desgaste del material del subterráneo. El pasaje subió a comienzos de mes en casi un 4%, aunque el costo para adultos mayores y escolares no fue incrementado.edh