Por poseer 9,5 gramos de marihuana, la joven israelí Naama Issachar fue sentenciada a siete años y medio de prisión en Rusia, una «severa sentencia», según el presidente israelí, Reuvén Rivlin, ante la que la extradición de un hacker ruso, que reclaman Moscú y Washington, surge como posible moneda de cambio.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, se ha unido a la clemencia que solicitó el domingo el presidente Rivlin en una carta dirigida a su homólogo ruso Vladimir Putin.
La sentencia de la joven fue dictada el pasado viernes y, desde entonces, el caso del hacker ruso, Aleksey Burkov, detenido desde 2015 por supuestos ciberdelitos y fraude de tarjetas de crédito, ha resurgido.
«Llevo cuatro años en una cárcel israelí por juegos políticos», declaró Burkov el domingo al Canal 13 de televisión en una entrevista telefónica.
Este fue arrestado por una orden internacional emitida por Estados Unidos, que a su vez pidió la extradición al tiempo que Moscú interpuso también una solicitud de traslado para ser juzgado en su país.
El pasado agosto, la Corte Suprema de Israel aprobó la extradición a Estados Unidos, pero esta debe ser ratificada por el Ministerio de Justicia, que según el diario Yediot Aharonot estaría a punto de firmarla pese a las crecientes presiones de Rusia para avanzar en un intercambio.
Mientras, Yafa, la madre de Issachar, declaró al Yediot Aharonot que la extradición de Burkov «no tiene sentido» y que es su hija la que está siendo utilizada como «moneda de cambio».
Rivlin ha pedido a Putin el perdón y conmutar la pena al considerar que Issachar cometió un «grave error», pero carece de antecedentes policiales y ha sido sentenciada a una pena que tendrá «un impacto profundamente destructivo en su vida».
La joven de 26 años fue detenida a principios de este año cuando regresaba de un curso de yoga en la India y hacía escala en Moscú, donde se encontró cannabis en su equipaje. Los cargos que se le atribuyeron pasaron de la «posesión» a «tráfico» de marihuana.
«Israel ha dado un mensaje claro: el castigo exigido por el fiscal ruso es desproporcionado y no se ajusta a la naturaleza del delito atribuido a Issachar», declaró el jefe de Gobierno israelí la pasada semana en un comunicado.
Netanyahu aseguró haber intervenido personalmente en el caso antes de la sentencia y debatido el asunto con Putin, tanto en su visita a Sochi el pasado 12 de septiembre, como en conversaciones telefónicas.
«Las autoridades judiciales en Israel han dejado inequívocamente claro que no hay posibilidad de evitar la extradición de Burkov (a Estados Unidos) tras la decisión de la Corte Suprema de que está sujeto a extradición», advirtió. Un viaje, sin embargo, que Moscú trata de impedir. EFE