El aparato mecánico le ayuda en su trabajo diario. El ahuachapaneco quiere patentar el aparato, el cual considera único en el país. El comerciante ofrece sus productos en las calles del casco urbano del municipio.
La necesidad de optimizar el tiempo en la comercialización de cocos, llevó a Juan Alberto Menéndez a idear una máquina que le permite cortar y extraer con mayor facilidad el agua y la carne del fruta tropical.
El machete o corvo ha pasado a un segundo plano para este emprendedor, quien utiliza su invento desde hace 4 meses.
El ahuachapaneco, originario del cantón Las Chinamas, relató que por más de un mes, a principio de año, pasó pensando sobre cómo podía crear una máquina que le permitiera realizar su trabajo de manera más práctica.
Esto porque de la forma tradicional no solo le implica invertir más tiempo en cada coco que vende; sino que también corre el riesgo de cortarse la mano al dar uno de los llamados “machetazos” en la fruta.
Su intención por innovar hizo que previamente le pidiera a un amigo que radica en Estados Unidos que le ayudara a adquirir una máquina en dicho país para que cumpliera esa función; pero no la encontraron.
Eso no lo desanimó sino que echó a andar su imaginación, con ayuda de la tecnología buscó posibles modelos para crear el diseño que resolviera las exigencias del trabajo.
Posteriormente lo llevó a un taller de mecánica industrial donde hicieron el diseño.
El amigo radicado en el país norteamericano y un tío le donaron el dinero que sirvió para el pago de la mano de obra y la compra de los materiales.
A un tubo de más de 50 centímetros de largo le colocaron una hoja de resorte de un vehículo, esto hace la función del corvo.
El coco es partido a la mitad con solo bajar una palanca que forma, para partir el coco a la mitad.
Antes con el corvo tenía que dar hasta 5 o 6 golpes para abrir la fruta.
La máquina cuenta con otro sistema para hacer el agujero por donde se extrae el agua con un tubo que tiene un corte en diagonal. El tubo es introducido a presión.
Toda la estructura está fija sobre el vehículo donde transporta los cocos.
En el vehículo ha sido instalado una tubería con grifo para que los clientes se laven las manos y limpiar los utensilios que usa en su negocio.
El sistema es abastecido a través de desnivel desde un recipiente que ha colocado en la parte alta del automotor.
“Con el corvo me tardo dos minutos para pelar el coco y con la máquina me tardo 30 segundos. Se hace más práctico porque si yo quiero ya no uso el corvo para nada”, relató el comerciante.
Cuando la máquina estaba siendo elaborada era probada en cocos secos pues su hueso tiene la dureza de un árbol. Eso sirvió para mediar la resistencia de las herramientas que estaban usando y la seguridad de las personas alrededor de la nueva máquina.
Menéndez pretende patentar su máquina, ya que no ha visto una similar.
Los clientes admiran la creatividad del ahuachapanecos y algunos llegan a comprarles únicamente con la intención de ver funcionar el aparato.
“Es algo admirable porque vemos cómo la inteligencia del hombre no tiene límites”, expresó Antonio Gutiérrez, uno de sus clientes.edh