TAIPEI — Beijing tratará los 47.900 millones de dólares en ventas de drones de EE.UU aprobados para el Sudeste de Asia como otro esfuerzo para negar sus reclamos sobre el Mar de la China Meridional y, de acuerdo a expertos, responderán verbal y económicamente,
El Departamento de Defensa de EE.UU. anunció el 31 de mayo que el contratista estadounidense de drones Insitu vendería 34 aeronaves no tripuladas ScanEagle a Indonesia, Malasia, Filipinas y Vietnam. Los cuatro países se han confrontado con el Servicio de Guardacostas chino y otros buques durante la última década mientras compiten por el control sobre esa área marítima rica en recursos.
El gobierno de Estados Unidos no tiene derecho al mar, una vía de 3.500 millones de kilometros cuadrados entre Hong Kong y la isla de Borneo, pero Washington quiere mantenerla abierta para uso internacional. China reclama aproximadamente 90% del mar, donde el gobierno ha desarrollado pequeños islotes para uso militar. Los países del sudeste asiático no compiten con China en términos de poder militar.
Ya desconfiados por incursiones de la marina estadounidense y las promesas anteriores de Washington para mejorar los lazos militares en toda Asia, Beijing probablemente responderá a las aeronaves no tripuladas con declaraciones oficiales contra EE.UU. y aumentos en ayuda económica a los compradores de aviones teledirigidos, que de otro modo podrían cambiar la política exterior hacia Washington, según politólogos
“Yo pienso que Beijing percibirá (la ventas de drones) como Estados Unidos interfiriendo en lo que China entiende como su interés central, el Mar de China, y Beijing lo utilizará como una oportunidad de fortalecer la narrativa doméstica de que Estados Unidos está intentando desafiar a China en la mayoría de sus intereses centrales”, dijo Stephen Nagy, profesor asociado de política internacional y estudios internacionales en la International Christian University en Tokio.
Drones para rivales chinos
El contratista estadounidense tiene aprobación para vender 12 drones a Malaysia, ocho a Indonesia, otros ocho a Filipinas, y seis a Vietnam, indica el sitio web del Departamento de Defensa. Las fechas de entrega para 2022 incluyen cargas útiles de repuesto, piezas de repuesto, equipo de apoyo, y entrenamiento para el hardware que verifica la actividad marítima de China desde el aire, detalla el sitio web.
Indonesia no tiene derecho al mar, pero periódicamente el gobierno reta a buques chinos cerca de las islas Natuna periféricas.
Los otros tres receptores de aviones no tripulados reclaman derechos sobre aguas que China llama suyas. China cita el uso histórico del ma, los otros países utilizan límites de zonas económicas exclusivas definidas por la ley internacional. Vietnam y Filipinas se han confrontado con barcos chinos en el pasado. El primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamed, está tomando una postura mas firme hacia China que su predecesor.
Oficiales del gobierno estadounidense han combinado más de un año de presión arancelaria sobre China con múltiples pasajes de buques navales a través del mar. En el Diálogo Shangri-la en Singapur, el secretario de defensa interino Patrick Shanahan prometió más cooperación militar en Asia y criticó la expansión china.
Las ventas de drones corresponden a una “narrativa más grande” desde el punto de vista de China, dijo Eduardo Araral, profesor asociado en la Escuela de Política Pública en la Universidad Nacional de Singapur.
Respuesta china
China puede protestar brevemente contras las ventas de drones y probablemente agitará la opinión interna a su favor, según analistas.
“Creo que lo que veremos es que el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores reaccionará, pero probablemente no sea tanto”, dijo Araral. “El gobierno chino dirá ‘que más hay que los drones puedan descubrir que no puedan encontrar satélites o que la gente en tierra no sepa?'»
No se espera que los drones, siendo solamente para vigilancia, provoquen una respuesta miliar o hagan que China retroceda la última década de expansión marítima. China utiliza sus propios drones y sistemas de radar en el mar, que son muy apreciados para la pesca, el petróleo, el gas y las rutas comerciales.
“Por supuesto a ellos no les gusta, pero ¿va eso realmente a cambiar la marea en el Mar del Sur de China?” respondió Yun Sun, Asociado sénior del programa de Asia Oriental en el estratégico Stimson Center en Washington, D.C.
“Probablemente no, especialmente si consideramos la relación que China actualmente tiene con estos países del Sudeste Asiático. Todo parece estar bajo control, al menos desde la perspectiva china,” indicó.
Más ayuda al sudeste asiático
Beijing buscará incrementar ese control fortaleciendo su propio atractivo entre los países del sudeste asiático, posiblemente forzándolos a elegir entre China y Estados Unidos, indican algunos analistas.
El atractivo será económico. China, apoyado por el segundo producto interno bruto más grande del mundo, ha ayudado a construir infraestructura en Malasia y Filipinas hasta la fecha, mientras ayuda a Vietnam a expandir el turismo. Parte de la ayuda se ajusta a la Iniciativa china del Cinturón y Carretera pan-Eurasia de 1 trillón de dólares para abrir rutas comerciales a través de una nueva infraestructura.
Estados Unidos carece del nivel de relaciones económicas de China en el sudeste asiático.
El liderazgo comunista pueda que intente «fracturar» una negociación de un bloque de 10 miembros, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, que incluye cuatro de los países compradores de drones, indicó Nagy.