Tras doce horas de intenso debate, los legisladores aprobaron, por 74 votos a favor y 45 en contra, el proyecto de ley de disolver la vigésimo primera (21°) Knéset, la más corta de la historia del país. Las nuevas elecciones generales se llevarán a cabo el 17 de septiembre.
Votaron a favor de la disolución de la Knéset los partidos Likud, Israel Beitenu, Unión de Partidos de Derecha, los ultraortodoxos sefaradí Shas y askenazi Judaísmo Unido de la Torá (Iahadut Hatorá), junto a los dos partidos árabes Hadash-Taal y Raam-Balad. Solamente el diputado Royi Folkman del partido Kulanu se ausentó de la votación. Los tres diputados restantes del partido Kulanu, agrupación política que se ha incorporado recientemente dentro del Likud, votaron a favor de la moción promovida por el primer ministro para disolver la Cámara Legislativa.
Netanyahu impulsó la disolución del Parlamento para impedir que el presidente, Reuvén Rivlin, le otorgue a cualquier otro candidato la oportunidad para formar una nueva coalición; mientras el partido nacionalista secular y el ultra religioso Judaísmo Unido de la Torá rechazaban un compromiso sobre la disputada ley de enrolamiento militar de los jóvenes ultraortodoxos.
A último momento, el Likud trató infructuosamente persuadir al Partido Laborista, así como a diputados aislados de la oposición para que se sumaran a la coalición.
Liberman ha puesto sobre el tapete la cuestión de la ley de enrolamiento militar, que pone límites a las exenciones a los estudiantes de las academias rabínicas (yeshivot), insistiendo que se trata de una cuestión de principios en la que no hará ningún tipo de compromiso. Aurora