El diputado venezolano Franco Manuel Casella Lovatón, hoy protegido diplomáticamente por el gobierno de México, oró con una bandera de su país en el Muro de los Lamentos en Jerusalén, donde dijo haber pedido perdón por las “maldiciones” del régimen de Nicolás Maduro.
Casella visitó recientemente el Estado de Israel a la cabeza de una delegación enviada por el líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, aseguró el domingo en un mensaje en su cuenta de Instagram.
“Como primera acción solicitamos ir al Muro de los Lamentos en Jerusalén, para pedir PERDÓN por las maldiciones injustamente emitidas desde el entonces cabeza del estado (sic) y dictador”, afirmó.
Así mismo dijo haber pedido por que termine “la usurpación” del régimen de Maduro, que ocurra una transición política y elecciones libres en el país sudamericano.
Señaló que, junto con la delegación, visitó la Knéset, donde abordó con legisladores israelíes el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Venezuela e Israel, que respalda a Guaidó como el presidente legítimo del país,
Israel y Venezuela no mantienen relaciones diplomáticas desde 2009, después de que el fallecido mandatario Hugo Chávez decidiera cortar los lazos con Jerusalén tras la Operación “Plomo Fundido” de las FDI contra Hamás en Gaza.
Expresó igualmente que expuso “las situaciones de violaciones de DDHH y persecuciones de parte de la tiranía usurpadora” y les solicitó a sus pares israelíes su apoyo para la oposición contra Maduro.
El viaje encabezado por Casella ocurrió poco antes de que el gobierno de México le otorgara protección y resguardo el pasado 14 de mayo en su embajada en Caracas, donde permanece actualmente.
El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela despojó a Casella de su inmunidad parlamentaria y busca enjuiciarlo por presunta traición a la patria y conspiración, entre otros delitos relativos a la seguridad nacional del país, como consecuencia de su involucramiento en el fallido golpe de Estado orquestado por Guaidó el pasado 30 de abril.
Así, la protección le fue concedida por la actual “situación de los derechos humanos, el derecho al debido proceso y la inviolabilidad de la inmunidad parlamentaria en Venezuela, en especial de los integrantes de la Asamblea Nacional de dicho país”, señaló la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en un comunicado.
La SRE enfatizó que pese a ello, México mantiene una política de no intervención respecto a los hechos políticos en Venezuela y que está abierto al diálogo para llegar a una solución pacífica del conflicto.
“La política de no intervención con Venezuela no se ha modificado, el gobierno venezolano sabe y respeta la decisión [sobre Casella] porque es una tradición mexicana, y eso lo saben todos los países del mundo, especialmente los de América Latina”, comentó al respecto el titular de SRE, Marcelo Ebrard.