Según el medio argentino Vis a Vis, viernes por la noche, antes de Shabat, una mujer entró al templo Mikdash Yosef y gritó: “Judíos, se tienen que morir, hay que matarlos”. A pesar de que lograron sacarla de la sinagoga, el hombre que la acompañaba, que venía armado con una navaja y trozos de vidrio, hirió algunas personas.
Otra fuente desde la Argentina envió un comentario negando esta versión de los eventos y diciendo que se trataba de una mujer borracha que se acercó a la sinagoga. Al ser rechazada, su novio rompió una botella y amenazó a los presentes; pero que “no había pasado nada” y que los elementos de seguridad se encargaron de la situación.
La sinagoga se encuentra en la calle Bulnes entre Avenida del Libertador y Cerviño.
Según Vis a Vis, el rabino Uriel Husni terminó con cortes en sus brazos por lo que lo tuvieron que suturar y expresó a Vis a Vis: “Nunca pensé que podía pasar algo así. Tuve terror. Junto con la seguridad pudimos detenerlo. Estamos pidiendo custodia policial para la puerta del templo”.