Bonny Rebecca, Rawvana, Tim Shieff, Raw Alignment y Stella Rae… puede que no sepas quiénes son, pero en conjunto son «seguidos» por casi dos millones de personas en YouTube.
Los cinco tienen en común el ser «influencers digitales» que predican los beneficios de ser vegano.
Y también coinciden en que algo bastante controvertido: dejaron de seguir la dieta en los últimos meses.
«Antojo»
Parece que una dieta basada solo en productos vegetales les estaba provocando problemas de salud.
En el caso de Stella Rea, no obstante, la influencer sencillamente «tenía un antojo tremendo de salmón».
Sus renuncias al estilo de vida que promovían tuvo también una dosis de drama: Rawvana, el nombre de «youtuber» de la joven californiana de origen mexicano Yovana Mendoza, fue «destapada» por accidente el pasado mes de marzo.
Una amiga, también influencer, publicó un video en Instagram de un viaje que hicieron a Bali, Indonesia: en un momento, las imágenes mostraron a Rawvana comiendo pescado.
Posteriormente la famosa youtuber admitió que llevaba meses comiendo proteína animal, pero en el momento en que el video fue publicado dijo que aún estaba promoviendo sus consejos de dieta «crudivegana», que le ayudaron a conseguir contratos publicitarios.
«Órdenes del médico»
Después de que la grabación de la discordia se hiciera rápidamente viral, Rawvana publicó a los pocos días un video en su canal para pedir disculpas a sus seguidores y dar explicaciones.
«Lamento mucho la manera en que se tuvieron que enterar del cambio reciente que hice en mi dieta, los alimentos que empecé a agregar debido a mi estado de salud», dijo la joven con semblante triste y voz a veces entrecortada.
Pero no es la única que cambió sus hábitos de vida sin comunicárselo a sus seguidores.
Otros influencers veganos anunciaron que también dejaron de seguir sus propias recomendaciones, quizá en un intento de contrarrestar los efectos secundarios.
Shieff, un atleta británico con casi 200.000 seguidores en YouTube, dijo que comer salmón y huevos crudos le permitió «eyacular por primera vez en 10 meses».
«Cuando tu salud empeora, es muy difícil no darle prioridad, por mucho que le parezca egoísta a una persona saludable».
En marzo, Alyse Brautigam, protagonista de la cuenta de Instagram Raw Alignment, «salió del armario» días después de que se destapara el caso de Rawvana.
La joven contó que, después de 5 años de veganismo, había decidido comenzar a comer proteínas. Particularmente dijo que desde diciembre comía carne, pescado y huevos.
«Veo las cosas muy distintas ahora», afirmó en un video de YouTube de 35 minutos que tiene más de 470.000 reproducciones y 18.000 comentarios.
Brautigam también alega razones de salud tanto para su pasaje al veganismo como para su actual abandono.
Movimiento vegano
Todos ellos celebraron de manera previa la creciente popularidad del veganismo, que ha pasado de ser un movimiento marginal a una industria de miles de millones de dólares.
Se espera que el mercado global de productos alternativos a la carne sea valorado en US$7.500 millones hacia 2025, con un crecimiento del 8% desde 2018, según la firma de investigación de mercado estadounidense Allied Market Research.
Sin embargo, pese a que las autoridades sanitarias alrededor del mundo recomiendan un cambio hacia una dieta principalmente compuesta por alimentos de origen vegetal, no abogan por suprimir el consumo de productos.
Y una de las principales razones es que los científicos aún debaten si una dieta vegana es más saludable que una vegetariana o incluso que una que contenga una cantidad modesta de pescado y carne magra.
Goji Man, otro influencer vegano, consideró que el problema está en los extremos: que los «youtubers» que engañaron al público estaban siguiendo dietas demasiado radicales.
«¿Cuántos veganos puedes nombrar que simplemente siguieran una dieta balanceada todo el tiempo?», preguntó.
Críticas
En su «mea culpa», Rawvana explicó que pasó los últimos años enferma, que sufría anemia, que su intestino estaba repleto de bacterias y que había llegado a perder el período menstrual.
Por ello, asegura que empezó a consumir huevos y pescado por prescripción médica el pasado enero. Todo ello sin decírselo a sus seguidores.
Su actitud generó duras críticas en redes sociales, y la pérdida de seguidores y patrocinadores.
Entre las quejas y comentarios sarcásticos, también hubo ciudadanos que advirtieron sobre los riesgos de seguir consejos nutricionales de personas que no son expertas en el área.
Otros criticaron a aquellos que confiaron su salud a una joven youtuber que promovía prácticas como un «ayuno de agua» de 25 días.
«Los youtubers no son médicos», alertó un usuario de Twitter que aseguró que se había enfermado después de seguir algunos consejos de Rawvana.
La nutricionista Rhiannon Lambert dijo al diario británico The Daily Telegraph que registró un incremento de pacientes que llegaban a su clínica con síntomas relacionados con la malnutrición e incluso desórdenes alimenticios, después de seguir consejos que encontraron en redes sociales.
En los últimos años, también llovieron críticas contra las propias plataformas donde estos influencers ganan popularidad, como YouTube.
El sociólogo Zeynep Tufekci escribió un artículo el año pasado en The New York Times en el que acusó a la página de videos de impulsar a la gente a adquirir prácticas más extremas para conseguir más visualizaciones.
«Los videos sobre el vegetarianismo llevan a videos sobre veganismo. Videos sobre empezar a correr llevan a otros sobre cómo hacer una ultramaratón», criticó.
«Parece que uno nunca es lo suficientemente ‘fuerte’ para el algoritmo de recomendaciones de YouTube».
fuente:bbcmundo