El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo el jueves que con la ayuda de Siria, el ejército ruso recuperó los restos del comandante del tanque israelí Zacharia Baumel, para devolverlo a Israel casi 37 años después de su desaparición en la batalla de Sultán Yacoub durante la Primera Guerra del Líbano en 1982.
“Los soldados del ejército ruso encontraron el cuerpo en coordinación con el ejército sirio”, dijo Putin, durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro Benjamín Netanyahu.
El presidente ruso dijo que el Ministerio de Defensa ruso entregará a Israel las pertenencias del sargento primero Zacharia Baumel en una ceremonia el jueves.
Netanyahu partió a Moscú el jueves temprano para reunirse con el líder ruso y discutir temas relacionados con Siria e Irán.
Durante la conferencia de prensa, Netanyahu agradeció a Putin, confirmando el papel que Moscú desempeñó en la búsqueda de los restos de Baumel, y de los otros dos soldados de las FDI desaparecidos en la misma batalla.
“Hace dos años, le pedí que nos ayudara a encontrar los cuerpos de los soldados israelíes desaparecidos, y usted accedió. “Quiero agradecerle, amigo mío, por lo que ha hecho”, dijo Netanyahu a Putin.
Tras una operación compleja y secreta, llamada “Canción Agridulce”, los restos de Baumel fueron devueltos a Israel en un avión de El Al a través de un tercer país no identificado a principios de esta semana, dijo el miércoles un portavoz militar.
El funeral de Baumel tendrá lugar hoy a las 7 p.m. en el cementerio militar del Monte Herzl de Jerusalén, según las Fuerzas de Defensa de Israel.
El anuncio puso fin a una misión de décadas de los padres de Baumel en Jerusalén, nacidos en Estados Unidos, para encontrar a su hijo mediante campañas internacionales, mientras aún esperaban que hubiese sido capturado vivo durante la batalla de tanques de Sultán Yacoub.
Yona Baumel, el padre de Zacharia, murió hace 10 años; su madre Miriam tiene 90 años.
Netanyahu dijo en una conferencia de prensa el miércoles que los restos de Baumel fueron recuperados junto con su tzitzit (flecos rituales) y su overol.
“Este es un pago de una deuda moral a los soldados caídos de las FDI, un pago de una deuda moral a sus familias”, dijo Netanyahu, y agregó, “este es uno de los momentos más conmovedores de todos mis años como primer ministro”.
En 2016, un tanque israelí que se perdió en la batalla también fue devuelto a Israel por Rusia.
El comandante del tanque, sargento primero Zacharia Baumel, un inmigrante nacido en Brooklyn, fue uno de los tres soldados israelíes cuyos cuerpos nunca fueron recuperados tras la batalla de Sultán Yacoub, contra el ejército sirio en el valle de Bekaa en el Líbano, en el que murieron 21 soldados israelíes y más de 30 resultaron heridos.
Aunque se cree que Baumel y los otros dos soldados, Zvi Feldman y Yehuda Katz, murieron en la batalla, también hubo especulaciones e informes de que fueron capturados por el ejército sirio y llevados a Damasco.
Los restos de Feldman y Katz no fueron recuperados en la Operación Canción Agridulce, aunque los oficiales israelíes inicialmente pensaron que el cuerpo de Feldman podría haber estado entre otros restos recuperados en la operación, según el periódico Haaretz.
El anuncio sobre Baumel se retrasó hasta que los funcionarios pudieron descartar esa posibilidad, dijo Haaretz.
Según el informe del Canal 13 de Israel, el cuerpo de Baumel fue devuelto junto con los restos de al menos otras 10 personas.
Un comandante de un grupo terrorista palestino en Siria dijo el miércoles que los restos de Baumel fueron descubiertos por facciones armadas en un campo de refugiados palestino cerca de Damasco.
Los médicos forenses del Instituto Forense de Abu Kabir examinaron los restos y llegaron a la conclusión de que ninguno de ellos pertenecían a Feldman o Katz. El informe del Canal 13 indicó dijo que aún no se había descartado que uno de los cuerpos perteneciera a uno de los dos soldados israelíes.
La hermana de Katz dijo a la televisión israelí el miércoles que la familia aún tiene esperanzas de que él estuviera vivo.
Fuente: The Times of Israel