La transcripción del debate sobre el Informe que reposa en la Cancillería de Venezuela puede ser leída haciendo clic aquí. En el Archivo Histórico de la AN se encuentran los diarios de debate y en el Archivo Histórico de la Cancillería las pruebas documentales originales.
El nazismo y Venezuela: contexto
Para algunos, el nazismo fue un proyecto que tuvo fines muy nobles: la pureza, la virtud, la nobleza y el cese de la corrupción. Pero el fin a veces puede justificar los medios: genocidios, totalitarismos, torturas, asesinatos, violaciones, etcétera. La Historia bien nos enseña que los fines más sublimes se visten de rojo sangre. Es necesario ser críticos y no sucumbir a las ficciones ideológicas.
En los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, Venezuela era todavía una fuerza militar marginal en proceso de modernización. El país sudamericano estaba por debajo no solo de las llamadas ABC (Argentina, Brasil y Chile), sino también de Perú y Colombia. Venezuela incluso era superada por Paraguay, Ecuador, Cuba y hasta Guatemala, países más pequeños. Por esta razón, Venezuela tuvo que aceptar en las primeras décadas del siglo XX los muy vergonzosos acuerdos límitrofes exigidos por la hermana República de Colombia. No teníamos gran margen de maniobra; Colombia tenía las de ganar, en el caso de una guerra. Apenas en el lopecismo es que se suprime la alpargata por la bota militar para la tropa.
Es en este contexto que debemos comprender la política exterior de la Alemania Nazi hacia Venezuela, que había mantenido una posición neutral en el conflicto durante los años 1939–1941. El 14 de junio de 1940, la Radio de Berlín describió a Uruguay y Venezuela como países incapaces de gobernarse a sí mismos, y se indicaba que Venezuela era una base importantísima, situada dentro del baluarte proyectado del Caribe que dominaba al Canal de Panamá.
Otto Strasser, miembro del Partido Nazi, dijo en 1940: “Según Hitler, Venezuela es el país más importante por la posibilidad de detener desde allá al fuerte ejército, la marina y la guerra aérea de Estados Unidos. Es partiendo de Venezuela, que él concentra sus grandes esfuerzos políticos, haciendo uso de las mismas tácticas viejas de propaganda y terrorismo.”
La importancia de Venezuela debe ser comprendida en su justa dimensión, sin sobreestimarla, pero tampoco sin subestimarla. Por su condición de puerta de entrada a América del Sur, la cercanía a Estados Unidos y su proyección continental hacia todo el Mar Caribe, es un punto estratégico de primer rango, solo superado por el Istmo de Panamá. El interés de los nazis en Venezuela era, básicamente, de índole militar, bélico y petrolero. De hecho, en junio de 1944, Andres Daniel Hogfelt y Walter Salomon Sachs se reunieron con el Presidente Medina Angarita para negociar convenios petroleros, a través de Suecia. Según la inteligencia de Estados Unidos, los nazis pudieron haber estado detrás de estas negociaciones.
En el libro Die Welser in Venezuela, el periodista nazi Erich Reimers afirmó que Venezuela era un territorio legítimamente alemán que había que “rescatar”. El control de Venezuela había sido usurpado por los españoles, aún cuando los alemanes eran quienes tenían la legítima soberanía sobre estas tierras y sus recursos. Todo esto tiene sus antecedentes en la misma Primera Guerra Mundial. Por lo menos desde ese entonces, los alemanes habían creído que era su legítimo derecho recuperar sus colonias en América y África. Los alemanes en Venezuela, en tiempos de Juan Vicente Gómez, ya hablaban de este proyecto.
No nos sorprende entonces, que en 1940 fue recibido un reporte sobre alemanes en las playas de Choroní, por parte de un grupo de venezolanos en vacaciones. Estos venezolanos vieron a un extranjero con un larga-vistas, tomando notas escritas. Las investigaciones arrojaron que este extranjero se apellidaba Veer y era un antiguo capitán de la Armada Alemana de Guillermo II y fue empleado de la Casa Frey. Aunque al principio no se le dio gran importancia al reporte, según el Archivo Histórico de la Asamblea Nacional, las autoridades se preocuparon cuando tomaron en cuenta que en Choroní está situada la Central Eléctrica que surte de energía a Maracay, uno de los centros militares más importantes de Venezuela. ¿Qué hacía ahí ese alemán, justo después de que los nazistas Losser y Buhnen buscaron obtener desde los aviones alemanes de tráfico comercial fotografías aéreas del territorio venezolano, especiales para cartografía?
Asimismo, los servicios de inteligencia venezolanos y extranjeros reportaron que los nazis intentaron construir en varios sitios de Venezuela campos de aterrizaje disfrazados de plantaciones de hortalizas, según el informe presentado al Congreso, leído por el diputado García Arocha. Se comprobó, además, que los señores adscritos al Partido Nazi en Venezuela Max Paschen, Kurzboeck Hager y Erwin Bayer, mantuvieron correspondencia directa y significativa con agentes en el exterior, quienes exigieron medir las distancias exactas entre determinados puntos geográficos del país y averiguar si sería posible la instalación de ciertas obras estratégicas. Los políticos venezolanos, en la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial, infirieron que los campos de aterrizaje disfrazados de hortalizas tendrían algo que ver con estas correspondencias y la presencia en Ciudad Bolívar del señor Winber, experto en construcciones de concreto.
Partido Nazi en Venezuela
El Partido Nazi en Venezuela comenzó a operar desde el año 1926 -a través del disfraz del Club Deportivo Alemán-, antes de que Adolf Hitler asumiera el poder. Al principio era una organización pequeña y poco organizada, pero con el paso del tiempo, y especialmente después del ascenso al poder de Hitler, la organización creció a pasos agigantados. Desde 1933, el Gauleiter del Partido Nazi pasó a ser Arnold Margerie, procediente de la vecina Colombia, en donde trabajaba como alto ejecutivo de la Casa Bayer. La compañía y el Partido Nazi decidieron trasladarlo a Venezuela.
Margerie fue el encargado de la reunificación del pueblo alemán en Venezuela, una comunidad próspera. En 1936, el Partido Nazi apenas contaba con 86 miembros activos de los más de 2000 alemanes residentes en Venezuela. Pero era una base inicial nada despreciable: los alemanes más ricos del país y mejor conectados con el sistema político eran parte del club. Luego, surgieron las siguientes ramificaciones: la Casa Parda, la Organización de la Ayuda de Invierno, el Frente de Trabajo Alemán, la Juventud Hitleriana, la Juventud Femenina Alemana, el Colegio Humboldt -en un principio no era una institución nazi-, etcétera.
Los miembros del Partido Nazi inscritos en Venezuela fueron enviados a Alemania, con el fin de realizar cursos de instrucción y entrenamiento, cuya duración mínima era de un semestre. Las áreas de formación eran: propaganda política, espionaje, organización militar y organización policial. Existen pruebas que demuestran que Adolfo Gathmann hizo un curso de adiestramiento militar en 1937, en calidad de voluntario del Regimiento de Infantería #16 en Demehors, Alemania.
En la ciudad de Caracas, según un informe presentado al Congreso, el cual reposa en el Archivo Histórico de la Cancillería Venezolana, existió un Tribunal Disciplinatorio del Partido Nazi. Uno de los documentos de ese tribunal, consignado en el informe, fue firmado por los señores Arnold Margerie y Eberhard Gathmann, quien ejercía el cargo de jefe del tribunal. Las ordenanzas hitlerianas vigentes eran rigurosamente aplicadas en estos espacios, violando así la legislación venezolana.
La población alemana en Venezuela, aunque en términos nominales era inferior a la de otros países como Argentina y Chile, era sumamente influyente. Hasta el gobierno de Juan Vicente Gómez, Alemania fue el primer socio comercial de Venezuela -desde entonces superada por Estados Unidos-. Henrique Blohm (apellido asociado a la GESTAPO), Adolf Gathmann, Walter Hadamovsky (Quimica Bayer Westcott Caracas), Theodoro Valentiner, H. Braun y la Casa Boulton son tan solo algunos de los nombres de la nomenclatura empresarial venezolana que se repiten continuamente en los informes de inteligencia sobre el nazismo en Caracas y sus células. Gustavo Zingg, al igual que Walter Hadamovsky, fueron algunos de los nombres que encabezaron la lista negra de los Estados Unidos en Venezuela, debido a sus presuntas vinculaciones con el nazismo. La organización Bayer fue víctima de sanciones de los Estados Unidos.
Helmut W. Hesse, ex-director de la Cámara de Comercio Venezolana-Alemana (CAVENAL), miembro del Partido Nazi Sección Venezuela, intervino en diversos convenios comerciales y logró adjudicarle los mejores contratos a sus mejores amigos del partido. Las mayores críticas fueron recibidas por John Vogel, de la Casa Vogel (Madrices a Marrón 22/23), y por Edgar Müller Karger (Sociedad a Camejo 27).
A partir de 1936, los alemanes en Venezuela estuvieron sujetos a una serie de medidas coercitivas y discriminatorias, que buscaban sancionar y castigar al disidente. Todo enemigo del nazismo no tenía derecho a recibir pasaporte alemán. Los opositores eran bloqueados por todas las entidades comerciales, industriales y morales de Alemania. Los consulados les negaban todo tipo de apoyo y a muchos hasta se les revocó la nacionalidad alemana. Además, en esta época se hizo obligatoria la solicitud de un permiso al Gauleiter para poder emplear a refugiados.
Gracias a estos métodos de coercitivos y la proliferación de organizaciones culturales alemanas administradas por el Partido Nazi -Club Royal, Club Deportivo Alemán, Escuela Alemana y muchos otros más-, los simpatizantes de Hitler lograron controlar a casi todos los alemanes residentes en Venezuela. De esta forma, también lograron extender su propaganda a la alta sociedad venezolana y las otras comunidades extranjeras que hacían vida en el país caribeño. A los venezolanos millonarios les prometieron que, de triunfar el nazismo, comenzaría una era de insospechada prosperidad para el país. Mientras que para 1936 apenas bastaban unos 6 jefes para controlar a los 86 miembros activos del Partido Nazi en Venezuela, hacia fines de 1940 ya estas células se habían multiplicado y dividido. Arnold Margerie disponía de un fichero con la filiación detallada y completa de todos los alemanes residentes en Venezuela.
El deporte fue, desde un principio, el disfraz perfecto para el Partido Nazi en Venezuela. Así vemos que en 1941, siguiendo los pasos de la primera organización nazi de 1926, los hitleristas crearon la NSKK con el nombre de “Asociación Deportiva Motociclista”. La fundación de esta organización fue instrucción de Rudolf Selles, presidente de la Asociación Venezolana de Ciclismo y miembro del Comité Olímpico Venezolano. A este grupo pertenecieron Holland-Kunz (mecánico de Reinmetall), Rudolf Spiess (dueño del Hotel Spiess), Mass (técnico de la Casa Zingg), y otros más.
La política exterior de Estados Unidos en Venezuela
Frank P. Corrigan, embajador de Estados Unidos en Venezuela (1939–1947) y muy consciente de las pretensiones de la Alemania Nazi en Venezuela, había vigilado los pasos de los alemanes en el país sudamericano. En un informe enviado al Secretario de Estado, Corrigan afirmó percibir que se había estructurado una peligrosa organización nazi en Venezuela, aunque de bajo perfil, por las dificultades que enfrentaban como consecuencia del sentimiento anti-germano, en el gobierno central y en la población local.
En la prensa de Venezuela, la Embajada de los Estados Unidos y sus agentes percibían como aliados a El Universal, La Esfera y Ahora. Por el contrario, El Heraldo y La Religión eran considerados medios pro-nazistas, pro-fascistas y pro-falangistas, es decir, afines a los intereses quinta columna. Las matrices de opinión difundidas por El Heraldo y La Religión tenían un sesgo hacia las potencias del Eje.
Hasta 1940, los Estados Unidos no tuvieron confianza en el Canciller Gil Borges como aliado en la campaña pro-estadounidense, ya que este era considerado un hombre poco sensible al problema de la Segunda Guerra Mundial. Para la política exterior de los Estados Unidos en América Latina, el servicio diplomático venezolano era un asunto que resolver. Más que neutral, su postura era indiferente para los ojos de los estadounidenses y esperaban mayor firmeza. Pero ese momento llegó: el 9 de Diciembre de 1941 dos días después del ataque Pearl Harbour, Venezuela declara Solidaridad con Estados Unidos. El 12 de Diciembre, Venezuela congeló los fondos de todos los que tenían nacionalidades del Eje y el 31 de Diciembre rompió relaciones diplomáticas con todos los Países del Eje.
Los estadounidenses, a pesar de las limitaciones financieras, enviaron misiones militares estadounidenses con el fin de entrenar a los militares venezolanos — dentro de sus posibilidades, por supuesto — , una vez se definieron bien los términos de la cooperación estratégica entre Estados Unidos y Venezuela. La coyuntura fue aprovechada por Venezuela para renovar su parque militar, a través de la Ley de Préstamo y Arriendo (1941). Venezuela no estaba en condiciones de dar una respuesta defensiva satisfactoria en caso de una intervención militar por parte de los nazis.
En enero de 1943, se firmó en Washington, mediante la mediación de la Embajada de Venezuela con los infrascritos de Diógenes Escalante y Cordell Hull que fungía de Secretario de Estado el compromiso para traer al país una Misión Militar Aeronáutica Norteamericana para cooperar con el Ministerio de Guerra y Marina venezolano y el personal de la Aviación Militar en la mejora, desarrollo y eficiencia de esas Armas con el material volante adquirido con la Préstamo y Arriendo firmado con los estadounidenses. En el mes de abril, llega el personal militar que se encargará de la Misión Aeronáutica, con los siguientes miembros: Teniente — Coronel Hervey Whitfield, Jefe de la Misión; Teniente — Coronel Dons Velliquette, Inspector Técnico de la Fuerza; Mayor Walter Gunstram, Jefe de Ingeniería; Sargento Mayor Francis Harris, Asistente de Aprovisionamiento y el Sargento Wallace Elwood como Secretario. La Misión se ubicaría en la ciudad de Maracay donde serán instaladas las oficinas y dependencias. — Germán Guía Caripe
Estados Unidos acordó que protegería las aguas territoriales de Venezuela, proporcionaría patrullas; defendería los campos y embarcaderos de petróleo. A cambio, el gobierno venezolano le suministraría información vital al Pentágono de carácter estratégico, con el propósito de preservar la seguridad del continente y dejar abierta la posibilidad de establecer bases y misiones militares, tanto aéreas y navales, en el territorio nacional. Desde este momento, las Fuerzas Militares Venezolanas iniciaron de forma definitiva un proceso de norteamericanización, el cual duró muchas décadas.
La deportación de alemanes
Treinta o más niños nacidos en el país se iban acompañando a sus padres de la mano en el primer lote de deportados. Al ver en el anden a los pequeños alemancitos, algunos de escasos dos años de edad, el pueblo venezolano y la prensa se indignaron, porque sabían que el gobierno estaba deportando a unos miembros del partido nazi, pero nadie imaginaba que estábamos deportando a tantos niños venezolanos hacia una muerte segura. — Oscar Yanes, sobre la deportación de venezolanos, alemanes y otros extranjeros vinculados al Partido Nazi en Venezuela
Aretz, Bayer, Beyer, Bloemer, Cervantes, Crillon, De Valencia, Domke, Dorn, Fukuyama, Groschel, Hegedus, Hellmund, Helmholz, Henningsmeyer, Holweg, Hormann, Kikuye, Kraff, Kremer, Krogmann, Lang, Leuthold, Meyer, Mestern, Mucarcel, Palma, Palenzona, Paesano, Plaza, Pigna, Roversi, Reveron, Risch, Sandmann, Steinworth, Stornasuolo, Spiess, Schaeck, Schnell, Sheusher, Tellez, Ulivi, Von Scanzoni, Von Jess, Von Wachter, Voerg, Wiese, Woltz, Yawasaki, Yonekura, Zerisawa, Zimlichg, Zingg, Zitlosen y Zumfelde fueron algunos de los apellidos de los deportados de Venezuela -de diversas nacionalidades y orígenes étnicos-, debido a su vinculación con el nazismo criollo y el colaboracionismo. El sacerdote Rudolf Sheusher, uno de los deportados, fue acusado de poseer comprometedores documentos y mapas de Venezuela.
La deportación es, aún hoy en día, un gran enigma. Si bien existen pruebas documentales probatorias y testimonios sobre los hechos, la situación se trató con hermetismo y quedan muchas interrogantes. El gobierno venezolano fue sumamente discrecional en este asunto. Según Miguel Ángel Prieto, investigador de la Universidad Simón Bolívar, todo esto sigue siendo un enigma y muchos alemanes terminaron cambiando su identidad en Venezuela. Según el periodista Oscar Yanes, la lista de personas “Quinta Columna Alemana” salpicaba aproximadamente a 100 mil personas.
No existe una sola versión oficial sobre la deportación de los alemanes en Venezuela, lo que sugiere que efectivamente se escondieron muchos detalles. En la prensa se publicaron por lo menos dos versiones sobre los hechos. Luis Ríos, veterano de la Guerra Civil Española y ex-empleado de CAVIM, fue uno de los pocos testigos presenciales de la deportación. La deportación era exigida por los diputados del Congreso Nacional y los distintos voceros de la opinión pública nacional, quienes ejercían fuerte presión sobre el gobierno central.
Después de la guerra, y a raíz de importantes negociaciones secretas a puerta cerrada, muchos alemanes se convirtieron en venezolanos “de pura cepa” y obtuvieron documentos nuevos. Unos lo hicieron de forma voluntaria, y a otros no les quedó otra opción, por temor a lo que podría ocurrirle a sus familias si regresaban a Europa. Según Otto Fusch, incluso existió un grupo que se camufló entre la comunidad hebrea. Para culminar, los testimos de Don Hellmuth Straka y Don Rudolf Schwarz.
“Para el comienzo oficial de la guerra en 1939, ya desde 1920 existían sedes del Partido y centros de trasmisiones de Radio en las ciudades y pueblos del país. Venezuela no era un objetivo estratégico ni un objetivo táctico. Para la Ideologia Alemana de 1924 a 1944, tanto del pueblo como del gobierno alemán, Venezuela era una antigua colonia que ya se encontraba en proceso de recuperación y consolidación, e industrialización. Había una colonia mayor de cien mil personas, muchos de ellos con cédula venezolana, y la mayoría nacidos en Venezuela. De esa magnitud fue la colonización.
La sede principal oficial del Partido NSDAP en Caracas, funcionó en la quinta ‘Castillito’ actual sede de la Guardia en El Paraíso. Otras oficinas operaban en horario no escolar en el Colegio Alemán de Caracas. La segunda sede en importancia del Partido funcionó en Maracaibo, Capitulo Occidental, en el Colegio Alemán. Mucho antes que la invasión naval al Golfo, numerosos submarinos U-boote realizaron numerosas labores de ejercicios, desembarcos, carga y descarga, correo, comunicaciones, y cartografía naval en toda la costa. Tuvieron campamentos base en Caño Mariusa, Delta del Orinoco, donde dijeron que habían obtenido alimento comerciando con alguna comunidad aborigen a cambio de muebles, electrodomésticos, licores y otras cosas, y que asimismo en Cojoro en la Guajira , al norte de Maracaibo donde también según sus declaraciones obtenían provisiones con los aborígenes.
Caño Mariusa en el Delta era en aquel tiempo un caño de aguas profundas(20 mts de prof. ) y sumamente arbolado, donde los submarinos permanecían sumergidos de día y salían de noche para internarse al golfo de Paria hacia el Atlántico por la Boca de Dragos. Desembarcaron usando ensenadas profundas como Puerto Escondido, Turiamo, Puerto Cruz, Puerto Maya, Cata y Cuyagua, Chichiriviche D.F., Guiria, Mochima, Cariaco, pero su mayor actividad estuvo centrada en los archipiélagos, en La Tortuga, La Blanquilla, Los Testigos Los Hermanos, Los Roques, y Las Aves… yo estimo sin exageración que varias decenas de miles de agentes se establecieron en Venezuela en esos años, aunque parezca mentira, te digo que yo cuando llegue en el 52, reconocí a algunos que se quedaron trabajando en Choronì por sus gestos y expresiones, incluso el caminar y la forma de expresarse e incluso la forma de sostener el cigarrillo o de colocarse los anteojos”. — Hellmuth Straka, ex-profesor del Museo de Ciencias, 1974
“La estrategia de recuperación de las antiguas colonias era progresiva, a largo plazo y tenia como base la obtención de Concesiones de Explotación Minera y Petrolera, los desarrollos empresariales privados, y la ocupación lenta pero firme de los territorios con grandes desarrollos fabriles. En ese sentido la irrupción violenta en el Golfo de Venezuela en 1942 evidencio una impertinente e inexcusable improvisación que realmente no tuvo ninguna relación con el plan original y que creó un conflicto innecesario con los Estados Unidos y con Venezuela — Rudolf Schwarz, 1967
Notas:
A raíz del hundimiento de las embarcaciones petroleras venezolanas Monagas y Tía Juana, el gobierno de Isaías Medina Angarita decide ingresar al plan de Cooperación para de Defensa del Hemisferio (Conferencia de Río de Janeiro), tutelado por Estados Unidos para combatir los movimientos quinta columna.
A pesar de la importancia estratégica de Venezuela y el apoyo de los alemanes más ricos del país, al Partido Nazi en Venezuela le tomó más tiempo organizarse de forma efectiva, a diferencia de otros países de América.
No todos los individuos vinculados al nazismo eran alemanes por nacimiento, otros eran alemanes de origen y algunos eran ciudadanos de las Potencias del Eje. También se vieron casos de venezolanos que simpatizaban con el nazismo. La propaganda nazi operaba en diversos niveles y con distintos targets: alemanes, venezolanos y otros ciudadanos extranjeros en Venezuela.
Según el Archivo Histórico de la Asamblea Nacional y el Archivo Histórico de la Cancillería de Venezuela, los señores Heinz y Zumfeld, este último miembro de las SS (secciones de asalto), lograron alcanzar los cargos de maestro de deporte y maestro de esgrima respectivamente, en la Academia Militar de Venezuela.
Hans Wesemann, uno de los agentes de la Gestapo deportados de Venezuela, había sido procesado anteriormente en Suiza por el secuestro del periodista Berthold Jacob Salomón. Después de cumplir su condena, Wesemann vino a Venezuela y se casó con una pudiente dama de la alta sociedad venezolana. Este señor murió en Caracas.
En 1940, el agente nazi Hans Wesemann de la Gestapo fue deportado de Venezuela gracias a la labor del doctor Manuel Matos Romero, el cual denunció en la Cámara del Congreso Nacional la presencia de Wesemann en el territorio venezolano. Pero después logró regresar y falleció en Venezuela, en 1971.
La Alemania Nazi comprendía los territorios de la República de Weimar, Austria, Checoslovaquia (hoy República Checa y Eslovaquia, Lituania, Polonia, Yugoslavia (hoy dividida en Croacia, Eslovenia, Serbia y otros), Luxemburgo, Saar Basin, Francia y Danzig.
En la otrora zona rural de Sabana Grande, los nazis tenían reuniones clandestinas en la casa de habitación del señor Ramelow, quien supuestamente era un espía militar experto en asuntos marítimos, más allá de su fachada de abogado. Ramelow luego fue Cónsul de Alemania en Colombia. Según Miguel Ángel Prieto, la vivienda de Ramelow estuvo ubicada en la Calle Real de Sabana Grande, luego Avenida Abraham Lincoln y hoy bulevar de Sabana Grande.
Los alemanes que difundían propaganda nazista estuvieron concentrados en una casa situada entre las esquinas de Palma a Municipal, #24. Rodolfo Ruprocht, Otto Muller, Gunther Lemke y Eugen Giess vivieron en ella. El grupo se reunía en el Café Mazzei, ubicado entre las esquinas de Palma a Municipal #7.
El Club Alemán de Maracaibo, fundado en 1872, tuvo una función meramente recreativa hasta 1936. En ese año se convirtió en el Cuartel General del Partido Nazi.
El nazista Strebelt tuvo el encargo de montar una potente radio emisora en el camino que conduce a la Colonia Tovar.
Si bien la frase “el fin justifica los medios” se le atribuye a Nicolás Maquiavelo, este nunca la dijo. Es una atribución e interpretación de terceros.
Consulta:
Archivo histórico de la Cancillería de Venezuela.
Archivo histórico de la Asamblea Nacional de Venezuela.
Guía, G. (2010). LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL EN VENEZUELA Y EL APOYO MILITAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA A LAS FUERZAS ARMADAS NACIONALES, 1942–1945. Revista Mañongo.
Prieto, M. (1975). ARQUEOLOGIA SUBMARINA E HISTORIA DE LA GUERRA DEL MAR DE VENEZUELA (1942 -1944). Caracas: Universidad Simón Bolívar.
Quintero, V. (2018a). El nazismo en Venezuela. Wtc Radio. https://wtcradio.net/el-nazismo-en-venezuela-por-vicente-quintero/
Quintero, V. (2018b). 13 de julio de 1942: el Congreso de Venezuela se levantó contra el nazismo. El Nacional. https://www.el-nacional.com/noticias/bloguero/julio-1942-congreso-venezuela-levanto-contra-nazismo_250450
Vivas-Gallardo, F. (1993). Venezuela-Estados Unidos, 1939–1945: la coyuntura decisiva. Caracas: Universidad Central de Venezuela.
Fuente:medium.com