En el artículo de la semana pasada “¿Cómo y por qué celebramos Purim?” explicamos lo que es Purim y las razones por las cuales los sabios decretaron este día como un día de celebración y festejo. Sin embargo, no explicamos por qué se escogió el catorce de adar como la fecha que Purim debía ser festejado si la historia entera de Purim ocurrió a lo largo de 14 años y la gran mayoría de los eventos importantes ocurrieron en el mes de nisán. ¿Por qué en específico se escogió esa fecha? Las razones están relacionadas con el ayuno de Esther que hacemos un día antes de que empiece la fiesta.
Para poder abordar el tema con mayor claridad, es preciso dar parte del contexto en el que ocurre la festividad y hacer un recuento de los cuatro eventos a los que nos referimos. En Purim festejamos haber sido salvados del decreto de exterminio que el Rey Asuero había promulgado en toda Persia. Dicho decreto era producto de las artimañas que Hamán el malvado había logrado ejercer sobre el poder máximo de la época. Si bien el decreto real no fue abolido, porque un decreto emitido con el sello del rey no puede ser abolido, poco antes de la fecha de exterminio, se dio una orden a los ejércitos persas de permitir a los judíos defenderse de sus enemigos y facilitarles las armas para hacerlo. Los judíos en vez de ser matados desprevenidamente e indefensos libraron una guerra contra aquellos que querían matarlos y la ganaron; aniquilando a sí a los enemigos que los querían muertos. Esto no hubiera sido posible sin intervención de la Reina Esther que a través de varios medios logró ganarse el favor del rey y pedir por la salvación de su pueblo. Creemos que dichos cambios de suerte tan radicales fueron el producto de un milagro y que el verdadero causante de nuestra salvación fue el favor divino; el cual los judíos se ganaron tras un ayuno de tres días durante el cual hicieron teshuvá.
El decreto de exterminio; el ayuno de tres días; las cenas que organizó la reina Esther y el cambio de opinión en el rey, todos ocurrieron durante el mes de nisán. ¿Por qué entonces fijamos la fecha en adar? Porque la batalla final se libró en adar y los hijos de Hamán que representan el mal en la tierra fueron colgados en adar. Si bien la historia de la meguilat ocurrió en nisán y la salvación empezó en nisán, el cambio de fortuna se concretó en adar, puesto que el 13 de adar fue el día en que íbamos a ser exterminados y en su lugar fuimos salvados. Por eso festejamos Purim en adar, y por eso hacemos el ayuno de Esther en adar y no en nisán (1).
Con este ayuno, pese a lo que se cree no sólo estamos recordando el ayuno que hizo la Reina Esther antes de acercarse al rey y pedir por los judíos, sino que primordialmente ayunamos en recuerdo a la batalla que se libró ese día (13 de adar). Antes, las batallas que libraba el pueblo de Israel contra sus enemigos no eran batallas físicas o territoriales, sino espirituales. Eran la lucha del bien contra el mal, de los que siguen a D-os y los que lo repudian, por eso el pueblo de Israel se preparaba espiritualmente para librarlas; mucho más de lo que se preparaba militarmente. La forma en que se preparaban era ayunando y rezando. El ayuno que hacemos hoy en día es en recuerdo al ayuno que hicieron los judíos en adar antes de enfrentar a sus enemigos, es un ayuno único en el judaísmo. Porque a diferencia del resto de los ayunos no es un ayuno que hacemos con luto, sino con alegría, en vez de entristecernos debe ayudarnos a festejar y prepararnos para la gran fiesta de Purim.
Nota:
1) Celebramos el día 14 y no el 13 porque muchísima gente murió ese día y no podemos festejar en un día donde hubo tragedia para otro pueblo a nuestras manos. Aunque eran nuestros enemigos, aunque querían exterminarnos no podemos alegrarnos de su desdicha.