Ambos líderes se reunirán el martes por primera vez, en un encuentro de alto nivel que será seguido por los gobiernos de todo el mundo en busca de señales sobre el futuro de la alianza transatlántica, una asociación que ha ayudado a conformar el orden mundial desde la Segunda Guerra Mundial pero que Trump ha amenazado con modificar.
«¿Si creo que serán buenos amigos?, probablemente no, son personalidades muy diferentes», dijo Charles Kupchan, quien asesoró al predecesor de Trump, Barack Obama, sobre política europea como miembro del Consejo de Seguridad Nacional.
«Pero creo que tienen gran interés, tanto a nivel político como estratégico, de aprender a trabajar juntos», agregó.
Funcionarios alemanes dicen que Merkel, de 62 años, se ha estado preparando fuertemente para su viaje a Washington.
Ha leído los discursos de Trump y sus entrevistas, incluyendo una con la revista Playboy en 1990 en la que plantea muchas de las polémicas ideas que ahora está tratando de implementar como presidente.
Los miembros de su comitiva también han analizado los encuentros de Trump con otros líderes -entre ellos los que sostuvo con la británica Theresa May, el japonés Shinzo Abe y el canadiense Justin Trudeau-.
Merkel ha tenido intercambios con algunos de sus pares sobre cómo manejar a la impredecible ex estrella de televisión, agregaron los funcionarios.
«Tenemos que estar preparados para el hecho de que a él no le gusta escuchar durante mucho tiempo, a que prefiere posiciones claras y a que no desea ahondar en detalles», dijo un alto funcionario alemán.
Economía y política
Tanto en política económica como en política exterior, la división entre las visiones de Merkel y Trump parece enorme.
Trump, de 70 años, ha calificado la decisión de Merkel de recibir en Alemania a cientos de miles de refugiados como un «error catastrófico».
También ha amenazado con imponer aranceles a los fabricantes de automóviles alemanes que importan al mercado estadounidense y ha criticado a Berlín por no gastar más en defensa.
Otra fuente de tensión es el superávit comercial de 50.000 millones de euros de Alemania con Estados Unidos.
El asesor de Trump Peter Navarro ha acusado a Alemania de lograr ventajas comerciales injustas a través de un euro más débil.
Merkel y sus ministros, por su parte, han señalado que el Banco Central Europeo -y no Berlín- controla el destino de la moneda del bloque.
Rusia también estará en la agenda. Funcionarios de la Casa Blanca han dicho que Trump buscará los consejos de Merkel sobre cómo relacionarse con el presidente ruso, Vladimir Putin.
«Esta es una oportunidad para esbozar áreas de interés común, para definir una agenda positiva», dijo Anthony Gardner, quien fue hasta enero embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea.
«Pero una reunión no cambiará la atmósfera por su cuenta», agregó.
fuente:voanoticias