La policía evacuó a los jóvenes de ultraderecha atrincherados en la sinagoga de Amona, poniendo de esta manera fin al desalojo del asentamiento ilegal construido sobre terrenos privados palestinos, por orden de la Corte Suprema de Justicia. Un grupo de extremistas se había atrincherado en el templo, armado con agua lavandina (cloro) y otros objetos usados para arrojar a las fuerzas de seguridad y generar violencia.
Tras ingresar en la sinagoga y retirar los bloques de acero que habían colocado en la entrada, un proceso que llevó una hora y media, los policías fueron recibidos con piedras, palos, extinguidores de fuego, etc., provocando heridas a al menos diecisiete de ellos.
Las fuerzas de seguridad respondieron a la violencia de los colonos extremistas con chorros de agua a presión provenientes de camiones de bomberos para impedir que los manifestantes se acercaran y provocaran más daños.
“La situación está bajo control y de forma coordinada están siendo trasladados fuera de Amoná todos los evacuados de la sinagoga”, declaró el portavoz policial Mickey Rosenfeld sobre la operación.
Con este desalojo, termina la evacuación del asentamiento de Amoná, que estaba compuesto por 42 familias, y que comenzó, con la resistencia de residentes y simpatizantes al intentar impedir la entrada de más de tres mil agentes de la Policía y la Guardia de Frontera.
Las fuerzas de seguridad informaron de más de sesenta agentes heridos en los disturbios, y de más de mil desalojados, entre residentes y manifestantes de otros lugares que acudieron en apoyo de los habitantes.
El primer ministro, Biniamín Netanyahu, ordenó que los evacuados sean instalados en un nuevo asentamiento creado especialmente para ellos, el primero que las autoridades construirán oficialmente en más de dos décadas.
fuente:Aurora