El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu viajará el domingo a Londres para reunirse con su homóloga británica, Theresa May al siguiente día.
Este será su primer encuentro desde que May asumió el cargo en julio, luego de la renuncia de su predecesor, David Cameron, tras los resultados de la votación del Brexit celebrada el mes anterior.
La reunión de ambos líderes tendrá lugar dos semanas después del encuentro de May con el presidente estadounidense Donald Trump y una semana y media antes de las conversaciones programadas entre Netanyahu y Trump.
Hace un mes se informó que Gran Bretaña había sido un factor central y determinante en la redacción y votación de la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad que condena los asentamientos israelíes.
Diplomáticos israelíes y occidentales dijeron entonces que funcionarios y expertos legales británicos trabajaron directamente con los palestinos sobre el texto de la resolución incluso antes de que Egipto distribuyera su propuesta.
Los funcionarios indicaron que los británicos operaron en secreto y sin notificar a Israel. Después de que Egipto renunciara a su propuesta, los británicos contactaron a Nueva Zelanda y lo alentaron a que siguiera presionando para someter la resolución a votación sin el apoyo de Egipto.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, confirmó en el Parlamento hace tres semanas que Gran Bretaña había estado involucrada en la redacción de la resolución.
Pero antes de la toma de posesión de Trump, Gran Bretaña cambió su enfoque sobre la cuestión israelí-palestina. La oficina de la primera ministra británica publicó un comunicado criticando severamente la declaración del ex secretario de Estado John Kerry.
Varios días después, Gran Bretaña impidió que el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea adoptara la declaración emitida al concluir la Cumbre de Paz de París.
Los británicos enviaron a un funcionario de bajo nivel a la conferencia manifestando su descontento con la acción francesa. Posteriormente, el Ministerio de Relaciones Exteriores británico publicó una declaración en la que se oponía a las conclusiones de la conferencia diciendo que podrían endurecer la posición palestina en negociaciones futuras.
Los británicos subrayaron que se oponían a la conferencia porque se celebró en oposición a las opiniones de Israel y sólo unos días antes de la toma de posesión del nuevo presidente estadounidense.
Fuente: Haaretz