Ni Beyoncé ni Jon Bon Jovi ni Lady Gaga.
A diferencia de ceremonias previas de toma de posesión presidencial en Estados Unidos, en el evento de Donald Trump de este viernes no se presentará ningún músico de talla internacional.
En cambio, una joven soprano de 16 años llamada Jackie Evancho será la encargada de interpretar el himno nacional de ese país, uno de los momentos cumbre del acto.
A pesar de que a más de un músico le honraría participar en este evento, Evancho fue una de las pocas hasta ahora en confirmar su asistencia a la ceremonia de Trump.
También lo hicieron el coro The Mormon Tabernacle y la compañía de baile neoyorquina The Rockettes.
Además, se celebrará también un concierto gratuito el día anterior a la ceremonia oficial, en el que participarán artistas que disfrutaron de fama en el pasado como la banda 3 Doors Down, los cantantes de música country Toby Keith y Lee Greenwood, y el intérprete del género R&B, Sam Moore.
Tanto Jackie Evancho como el coro mormón y The Rockettes han sido objeto de críticas por parte de algunos opositores a Trump que cuestionan que aceptaran la invitación.
Incluso algunos artistas cancelaron su actuación por la reacción negativa de una parte de la opinión pública.
Una joven promesa
Jackie Evancho fue finalista en 2010 del programa «America’s Got Talent», en el que causó sensación por la potencia de su voz de soprano con tan solo 10 años de edad.
En las últimas semanas la adolescente recibió miles de mensajes en las redes sociales en los que que la llamaban «traidora» por haber aceptado participar en la toma de posesión de Trump.
Algunos cuestionaron su decisión porque su hermana mayor, Juliet, es transgénero y el vicepresidente electo Mike Pence ha impulsado leyes que afectaron a la comunidad LGBT en el estado de Indiana.
Pero Evancho se defendió y en una entrevista con el diario The New York Times dijo: «Simplemente pensé que hago esto por mi país«.
«Así que si la gente me va a odiar, es por la razón equivocada», añadió.
Un coro conservador
El coro The Mormon Tabernacleforma parte de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y cuenta con 360 miembros.
Han actuado previamente en las tomas de posesión de los presidentes Lyndon Johnson, Richard Nixon, Ronald Reagan, George H. W. Bush y George W. Bush.
En esta ocasión, uno de los miembros decidió renunciar antes que actuar en la ceremonia de Trump.
La cantante Jan Chamberlin publicó en su página de Facebook a finales de diciembre un mensaje en el que señalaba que «parecería que el coro apoyaba la tiranía y el fascismo al cantarle a este hombre«, refiriéndose a Trump.
Eric Hawkins, vocero de la iglesia, contestó en medios locales que la participación del coro en el evento era «voluntaria».
The Rockettes
La compañía de baile The Rockettes, cuya sede está en el teatro Madison Square Garden de Nueva York, también ha actuado en otras ocasiones en este evento.
Pero esta vez una bailarina se quejó de que estaba siendo obligada a bailar, según reportaron medios locales citando una declaración que la mujer publicó en su perfil privado de Instagram.
«Me siento avergonzada y decepcionada», decía en la leyenda de una foto que filtró la web Perez Hilton.
Tras la polémica, una vocera de la compañía dijo que las apariciones de las bailarinas eran siempre voluntarias.
Escasez de artistas
Durante semanas, los organizadores de la toma de posesión de Donald Trump ha tenido dificultades para contratar a los artistas para el evento.
Varios intérpretes famosos que habían sido asociados con el acto enseguida salieron a desvincularse del mismo, como el cantante británico Elton John o el tenor italiano Andrea Bocelli.
Otros, como Moby y la cantante Charlotte Church, aseguraron que habían recibido una invitación pero la rechazaron.
Moby expresó en su Twitter que solo se presentaría si Trump «publicaba sus declaraciones de impuestos», mientras que Church le llamó «tirano».
Sin embargo, al presidente electo parece no importarle demasiado la presencia de celebridades en su toma de posesión.
En diciembre, escribió en su Twitter: «Las llamadas ‘celebridades de primera categoría’ quieren entradas para la inauguración, pero mira lo que hicieron por Hillary, NADA. ¡Quiero a la GENTE!«.
fuente:bbcmundo