Hay un párrafo que ha pasado casi inadvertido en el reciente informe de la CIA, el FBI y la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos sobre la interferencia rusa en las recientes elecciones que es preocupante: sugiere -sin mencionar países específicos- que Rusia podría tratar de ayudar a elegir Presidentes populistas autoritarios en las próximas elecciones de Alemania, Francia y quizás hasta México.
Suena como algo sacado de una película de Hollywood. Pero la declaración conjunta del 6 de octubre de la CIA, el FBI y la Agencia Nacional de Seguridad dice que el Presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó ataques cibernéticos para ayudar a Donald Trump a ganar las elecciones en Estados Unidos, y que Rusia continuará tratando de influenciar el voto en los países aliados a Estados Unidos y sus procesos electorales.
El informe dice que Rusia tiene un deseo de larga data de socavar el orden democrático liberal liderado por Estados Unidos.
Putin ha intensificado sus actividades de ciberespionaje, hackeando el Comité Nacional del Partido Demócrata de Hillary Clinton y entregando sus correos electrónicos a Wikileaks.
Además, Rusia ha plantado noticias falsas en los medios sociales estadounidenses para dañar la campaña de Clinton, afirma el reporte.
Tras leer el informe de la comunidad de inteligencia estadounidense, llamé a Garry Kasparov, el conocido disidente ruso, presidente de la Fundación de Derechos Humanos y ex campeón mundial de ajedrez, para preguntarle cuáles podrían ser los motivos de Putin para ayudar a que Trump ganara las elecciones.
Kasparov me citó varios posibles motivos. Primero, dijo, Rusia está pasando por un mal momento económico, y Putin necesita proyectar una imagen de fuerza, como un líder mundial capaz de desafiar a Estados Unidos e incluso influir en sus elecciones.
En segundo lugar, por razones geopolíticas, Trump es el perfecto Presidente estadounidense para Putin, dijo Kasparov. El republicano ha criticado a la OTAN, la Unión Europea y otras organizaciones que defienden la seguridad y la democracia en su zona de influencia, y que se opusieron a la invasión rusa a Crimea en el 2014.
“Putin se da cuenta de que, para su agenda imperialista, organizaciones como la OTAN y la Unión Europea son un obstáculo”, me dijo Kasparov.
“Quiere socavarlas y destruirlas, y Trump era el candidato perfecto para debilitarlas”.
En tercer lugar, considerando que Trump nunca ha revelado sus declaraciones de impuestos, no sabemos si él consiguió el dinero ruso para rescatarlo de alguna de sus cuatro bancarrotas, ni si Trump hizo negocios con Rusia cuando presentó allí el concurso Miss Universo en 2013, dijo Kasparov. El Presidente electo asegura que actualmente no tiene negocios en Rusia.
Cuando le pregunté a Kasparov si Putin podría tratar de influir en las próximas elecciones alemanas, italianas o mexicanas, dijo: “No sé si México es tan importante para su agenda geopolítica. Pero si lo es, por supuesto lo hará”.
“En cuanto a Alemania, ya está ocurriendo allí”, dijo, agregando que, según los servicios de inteligencia alemanes, Rusia ha tratado de socavar a la Canciller Angela Merkel.
“Y las huellas digitales de Putin están por todas partes en el voto (británico) de Brexit, y en el referendo de Italia en apoyo del voto “no” contra el Primer Ministro (Matteo) Renzi”.
Mi opinión: No me sorprendería si Putin intenta ayudar a elegir líderes populistas autoritarios en Alemania, Francia e incluso en México.
Sus motivos pueden ser muy simples: si Trump resulta ser un Presidente populista autoritario, como muchos temen, y Alemania y Francia eligen líderes populistas autoritarios en las próximas elecciones, ninguno de ellos tendrá la autoridad moral para criticar a Putin por ser un autócrata.
Obama esperó demasiado tiempo para advertir al mundo sobre la amenaza cibernética de Rusia. A menos que Trump empiece a tomarla en serio y a defender los principios de democracia y derechos humanos -como lo han hecho la mayoría de sus predecesores demócratas y republicanos-, Rusia podría tratar de usar el ciberespionaje y las noticias falsas para influenciar el voto en varias elecciones que se avecinan, poniendo en riesgo a las democracias occidentales.
Fuente:reforma.com