La economía de Cuba decreció en 2016, confirmando previsiones de propios y extraños.
El martes, ante la Asamblea Nacional (congreso), el ministro de Economía y Planificación de la isla, Ricardo Cabrisas, informó que el Producto Interno Bruto (PIB) cubano decreció 0,9% en el año que está por terminar.
El dato fue corroborado por el propio presidente cubano Raúl Castro, quien hizo un balance de 2016 ante el pleno de los asambleístas cubanos.
«Ciertamente, las limitaciones en el suministro de combustibles y tensiones financieras se agravaron en el segundo semestre, lo que hizo que el PIB decreciera en el orden del 0,9%«, dijo Castro.
Sin embargo, el mandatario destacó que a pesar de la recesión «se preservaron los servicios gratuitos» para la población.
¿Qué papel tiene la crisis económica venezolana en las cifras negativas cubanas? ¿Brasil, otro de los socios importantes de la isla y también en recesión, tiene algo que ver?
Las explicaciones, incluidas las otorgadas por las autoridades cubanas, parecen indicar que sí.
El combustible venezolano
Ya a mediados de año, las autoridades cubanas advirtieron los problemas que se avecinaban, fundamentalmente ante el recorte de suministro del petróleo venezolano para la isla.
En julio, medios estatales de la isla anunciaron que Cuba debía reducir en un tercio su consumo de combustibles.
Diversos reportes señalan que Venezuela tuvo que reducir su envío de petróleo a la isla, en condiciones de pago muy favorables para los cubanos, entre un 50% y 40%.
La compañía suiza de monitoreo y análisis Petro-Logistics, citada por el Wall Street Journal, estima que la provisión venezolana de crudo hacia Cuba pasó de 115.000 barriles diarios en 2008 a 55.000 en el segundo semestre de 2016.
Arturo López Levy, profesor especializado en asuntos cubanos, explicó que la recesión cubana se explica en buena manera por las crisis propias que atraviesan Venezuela y Brasil.
«Creo que es la principal causa de la caída económica. (…) La economía cubana siempre dependió mucho de los mercados internacionales», dijo el profesor de la Universidad de Texas Valle del Río Grande, en Estados Unidos.
López Levy añade que las cifras negativas cubanas demuestran las limitaciones existentes aún en las reformas económicas cubanas impulsadas por el gobierno de Raúl Castro.
A mediados de año, Francisco Monaldi, investigador venezolano en política energética de la Universidad de Rice, en Houston, afirmó que «dadas las dificultades económicas de Venezuela y que (la empresa petrolera estatal venezolana) PDVSA tiene un problema de flujo de caja muy serio, estos programas de subsidios serán muy difíciles de mantener».
La crisis brasileña
Brasil tuvo un 2016 marcado por su crisis política y la continuidad de la contracción de su economía que arrastra desde hace unos años.
El programa Mais médicos (Más médicos) acordado entre Brasil y Cuba le reporta a la isla un beneficio económico de cerca de US$500 millones y fue renovado por los siguientes tres años.
Sin embargo, el gobierno de Michel Temer rechazó la intención cubana de incrementar en un 30% el pago por el despliegue de médicos de la isla en territorio brasileño.
La anterior semana, Brasilia confirmó su intención de que el programa Mais médicos sea llevado adelante cada vez más por profesionales brasileños, dejando al margen paulatinamente a los cubanos.
La balanza comercial entre ambos países también se ha visto afectada en el último tiempo.
De acuerdo a un informe de la Federación de Industrias de Brasil, el flujo económico entre la isla y el país sudamericano creció en 580% desde 2003, el primer año de gobierno de Lula da Silva, hasta 2013.
A finales de 2013, Brasil adquiría el 7,55% de las exportaciones cubanas, el equivalente a casi US$97 millones de dólares anuales.
El débil desempeño económico brasileño hizo que este país redujera sus importaciones en un 25% en el último año, según el reporte anual de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
En los dos últimos años, según ALADI, el crecimiento de las importaciones brasileñas de productos cubanos aumentó en un mero 0,2%, mientras que en la década entre 2003 y 2013 ese rubro había crecido 332%.
En medio del declive global en los precios de las materias primas, Cuba lidia con una caída en sus exportaciones de níquel, productos refinados de petróleo y azúcar, y también con un descenso en los ingresos por la venta de servicios médicos.
¿Por qué es difícil que vuelva el «período especial»?
Pese a las cifras negativas, Castro aseguró que Cuba no girará el timón hacia el capitalismo.
«Eso está descartado», dijo.
Castro añadió que «los vaticinios de que la economía cubana colapsaría y que volverían los molestos apagones» no tienen cabida en la Cuba de hoy.
Consultado al respecto, el profesor Arturo López señaló que es muy difícil que la isla sufra un golpe como el que significó el colapso de la Unión Soviética.
«Así dos socios importantes como Venezuela y Brasil desaparecieran, no tendría el impacto de lo que fue el desmoronamiento de la URSS. Brasil y Venezuela no abarcan ahora todo lo que abarcaba el bloque socialista en Cuba en aquel entonces«, afirmó el profesor de la Universidad de Texas Valle del Río Grande.
A propósito en Cuba Will Grant señala que en la cotidianidad de la isla «no se nota mucho la contracción de la economía venezolana».
«No he visto filas largas en los gasolineras que algunos esperaban. Hubo algunos casos de oficinas estatales que tenían que apagar el aire condicionado durante 2 o 3 días de la semana en pleno verano, pero no se registraron cortes de luz a diario en La Habana u otras ciudades grandes«, relata Grant.
El corresponsal añade que es posible que 2017 recién se sienta el impacto de la contracción de la economía cubana y la de sus socios económicos.
«Hasta la fecha, el gobierno cubano ha logrado evitar un impacto significativo al bolsillo o calidad de vida de los cubanos«, concluye Grant.
¿Qué puede hacer Cuba?
Raúl Castro, en su discurso del martes, pidió a las autoridades cubanas que no pongan trabas a las inversiones que puedan llegar a la isla «en el marco de las leyes y la Constitución».
El gobierno cubano, pese a las cifras negativas de 2016, expresó su intención de lograr un crecimiento de 2% en 2017.
El descongelamiento de las relaciones que impulsan Cuba y Estados Unidos desde 2014 han aumentado el turismo y además desde 2008 que la isla permite ciertas actividades económicas de carácter privado.
El profesor López Levy apunta que la forma de superar las dificultades que atraviesan las reformas económicas cubanas actuales son la descentralización pública, la diversificación de la economía y a la inversión.
«Si Venezuela mejora su economía será para solucionar sus propios problemas. Cuba no puede esperar que la salvación venga de Venezuela o de cualquier otro país», afirmó López Levy.
fuente.bbcmundo