«Es uno de los más hábiles líderes empresariales y negociadores internacionales» del mundo.
Así ha descrito el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a Rex Tillerson, al anunciarlo este martes como el próximo secretario de Estado, aunque ahora falta que lo confirme el Senado.
«La carrera de Rex Tillerson es la encarnación del sueño americano», dijo Trump en un comunicado sobre quien de momento es el director de la empresa petrolera pública más poderosa del mundo, Exxon Mobil.
«Su tenacidad, su amplia experiencia y su profundo conocimiento de la geopolítica hacen de él una excelente opción para el cargo de secretario de Estado».
Por su parte, Tillerson dijo sentirse «honrado» y subrayó que comparte con Trump «la visión de restaurar la credibilidad de las relaciones exteriores de Estados Unidos y de mejorar la seguridad nacional del país».
Así Tillerson será el encargado de dirigir la política internacional de la primera potencia mundial.
Y si por algo llama la atención Tillerson es por sus estrechos vínculos con Rusia y el presidente Vladimir Putin, quien incluso el dio una medalla, la Orden de la Amistad, en 2013.
Lo que no es un asunto menor: el ejecutivo petrolero se encontrará las relaciones entre Rusia y Estados Unidos en su peor momento desde la Guerra Fría.
Desde la falta de entendimiento entre Barack Obama y Putin a las discrepancias por la intervención rusa en Siria, pasando por el escándalo del supuesto hackeo de las elecciones por parte de piratas informáticos rusos.
Hacía años que no la Casa Blanca y el Kremlin no estaban tan lejos.
Medalla de Putin
Cuando antiguos secretarios de Estado y otros políticos estadounidenses han mantenido una tradicional postura antagonista hacia Rusia, el alto ejecutivo petrolero tiene una larga historia de acercamiento hacia Putin.
El Kremlin galardonó al ejecutivo texano de 64 años con la Orden de Amistad, en 2013.
«Amigos y asociados dijeron que pocos ciudadanos de EE.UU. están más cerca de Putin que Tillerson», escribió el diario The Wall Street Journal.
Esa relación bien podría convertirse en un obstáculo para su confirmación ante el Senado, inclusive entre la bancada republicana que ostenta una leve mayoría.
Cuando Trump declaró su interés en nombrar a Tillerson, el senador republicano John McCain expresó «preocupación», en una entrevista con el canal noticioso Fox News por los vínculos del ejecutivo con Putin, quien el senador tildó de «matón y asesino».
Los demócratas también cuestionaron la idoneidad de Tillerson para el cargo más prominente del gabinete.
Pero Trump defendió al ejecutivo llamándolo «un negociador de talla mundial», en una entrevista con el canal de noticias Fox News.
«Para mí, una gran ventaja es que conoce a muchas de las piezas clave y las conoce bien. Logra enormes acuerdos con Rusia, hace enormes acuerdos, no para él mismo, sino para la compañía».
Toda la carrera profesional de 40 años de Rex Tillerson ha sido con Exxon. Recién graduado de la Universidad de Texas, en Austin, se incorporó a la compañía como un ingeniero de producción y ascendió hasta el principal puesto en 2006.
Su jubilación estaba programada para 2017, con 65 años.
Durante su gestión en Exxon, Tillerson forjó acuerdos multimillonarios con la empresa petrolera estatal de Rusia, Rosneft.
Ese pacto de 2011, le otorgó a Exxon Mobil el acceso a los enormes yacimientos de petróleo bajo el Ártico ruso a cambio de permitir la oportunidad a Rosneft de invertir en la operaciones extranjeras de Exxon.
Tillerson también forjó amistad con Igor Sechin, el presidente ejecutivo de Rosneft y antiguo vice primer ministro de Putin. A Sechin se le conoce como el segundo hombre más poderoso de Rusia.
Además, Tillerson ha criticado abiertamente las sanciones internacionales contra Rusia tras su anexión de Crimea.
Después de que Estados Unidos y la Unión Europea impusieron sanciones a Rusia tras la anexión de Crimea, Exxon emitió un reporte diciendo que las sanciones de EE.UU. y la UE habían costado a la compañía hasta US$1.000 millones en daños a proyectos conjuntos.
Este junio, dos años después de la imposición de sanciones y en una aparente muestra de solidaridad con Sechin, Tillerson supuestamente asistió a una cumbre económica en San Petersburgo, según informó el diario británico The Guardian.
Estas asociaciones harán que su confirmación en el Senado sea una de las más disputadas.
Aunque el senador McCain aseguró que se le daría una «audiencia justa» a pesar de sus «preocupaciones», otros han dejado en claro su oposición.
El senador demócrata de Nueva Jersey, Bob Menéndez, tuiteó: «Rex Tillerson como secretario de Estado le garantizaría a Rusia tener a su disposición un cómplice dentro del gabinete presidencial«.
El alto ejecutivo también ha hecho varias grandes donaciones al Partido Republicano. El diario The Washington Post reportó que su apoyo y financiamiento inicial durante la campaña presidencial fue para el entonces candidato republicano Jeb Bush.
En su juventud, se destacó como miembro de los Boy Scouts y fue presidente de esa organización en EE.UU. entre 2010 y 2012.
Durante esa gestión, los Boy Scouts votaron a favor de recibir miembros abiertamente homosexuales, aunque la prohibición contra líderes adultos abiertamente gay se mantuvo hasta 2015.
Tillerson también es exdirector del United Negro College Fund, una organización estadounidense que financia becas para estudiantes negros y apoya a las universidades y colegios históricamente afroestadounidenses.
Diferencias
Donald Trump escoge a Tillerson tras considerar a más de una decena de potenciales candidatos con diferentes trayectorias y posturas. Su opción final, sin embargo, no necesariamente coincide en todo con el presidente electo.
Tillerson es un ávido abogado del libre comercio, mientras que Trump ha criticado los actuales acuerdos de EE.UU.
Exxon, que cuenta con unos 75.000 empleados en todo el mundo, fue acusada de intentar encubrir los riesgos del cambio climático y de mentirle al público.
No obstante, Tillerson acepta que el cambio climático es un hecho real, contrario a la filosofía de Trump, y ha hablado de consecuencias «catastróficas» si no se le presta atención.
Está comprometido con continuar usando combustibles fósiles pero está abierto a la idea de un impuesto de carbono.
«El mundo va a tener que continuar usando combustibles fósiles, así le guste o no», declaró en mayo.
fuente:bbcmundo